Solo una noche Park Jimin

capitulo 3

By. Jimin.

*dos meses antes de la narración actual*

Me encontraba solo, estaba escondido en la calle de los riquillos del pueblo, justo enfrente de una hermosa casa que parecía tener más un bosque que un jardín. Mi respiración era agitada y el aire cortaba mis mejillas, mis pulmones ardían y pesaban con la agitación.

Solo me repetía una y otra vez, no traficar droga.

De todos los trabajos estúpidos que me han hecho hacer, este es el más estúpido y complicado.

"Vamos Jimin, solo le dejas la droga a Suga y te vienes con el dinero".

¡Ja! ¡Si, cómo no!, menudo idiota.

Golpeare a Jin cuando lo vea, por su culpa me están persiguiendo y me buscaran por un largo rato.

-¡hay esta!

No me detuve a ver como los hombres me seguían, me bastaba con escuchar el tono enojado y sus gritos para saber que me harían añicos en cuento me tuvieran en sus manos, solo me eche a correr de manera que me abrí paso entre el jardín de la casa saltando la barda que dividía la propiedad de la calle.

Las ramas se atoraban en mi chaqueta de cuero y sentía su jalón en los brazos, también se oía como crujían cuando me dejaban libre y terminaban en el suelo, el sonido de mis botas contra los guijarros de tierra y las hojas secas hacían que la calmada noche fuera perturbada, aquello y los gritos de los demás.

Vi como una luz de la casa se prendía y me daba la vista de una silueta femenina atreves de las cortinas. Me quede de piedra ante la vista y por un momento me olvidé de la persecución para que un nuevo miedo me invadiera.

La persiana se abrió, junto con el ventanal, y sentí como también dejaba de respirar.

De entre todas las mujeres ricas y hermosas ¿por qué ella?

¿Porque ___ Crowell?

Mire en ambas direcciones para tratar de ver si no estaba cerca mis perseguidores y también tuve el cuidado de esconderme de la atenta mirada de ___, sentía mis músculos tensos y el sudor frió bajando por mi espalda solo hacían que el fresco de la noche se hiciera presente en mi mente.

Note como unos pasos presurosos se oían muy cerca de donde me encontraba, justo al otro lado de la barda, en donde segundos antes me habían visto.

Mierda. Van a saltar.

No me quede a ver que me harían esos tipos, termine de correr la distancia que me separaba de la casa, tome impulso y me metí en el balcón de ___.

-¡carajo! ¡Lo perdimos!

Estaba justo arriba de ellos cuando se metieron dos al jardín de la casa, seguí viendo como ellos escrutaban el jardín en mi busca, si tan solo miraran arriba. Se fueron corriendo y brincaron con la misma facilidad que yo la barda, para perderse en el bosque y en la noche.

Silencio.

Nada más que eso se podía oír en la habitación de ___, eso y mi corazón acelerado que no me daba tregua con la agitación del momento, de un segundo a otro me pregunte qué era lo que me daría más miedo, si la golpiza que iba a recibir de los tipos o lo que pudiera hacerme ___ cuando volviera a su habitación y notara que yo estaba en ella. Note como el brillo azul de su ordenador que estaba prendido resaltaba entre la luz de las lámparas.

La regadera del baño se abrió y por un momento solo fue aquello lo que inundo mi mente, hasta que reaccione y decidí darme en gusto de husmear un poco en su computadora.