5. [Claro que me se defender]

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5 ) Claro que me se defender .

— No se de quien hablas, yo no conozco a nadie —dije para luego encoger me de hombros.

— Valentina Reinous, te escuche muy bien que hablabas de un tal David — dijo enojado haciendo caso omiso a lo que dije.

—¿Yo cuando?—pregunté aparentando que no hice, ni se nada.

—¡Ya Valentina te escuche muy bien, habla quien es él!—exclamó en un alto tomo furioso.

— Es David — sonreí.

Frunció la ceja.

—Pues es un amigo —dije sin mirarlo a los ojos con mis nervios de punta.

—¿A un amigo?, ¿ te creeré o no te creo? —cuestiono el mismo.

—Es la verdad — confirmé.

—Pues dudo mucho.

Duda de mi, por favor el no tiene el derecho para dudar de su hermana.

— Haz lo que se te pega la gana— dije enojada odio que me cuestionen y no me crean especialmente cuando digo la verdad.

—Entonces no te creo — se tornó serio.

—No me importa si me crees o no me crees,  eso es tu problema yo no te estoy mintiendo,  y principalmente de cuando acá te preocupas por mi si jamás lo haz hecho — levante las cejas.

—Valentina eres mi hermana.

—Si lo soy , desde que nací pero nunca ni siquiera te haz preocupado por mi y ahora me vienes con esta cantaleta —ahora no estoy enojada sino resentida.

—Valentina yo—

—Nada que Valentina yo, ¿sabes? jamás ni siquiera me haz preguntado por algo de mi vida,  ni peor me haz protegido en nada. Lo que siempre te a preocupado eres tu y solo tu , y ahora vienes como un hermano ejemplar queriéndote preocupar por mi y peor me cuestionas sombre si te digo la verdad,  sabes si me conocieras bien estuvieras seguro que tu hermana no miente en estos asuntos y si tienes la duda que si es mi novio, no, no lo es, ni lo será — acabando de decir esas palabras que se las merecía,  subí a mi cuarto. Sentía como caían lágrimas por mis mejillas.

Lo que me da es indignación al ver que mi hermano actuó de esa manera, él solo se preocupaba en sus estudios, fiestas y nada mas. Era como que su hermana ni existiera y hoy  viene y me cuestiona acerca de que si miento.

No eso si que no, no lo tolero y peor de mi familia.

Se suponen que me conocen como soy, deberían aprender a confiar en mi.

—¡Valentina quiero hablar contigo!—gritó al tocar la puerta.
—No quiero hablar de nada,  todo ya esta dicho— grité aún llorando.

—¡Abre la puerta! — volvió a gritar dando fuertes golpes a mi puerta, trague saliva.

Mierda odio que me griten.

Me pare de la cama a abrir la puerta.

—¿Qué quieres?— soné dura.

—Valentina no es que no crea en ti, pero me dolería mucho que alguien se robe a mi hermana— sus palabras me dejaron en shock.

—No seas estúpido nadie te va a robar a tu hermana,  ya te dije el no es, ni será nada— dije calmada.

Me abrazo.

—Mi gordita bella, lo prometes— dijo.

Momento tierno de hermana y hermano.

Nosotras también sabemos amar (♥#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora