Kakashi y Kiyomi llegaron a la oficina de la nueva Hokage, Lady Tsunade. Ella estaba sentada en su silla frente al escritorio dirigiendo su vista hacia la puerta. Los estaba esperando.
—Bueno, llegaste antes de lo que esperaba— dijo Tsunade tomando un sorbo de su té con sake— sé que tienes preguntas y las responderé. Lo que tu tienes, o mejor dicho, lo que tú eres, es mejor conocido como La Rosa de Fuego. Su historia se convirtió en leyenda la ultima vez que se vio. Tomo forma humana muchas veces, pero la historia que te voy a contar es porque mi abuelo Hashirama me la contó hace mucho tiempo. Por que él la conoció.
Tsunade hizo una pausa, esperando una reacción de Kiyomi pero no la hubo. Ella mantuvo su mirada seria. Al ver esto, Tsunade prosiguió.
—Mi abuelo me contó qur la primera vez que vio a la rosa de fuego fue cuan él y un amigo suyo se vieron, como lo hacian cada mañana, en la orilla del río que dividía al clan Hanyu del Uchiha.
—¿Uchiha?
Tsunade sonrió ante su reacción. Se levanto de su silla y se acercó a ella.
—Probablemente tú vayas recordar poco a poco tu origen. Asi es como empieza tu historia con él.
*
Estaban esperando llegar a la orilla del río para lanzar las dos piedras y lograran llegar al otro extremo como era de costumbre, pero eso día no sería cualquier mañana.
En el río se encontraba una roca en medio que dividía el camino del agua por un momento luego
La vuelve a unir. Solitaria, pero no por mucho, pues esa mañana estaría sobre ella una niña de cabellos largos, rubios y con mechas rojas. Los dos niños que siempre llegaban a verse notaron su presencia. El nombre de los niños era Hashirama y Madara.
—¿Quien eres tu? —dijo secamente Madara a la niña extraña. La niña no respondió, sin embargo lo miró y sus brillantes ojos azules lo dejaron petrificado.
Hashirama por su parte sintió un temple al mirar sus ojos. Sonrió y se acercó a ella.
—¿Que tal? Mi nombre es Hashirama. Disculpa a mi amigo Madara, es un poco frío con los demas. Dime, ¿cuál es tu nombre?
La niña miró la sonrisa de Hashirama y le dio confianza.
—Soy... Kiyomi...
Hasirama le acarició su cabello diciendole que era un gusto conocerla. Ese día Madara y Hashirama se volvieron amigos de la exxtraña chica. Le preguntaron de donde venia y ella respondia que fue abandonada a los cinco años por sus padres y que desde entonces ha vivido en el bosque. Ambos se sorprendieron al saber su historia por lo que todas las mañanas iban al río no para jugar, sino para ver a Kiyomi. Con el tiempo su amistad se volvió más y mas fuerte pero Hashirama nunca hubiera esperado que la mirada fría de Madara se iría templando cada vez que veía a Kiyomi.Pasaron unos meses, los tres niños seguían viéndose, jugaban, y bromeaban. Un día se reveló el poder de Kiyomi cuando Hashirama y Madara jugaban a subir la montaña.
—Chicos, quiero subir también.
—No puedes— dijo Madara.
—Es verdad, es muy peligroso para una niña.
—No me refería a eso— exclamó Madara golpeando a Hashirama— no eres un ninja y no tienes ninjutsu o genjutsu. Deberias esperar abajo.
Kiyomi reaccionó con una mueca y cruzando los brazos mientras veia a sus dos amigos correr y subir la montaña, sin embargo, un destello fugaz hizo que tanto Madara como Hashirama perdieran el equilibrio haciéndolos caer al suelo.
—¿Qué fue eso? — Hashirama sobo su cabeza.
—Parecía un fuego ambulante. Kiyomi, ¿tú lo viste?
Pero Kiyomi ya no estaba ahi abajo sino arriba en la montaña, el viento jugaba con su largo cabello que podia tapar el Sol, no habia palabras que decir, solo sorpresa.
—Oigan chicos, son lebtos. Yo pude llegar antes que ustedes— grito Kiyomi.
—Oye Madara... — Hashirama susurró aun viendo a Kiyomi en lo alto.
—Dime... — respondió en el mismo tono tambien sin apartar la mirada.
—Creo que estoy enamorado.
—¿Que dijiste?— Madara finalmente dirigió su mirada hacia Hashirama sorprendido y un poco molesto pero Hashirama comenzó a reirse.
—Deberías ver tu cara. ¡Es muy graciosa!
—Tú....
Kiyomi pudo ver como Madara se balanceo hacia Hashirama y lo comenzó a golpear.
—¡Te voy a matar!
—Vamos, si es gracioso.
Cuando los tres ya se encontraban en la cima de la montaña los dos chicos descubrieron que Kiyomi sí tenia gengutsu y ninjutsu.
—Oye— dijo Hashirama tomando un mechón grueso del cabello de Kiyomi— porque tienes este color de pelo?
—Oh, eso... Es por mi poder...
Ambos chicos se quedaron callados, algo confundidos.
—El rojo de mi cabello es mi chacra.
—¿Y necesitas dejarlo tan largo? Te llega hasta los pies— Hashirama no podia evitar expresar su sorpresa.
—Um... No necesariamente— Kiyomi sacó una navaja de su bolsillo derecho y cortó un largo mechón. Por un momento el rojo se mantuvo en el pedazo de cabello que recibió Hashirama, despues comenzó a desvanecerse en forma de humo y se plasmó en el cabello corto de Kiyomi. Madara quedó atónito mientras que Hashirama comenzó a gritar de emoción. La unica razon por la cual su cabello seguía largo era porque le gustaba y si alguien con conocimiento de su poder intentara tomarlo cortando su cabello no lo podria obtener pues siempre regresaba a ella. Solo habia una forma de recibir el chacra y era con permiso de la Rosa de Fuego, se tenía que hacer un lazo de confianza con ella y duraba generaciones. La unica desventaja es que ese contrato era inquebrantable asi que si la persona con la que hizo el contrato llegara a traicionarla aprovechándose de su poder, ella no lo podría evitar. Tanto Hashirama como Madara juraron que nunca en la vida le harían eso por lo tanto la protegerían y mantendrían en secreto su poder.
Poco a poco la confianza iba creciendo al igual que el cabello de Kiyomi por lo que decidieron cortarselo. Hashirama era muy torpe con las tijeras por lo que Madara terminó haciéndolo.
—Tú solo quieres tocar el cabello de Kiyomi— dijo Hashirama en tono de burla.
—¡Tú vete a hacer algo productivo! No molestes.
Hashirama se fue mostrando la lengua dejando a Madara y a Kiyomi solos, casi.
—Um, Kiyomi... ¿esta bien si te lo corto hasta los hombros?
—No lo sé... ¿cómo me vería mas bonita?
Madara tragó saliva y se sonrojó un poco, agradecía que ella estuviera de espaldas, así no lo vería, pero Kiyomi al notar que no cortaba quiso voltear sin embargo Madara la tomó de su cabeza.
—¡No me mires!
—¿Madara?
—Lo dejaré largo. Me gusta largo. ¡Quiero decir! Con el cabello largo te ves bien... Ya no se lo que estoy diciendo.
Kiyomi comenzo a reirse.
—Esta bien. Si a Madara le gusta largo entonces cortalo hasta mi espalda.
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Ninja Secrets - Naruto Fanfic
FanfictionKiyomi es una chica que fue encontrada viva enterrada a las afueras de la aldea de la arena. Por compasión fue llevada a la aldea de la Hoja donde fue atendida, sin embargo, los médicos ninjas no pudieron entrar en su mente ni descubrir su identidad...