Capítulo 4. Esa noche

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Al día siguiente Kiyomi despertó a lado de Naruto y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Que cálido- susurró al notar que sus manos estaban unidas a las de él. Sentía una conexión en la que sabía que podía confiar en él, era algo que no sentía cuando estaba con Sasuke. Desde que conoció a Naruto, Kiyomi comenzó a darse cuenta que lo Uchiha no era lo que ella esperaba, no es que quisiera ser mal agradecida, pero había algo que no permitía sentir una conexión familiar.

Esa mañana, Naruto había preparado ramen instantaneo para el desayuno.

-¿Esto es lo que comes todos los días?- el gesto de Kiyomi reflejaba sorpresa, cosa que a Naruto incomodó.

-No me alcanza para otra cosa, además es la cosa más rica que he probado. Podría vivir de esto toda mi vida.

Mentía. El ramen instantáneo no era su favorito, sino el de Ichiraku, pero decía la verdad cuando mencionó el no tener suficiente dinero para comprar víveres. Por otro lado, Kiyomi sí tenía.

-Deja ese envase, yo te invitaré de desayunar.

Juntos se dirigieron a un restaurante pequeño, alejado de la aldea, en el que trabajaba un viejo ciego llamado Ren. El viejo conocía muy bien a Kiyomi, pues adoraba el onigiri que preparaba, sabía que el amor a su trabajo lo mantendría activo hasta su final.

-Pequeña Kiyomi, has llegado. Y veo que has traido a un amigo.

-Buenos días señor Ren, es Naruto, mi mejor amigo.

El viejo Ren sonrió al tocar las cabezas de los dos niños. Los acompañó a una mesa cerca de la ventana y les ofreció té verde.

-No conocía este lugar- dijo Naruto sorprendido- se ve abandonado.

-Es porque lo está. El viejo Ren perdió la vista el día que el zorro de las nueve colas atacó. Dicen que fue sellado en el cuerpo de un niño huerfano y que todos le odian desde ese entonces. Pero el viejo Ren lo defendía a pesar de ser ese demonio, lo que pasó después es que nadie en la aldea lo respetaba por su ideología y tuvo que mudarse aquí, ahora le vende a los ambulantes y viajeros, yo vengo de vez en cuando. Lo conocí cuando iba explorando las afueras de Konoha.

-Increíble. La verdad, no se quién es ese niño, pero creo que está en mi misma situación. A mi también me miran como si fiera un fenómeno y no se porqué. Aun así no dejaré que eso me detengan. Seré hokage, ya verás!

Kiyomi sonrió en cuanto escuchó eso y tomó las manos de Naruto.

-Yo te apoyaré.

Justo en ese momento el viejo Ren sirvió su onigiri especial y acompañó a los niños mientras comían. El viejo Ren terminó siendo una persona muy agradable según la perspectiva de Naruto y sentía que el viejo ya le había hablado antes, pero no lo recordaba. Al terminar de comer, el viejo le habló a Kiyomi en secreto mientras Naruto salía a respirar aire puro.

-Kiyomi, tu amigo es un niño muy especial. No por nada estan juntos ahora, procura mantener ese lazo de amistad siempre fuerte, ya verás que muy pronto se convertirá en algo más.

Aunque no pudo comprender lo último, Kiyomi asintió y se dirigió a la aldea con Naruto. Las miradas de las personas eran cada vez más penetrantes, como si les estuvieran lanzando piedras, cada día era más complicado salir de la casa sin que Kiyomi escuchara las voces internas de las personas. Era tan doloroso que deseaba no salir de su casa.

Sasuke intentaba hablar con ella pero simplemente se apartaba porque Kiyomi reaccionaba de forma un poco violenta. Itachi le había pedido que no la molestara por ahora, habían pasado tres días cuando por fin salió de su habitación.

Ninja Secrets - Naruto FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora