Un Papá Con...16? [NaLu]. Editando.

Una desconocida y acosadora.

Natsu.

Hoy era Martes por la mañana. Zeref ya estaba en su kinder y yo junto con Gray nos dirigíamos a la preparatoria.

— Así que ¿ya conociste a la madre de Zeref? —concluyó Gray una vez le conté todo lo que me había sucedido el día de ayer con la aparición de Lucy; su supuesta madre biológica. 

—Sí, Lucy Heartfilia. Es una niña, no puede ser su madre. —le comenté la observación que había tenido el día de ayer. Si bien, Lucy no parecía ser la madre de Zeref, ya que si le restábamos los cuatro años de Zeref a su edad; sería una niña.

—Sí, la conozco. La empresa Heartfilia esta asociada con la Fullbuster. —confesó Gray. Al menos ya tenía de donde sacar más información sobre Lucy.

—No es por ser egoísta, pero me gustaría que Zeref no tuviera una madre. —dije y Gray solo volteó a verme de reojo.

—¿Todavía recuerdas cómo Zeref llegó a ti? —preguntó Gray y empecé a recordar lo que ya era un recuerdo olvidado. 

—Claro que sí. —como sí hubiera sido ayer. Recuerdo que yo tenía doce años cuando en la escuela me castigaron y me dieron de sanción el trabajar en la escuela como trabajo comunitario al salir de clases. Ese día fue un Viernes por lo que debíamos dejar muy limpia la escuela para el Lunes. Tardamos alrededor de cinco horas limpiando todos los alumnos de detención junto conmigo. Habíamos salido a las nueve de la noche. Recuerdo que Igneel no pudo recogerme y tuve que tomar un autobús de regreso a casa. De camino a la parada del camión pasé por un pequeño callejón que daba al patio de muchos restaurantes, me metí ahí cómo atajo y cuando brinque un enorme bote basura lo conocí. Conocí la chillante voz de un bebe que estaba ironizando a gritos, me acerque a él y lo tome en mis brazos. De alguna forma el bebe había dejado de llorar y se movió entre mi; su diminuto cuerpo se amoldaba a mi cuerpo y eso me causó nostalgia. Recuerdo que lo recogí del basurero y lo llevé conmigo a casa. A medida de que él iba creciendo yo le tomaba más cariño y él a mi, a tal punto de llamarme... Padre.

Ese corto comentario me levantó de una manera el animo y eso me causó gracia. Al menos sabía que Zeref era el único con el poder de hacerlo. Cuando llegamos a la preparatoria todo pasó a la normalidad: Gray ligó con cualquiera, Erza se pegó a nosotros, Sting y Orga ya estaban presumiendo su puesto en el equipo con las chicas y yo sólo permanecí estático en medio del pasillo mientras escaneaba una reluciente cabellera rubia. Por favor no.  

—¡Natsu, hasta que te encuentro! —¡oh por dios! ¡¿yo qué te hice para que seas tan malo conmigo?!

—Lucy ¿qué haces aquí? —le pregunté y ella sólo sonrió.

—Tenemos un vinculo en común y no haré que me alejes de él. —respondió arrugando el entrecejo—. Por cierto, estuve preguntando por ti toda la mañana y al parecer todos te conocen porque me decían: ''llega cuándo le da su gana''. —dijo Lucy y juro que hubiera reído si no se tratara de ella.

—¿Te cambiaste a este instituto? —le pregunté y de la nada el miedo empezó a crecer en mi. Valla que estaba asustado; no quería estar en contacto con la rubia y mucho menos a su alcance.

—Sí ¿no es genial? —se limitó a contestar mientras reía para después mirarme con reproche.

—¿Y qué ganas estando aquí? Sólo falta que trabajes conmigo. —ironicé en su cara y luego me arrepentí por haber creado ideas no muy buenas en su rubia cabeza. 

—No te preocupes. No ocupo trabajar, pero acuérdate que quiero acercarme a mi hijo. —contestó la chica regresandome de vuelta su radiante sonrisa. 

—¿Llegaras de un día para otro diciéndole que eres su madre cuando eras mi novia? —le pregunté con sarcasmo, pero al final sonó más como una afirmación y como si fuera una rutina; los idiotas del pasillo volvieron a guardar silencio justo cuando yo daba esa falsa afirmación. Gracioso ¿no? Que un día digan que eres gay que al siguiente te salga una novia de la nada. Malditos momentos que sólo me pasan a mi.

—Tú lo has dicho. —dijo Lucy guiñándome un ojo para después irse dejándome a mi en medio del pasillo con la mirada curiosa de todos.

—¡Al menos ya no es gay! —gritó Gray matando el silencio después de unos segundos para después seguir deborándose a la peliverde con la que estaba a besos. Estúpido.