Capítulo 16

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El viernes, después de sentirme un asco tanto física como emocionalmente el día miércoles, mi salud volvió.

Y con ello el insano sentimiento de enojo por volver a ser el punto de atención de los mansajes de acoso.

Los corredores de la escuela estaban abarrotados de personas, la mayoría se secreteaban y ponían cara de asombro, algunos otros soltaban muecas de desagrado y caminaban hacia sus salones, unos cuantos chicos del equipo llegaron corriendo a mi lado, intentando no chocar con el cuerpo de Jeon que tan celosamente me ayudaba a caminar debido al leve rastro de debilidad que tenía por no comer nada el día anterior.

-Oye ___, sabemos que tu padre es médico... -Comenzó inocentemente uno de los chicos.

-Es cirujano traumatólogo, así que a menos que llegues con las entrañas de fuera no lo molestes con tu sífilis, ve a un médico general.

-No es eso, quero información.

Bueno, eso tenía sentido, la campaña de salud de este año solo había pasado por los alumnos de nuevo ingreso, a nosotros ya no nos habían dado ningún seminario y el anterior solo había abarcado cosas muy mínimas.

Seguro y mi padre disfrutaría dándonos una plática bastante extensa sobre el tema.

-Veré que puedo hacer, pero si alguno siente incomodidad al orinar debería ir al médico.

Salimos de los pasillos y caminamos directo hacia la oficina del director, necesitaba mi justificante de falta y podría aprovechar para hacer la sugerencia de la plática de salud sexual que necesitábamos con urgencia.

El olor a lavanda en la oficina inundo mi recién descongestionada nariz, por lo que me causo picos y unas lágrimas se me salieron de los ojos.

Mi tío estaba revisando unos papeles, pero al verme con Jeon detrás de mi sonrió y nos indicó que pasáramos, realmente el papeleo de un justificante era muy sencillo y rápido, solo era un papelito firmado por el director y que teníamos que enseñar a nuestros profesores.

-Tío tu escuela tiene sífilis.

Un suspiro pesado salió de su boca.

-Pensé que lo que decían las secretarias era un chisme.

-No, es muy cierto, unos amigos acaban de preguntar por el trabajo de mi padre.

Se recostó en la silla y levanto mi justificante junto con una hoja.

-Dásela a tu papá, y dime que me llame, seguramente este día no saldremos a cenar.

Me despedí de allí para empezar con mi día de clases, ya estando en el salón al fin pude leer lo que decía la otra hoja que me había dado, era una invitación al hospital de mi padre a dar una conferencia de salud sexual a la escuela, firmada por mi tío.

Es probable que muchas personas tengan un recuerdo traumático sobre hablar de sexo, en mi caso los recuerdos ya no eran traumáticos, solo pura y meramente aburridor y abarrotados de información.

Pero supongo que esa información me ayudo el día en el que tuve que decirle a mi madre que me llevara al ginecólogo porque no quería quedar embarazada de una persona como Eric.

Para mi sorpresa mi madre no se mostró decepcionada, se mostró preocupada de que haya iniciado mi vida sexual a tan temprana edad y después de que me tuvo un largo rato dándome información aún más útil y personal de la que mi padre me había dado a los doce, me tomo de la mano y me llevo con su ginecóloga.

En un inicio me hicieron exámenes de sangre, descartaron un embarazo y cualquier tipo de infección, después me revisaron con algo llamado estetoscopio que fue sumamente doloroso y por ultimo me dijeron que debido a mi edad aun no me recomendaban métodos anticonceptivos hormonales, pero podía usar sin ningún problema los de barrera.

Solo una noche Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora