Extra.

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*Miren es Extra, pero tiene la extensión de un capitulo, así que disfruten*

La noche de Micaela y Namjoon.

By. Mica.

Estaba muy ebria, tan ebria que en lugar de preocuparme de que mis zapatos de tacón se enterraran en el pasto y esto ocasionara que se me fracturara el tobillo o que me callera al suelo, solo me causaba risa.

Cielos, realmente estaba ebria.

Porque cuando comencé a bailar de manera sensual contra el cuerpo tenso de Namjoon, en lugar de intentar guardar mi compostura como lo había hecho al inicio de la noche en la que nos habíamos visto después de cuatro años, me calenté.

De una forma desmedida y que no me había ocurrido antes a pesar de haber tenido muy buenos hombres tras de mí en situaciones muy similares a esta.

Me desarme completamente contra él, haciendo más presión de la que debería contra su cuerpo, aprovechando cuada uno de los espasmos de conmoción y excitación que tenía el atormentado hombre que estaba congelado en su lugar.

Algo que había aprendido en mis años de estar en discotecas después de la universidad, de percatarme como los hombres te miran con deseo y pensamientos lujuriosos, era que la mejor manera de garantizar que alguien te va a seguir a donde tú quieras, era soltando y apretando.

En este momento estaba apretando Namjoon, tenía que soltarlo.

Y vaya que lo hice, porque en cuanto termino la canción que seguramente en mi vida había escuchado, sin importarme que mi equilibrio no era el mejor y que el pasto traicionero del jardín de ___ estaba dispuesto a tenerme tendida sobre él, me perdí entre un mar de adolescentes que estaba igual o peor de ebrios que yo.

Conseguí llegar intacta hasta el otro lado de la piscina en donde muchas personas se habían congregado para estar cerca del sonido, el humo y la espuma me sirvieron en mi escondite y las manos entrometidas de algún hormonal rozaban de manera sugerente mis piernas descubiertas y ahora empapadas por el jabón que está en el pasto.

Estaba un poco más cuerda después de una hora entera bailando pegada a lo que sería el típico jugador de futbol de la escuela de ___, todo el sudor que había traspirado estaba segura que era el causante de que oliera a alcohol, pero eso fue lo que me ayudo a volver a encajar los pies sobre la tierra.

Literalmente.

Aquel chico con ojos brillosos, rostro anguloso y cabello marrón me comía con la mirada, esta insistente en querer tocar más de la piel denuda de mi espalda y se entretenía con juegos absurdos de rozar sus dedos por mis piernas.

Tan excitante.

Pero más excitante seria si las manos que estaba sobre mi cuerpo fueran de Namjoon.

De una manera poco convencional ya estaba en el interior de la casa, con la espalda pegada en alguna de las paredes y un cuerpo prácticamente sobre mí.

Mi risa se veía ahogada momentáneamente por los intentos de besos robados que el chico del cual había olvidado su nombre en cuanto me lo dijo intentaba darme.

- ¿Cuántos años tienes?

Pregunte al final cuando notaba la insistencia de su atención hacia mí y que era probable que no me dejara salir de allí sin conseguir, aunque solo una parte de lo que si cabeza había empezado a maquilar desde que deje que se uniera a mí en la pista de baile.

-Tengo 19 años.

19 años, bien, con eso me basta.

Sonreí de manera coqueta, relamí mis labios que a estas alturas de la noche seguramente ya no tenían ningún rastro del labial rosa pálido que me había aplicado en casa.

Solo una noche Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora