¿El gran amor de mi vida?

Amor no correspondido.

Capítulo tres

Era mi mejor amiga Cristina. Nos conocíamos desde que eramos dos bebés. Ha sido mi vecina durante mis 18 años de vida, y hasta ahora somos inseparables.
Es una niña muy cariñosa y demasiado humilde. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho.

Se acerca y me saluda con dos besos y un achuchón. Muy típico de ella.
-Tía, ¿a que no sabes con quién me he encontrado en la cafetería? - comentó con un toque de ilusión.

-Déjame adivinar...Con John. - afirmé muy segura de que sería él.

-¡Sí!, ¿cómo lo sabes? -preguntó curiosa.

-Lo vi entrando cuando yo salía. -comenté sin mencionar el numerito del móvil.

El motivo por el que no le digo nada de esto a Cristina es muy simple.
Ella ha estado con John durante cuatro meses. Poco tiempo. Pero el suficiente como para que ella acabara hasta las trancas por él.
Y él...Bueno, digamos que ella fue una más.
Nunca me he atrevido a decirle que llevo enamorada de John desde los quince años.
Y tampoco creo que lo haya sospechado.

Ninguno de los dos.