¿El gran amor de mi vida?

El lado opuesto de las cosas.

Capítulo dieciséis

Entro a la cafetería y busco con la mirada a John. La cafetería está a rebosar y no logro encontrarlo.

-Mierda, las lentillas. -pienso mientras veo que alguien a lo lejos se levanta. Puto atismatismo astigmatismo.

Me voy acercando y ya lo veo mejor. Sí, es él.

-Hola. -digo tímida.

-A ver, a ver...-me dice mientras me da una vuelta. -hoy si que estás guapísima. -dice con una sonrisa pícara.

-Muchas gracias. Habrás cogido una buena mesa, ¿no?-pregunto cambiando de tema.

-¿Para qué quieres una buena mesa teniendo un buen chico como yo para acompañarte? -dice con una risa seductora.

-Te lo tienes muy creído creo yo eh...-le digo tratando de bajarle el ego.

-Puede ser que si, o puede que no. -dice mientras coje la carta de encima de la mesa. -¿Ya sabes lo que vas a comer? -pregunta dándome la otra carta.

-Una hamburguesa y de beber una san miguel. -contesté sin abrir la carta.

-Está bien, iré a pedir a la caja. No te me escapes. -dice mientras se aleja.

Vuelve a sentarse en frente de mí y noto que va a empezar a hablar.

-A ver, yo se que te sientes mal por tu amiga Cristina. Y no creo que sepas el motivo por el cuál dejamos lo nuestro. -empezó.

-Porque te cansaste de ella. Porque tenías a mil tías a la cola. ¿Por eso? -repeoché en defensa de Cris.

-¿Lo ves? No tienes ni idea. Todos os pensáis que soy de esa clase de chicos. Y sólo porque creéis conocerme. Tenéis una idea muy equivocada de mi, Anne.-dice con tono sincero.

-Soy todo oídos entonces, cuéntame el por qué. Sorpréndeme.-dije.

-¿Te contó lo que pasó en la fiesta de Ruth? -me preguntó.

-Que estuviste tonteando con una chica, ¿no? -comenté.

Soltó una carcajada. -¿Ves? Solo sabéis lo que ella quiere que sepáis. -dijo enfadado. -Fue ella la que estuvo tonteando con otro chico. Aparte Cristina es manipuladora. Me alejó de mis amigos porque decía que pasaba demasiado tiempo con ellos y muy poco con ella. Yo se que tu la quieres mucho, Anne. Pero no es la clase de chica que era cuando jugábais a las Barbies.

-No sabía nada de esto...-dije con la voz rota.

-Anne, tu me gustas. Y me gustas de verdad.-dijo con sinceridad en los ojos.