¿El gran amor de mi vida?

¿Plantón inesperado?

Capítulo tres

Eran las 14:56 y papá no daba señales de vida. Siete llamadas perdidas y no contestaba ninguna.
Después de dejarle los suficientes WhatsApp como para que su Iphone vibrara provocando un terremoto, suena una notificación en el mío.
-Lo siento cariño, me ha surgido una reunión a último momento.

No puedo ir a la comida. Prometo compensarlo mañana. Lo siento otra vez. -leí con cara de furia y decepción a la vez.

No era la primera vez que papá me dejaba tirada por asuntos de negocios, así que no me sorprendió nada.

-Vale, no pasa nada. -contesté secamente. -A ver ahora como coño vuelvo a casa ahora...No he traido dinero para el bus. -dije murmurando.

Intenté llamar a mi madre, la que a las tres llamas contestó. ¡¡Vaya par de padres!!

-Dime hija - dijo con voz alegre. -Ya me he enterado que has aprobado. Me lo ha dicho un pajarito.

-Mi padre, que no se calla ni una. -pensé.

-Estoy muy orgullosa de tí, corazón. - continuó.

-Gracias mamá,yo también de ti. ¿Estás ocupada? -pregunté interesada.

-Un poco, ¿por qué, que pasa? - dijo preocupada.

-Había quedado con papá para comer pero le han surgido problemas, como siempre. -dije con un tono defraudada.

-A las 15:45 salgo de trabajar. Llegaré sobre las 16:00. Si me esperas en la puerta de la Uni paso a por ti y vamos al Mcdonald, ¿te parece?

La verdad esque estoy a dieta, pero...¿quién seresiste a una doble cheese burguer?

-Vale, aquí te espero. Besos. - y colgué.

A todo esto eran las 15:24 y aún me quedaba una larga espera, así que me senté en el banco a esperar mientras revisaba mi Instagram.

Escuché como alguien pronuncia mi nombre a lo lejos.
Volteé mi cabeza y allí estaba, saludando con la mano, la persona con la que menos esperaba encontrarme hoy.