Solo una noche Park Jimin

Capítulo 8

Capítulo 8

Landa era una chica preciosa, aun con sus moretones que se habían tornado amarillentos en su rostro.

Tenía un cabello castaño eternamente brillante y unos hermosos labios finos, con sus ojos color chocolate y un lindo lunar en su barbilla. Dándole luz a su rostro una eterna sonrisa que había aparecido después de que mi padre le confirmara que había sobrevivido.

Una que no desaparecía aunque sus mejillas dolieran por los golpes que ese bastardo le había propiciado cuando ella se resistió a una violación, había llorado cuando el primer intento de su gran sonrisa le recordó lo que había pasado, pero cuando la segunda vez lo hizo, ella misma me dijo que no la borraría hasta el día en que saliera del hospital camino a mi casa.

-Mi linda castaña de ojos cafés esta despierta al parecer.- Dije entrando a una habitación que con algo de indulgencia había modificado y tenía más colores de los normales.- Te traigo una sorpresa que se oxigena el cabello.

Kris me dio un empujón en el hombro entrando a la habitación detrás de mí, Kris estaba bastante nervioso cuando salimos de clases, realmente quería agradarle a la linda chica de la que le había hablado hace unos días y aún más le ponía nervioso el hecho de que no se llevaran bien.

-Kris, ella es Landa Martínez, Landa, él es Kris Martín.

-Tenías razón con su cabello.- Soltó en voz baja Landa.

Landa aún seguía bastante débil, razón por la que aún no la dejaban salir del pabellón del área intensiva, en el trascurso de su despertar una de las enfermeras noto que una de sus heridas estaba empezando a infectarse, por lo que se le tuvo que administrar una bomba de antibióticos antes de que las cosas se pusieran feas y la llevaran de nuevo a cirugía.

Aun así, ella había despertado aun antes de lo que se tenía planeado.

Había conocido a mi padre, era al único que veía en todo momento y me confeso que tenía una gran envidia por la familia que tenía, ya que ella había migrado hace unos años por una beca estudiantil y aunque pudiéramos contactar a su familia, ellos no podrían llegar hasta allí.

Mi madre había llegado casi enseguida de que despertó, para leerle el documento de amparo social, junto con un poco de sopa que había hecho en la tarde, fue un poco más raro el inicio de su relación, pero después de un rato hablando y mucha disponibilidad de mi madre para hacerla su amiga, también resulto agradarle mucho.

En cambio, yo había estado desde el momento en el que había despertado, fui quien llamo a las enfermeras y la tranquilizo en lo que llegaba mi padre, me quede hasta que la hora de visitas termino y seguía viniendo después de la escuela.

-Tu cabello es hermoso, ¿Qué número de tinte es?- Kris llego al lado de su cama.

-No me he teñido nunca el cabello, pero el tuyo es lindo.- Sonreía de manera bellísima.

-También te vengo a enseñar algo.- Saque mi teléfono de mi bolsillo y busque una foto del vestido que había comprado ayer.- Este es, mi vestido para la cena.- Me senté en su cama a su lado con cuidado de no aplastar ningún cable.

Muy pocas veces me había conectado tanto con una chica, generalmente yo era la persona que no las quería, pero con ella había pasado algo diferente, quizá por el hecho de que ella en ningún momento me mostro un grado de codicia o de resentimiento.

Ella sabía tantas cosas cuanto había alcanzado a contarle en los momentos en los que estábamos juntas y ella de igual manera me había dicho de su vida algunas cosas bastantes particulares. Era algo nuevo y bastante agradable poder tener a una nueva persona de confianza, aunque las circunstancias no sean las mejores.