¿El gran amor de mi vida?

El delegado de clase.

Capítulo cuatro

Siempre pensé que John y yo acabaríamos juntos algún día. Y más cuando en 4° de ESO nos tocó juntos en la misma clase.
Nunca antes había hablado con él, pero tampoco pretendía. Siempre he sido una niña muy muy tímida. Y más si se trata de conocer gente nueva...Ya no digo más si la gente nueva está así de bueno.

Las primeras semanas no coincidimos para nada. Yo me sentaba en primera fila, como siempre. Y él en la quinta fila...Y porque no habían más detrás, que sino...
Pero por alguna extraña razón, John era el delegado de la clase. Aquel que se encarga de llevar la carpeta de faltas de clase en clase dependiendo del horario que tuvieramos.

Un día, se me acercó y me preguntó si había faltado a primera hora del día anterior.
Anoradada contesté que no, que debía ser un fallo, que tal vez se habrían equivocado al poner la falta.

-¿Seguro? ¿No habrás estado haciendo novillos, verdad? -coementó sarcástico.

-No soy como tú. -contesté intentando ser graciosa.

Me miró de arriba a abajo y se marchó sonriendo de manera pícara.

Creo que desde aquel momento mi amor por el aumentó mil veces más.