capítulo 7

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Capítulo 7

Llegue a mi casa botando la mochila en la sala y caminando rápido a mi habitación, sabía que no había nadie en la casa, a esta hora era muy difícil que llegará mi madre o mi padre.

Después de todo ellos trabajan duramente, suspiró pesadamente oír el pensamiento ya que ninguno de los tres tuvimos una buena semana y el inicio de esta tampoco iba muy bien, a mi madre le habían asignado el caso de la chica que opero mi padre, mientras que ella seguía internada.

Durante cuatro días la he ido a visitar, aunque ella despertó hace uno, no sabe aún que es lo que paso, pero confirmo a la policía de que su familia no se encontraba cerca, mis padres decidieron que viviría con nosotros unos meses, después de todo, convendría la protección de testigos y no era la primera vez que mi madre resguardaba a una menor.

Una vez que me puse una ropa más cómoda baje a hacerme la comida, encendí los quemadores de la estufa y puse los trastos encima de ellos, mientras que picaba algunas cosas, escuché como la puerta de mi casa era abierta para darme la vista de mi padre, que había cubierto una guardia de 12 horas.

Le sonreí mientras que caminaba para abrazarlo, me dio un beso en la frente y nos apartamos para que dejara sus cosas a una distancia prudente y empezáramos a platicar como normalmente hacíamos.

-Hija, el director hablo conmigo hace unos días y me comentó que te viste penosa mente envuelta en un conflicto escolar, también me aclaro que tu estas limpia de culpa, pero aun si espero que la situación te sirva de lección para que no pienses en hacerlo siquiera, hija.

>>aparte de eso, el viernes cenamos con ellos, usa algún vestido hija, esta vez será algo especial y saldremos a un lugar elegante, seria lindo que lo tuvieras en mente.

Reí mientras seguía preparando la comida y asentía, no estaba cocinando algo tan complicado, pero tenía fama de descuidada y ya eran barios los trastes que le quemaba a mi madre que adora cocinar.

-Estaba pensando en usar aquel vestido plateado con un listo negro que tengo, ya sabes, el que me compraste cuando fue la cena de doctores hace unos años.- Removí la comida.

-No me parece tan adecuado, aparte creciste desde hace dos años y dudo que te quede como antes, mejor ve a comprar uno, ya sabes, ve a hacer lo que una chica de tu edad mure por hacer.-Sacó de maletín su cartera y me dio una de sus tarjetas de crédito mientras que le dejaba un poco de comida que ya estaba bien cocinada en el plato.- Desde lo del hospital haz estado muy indiferente con la sociedad, incuso antes de eso ya te veías algo retraída, ¿quieres hablar de eso?

-No es nada papá, son solo problemas de la escuela y algunos con mis compañeros, pero tranquilo, si necesito su ayuda no dudes que se enteraran mamá y tú, te lo prometo.- Serví lo que retaba de la comida en mi plato y después tome la tarjeta de crédito que dejo en la barra.

-Me preocupa mi pequeña, ahora, ve a comprar algo para este viernes, es más, que Kris te acompañé, se ve que tiene buen gusto y me agrada ese chico.

Ambos comimos mientras me contaba parte de su día y del estado de Landa, aquella chica era toda una guerrera, pero aparte de eso, también era muy dulce y tierna. Me dijo que pregunto por mí que las enfermeras le aseguraron que yo iría el día de mañana a visitarla, por lo que era muy seguro que llevara conmigo a Kris, el cual se moría por conocerla desde que le platique la historia a inicios de semana.

Lave los platos mientras que mi padre subía las escaleras avisándome que dormirá algunas horas ante de que mamá llegara de la corte.

Llame a Kris y le dije que pasaba por el en 30 minutos, el gustoso me dijo que si mientras que se oía como caminaba por su habitación, reí ante el sonido.

Solo una noche Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora