Un Papá Con...16? [NaLu]. Editando.

La mañana de Natsu.

Natsu.

Después de dejar a mi hijo en su escuela nos dirigimos a la preparatoria Gray y yo en el auto del Fullbuster.

—Se acerca el día de las madres. —contesté con temor. El día de las madres era cuando Zeref estaba más interesado en saber más sobre su madre y me duele no contestarle porque él sólo es un niño que crece sin una mitad de él. Aparte de que él no tiene madre, su padre tiene 16 años ¿no sería difícil vivir así? No quiero imaginar su situación.

—Distráelo, tal vez ni se acuerde ni de que día es.—dijo Gray sin dejar de mirar el camino como el buen conductor que era, sin embargo eso no me sorprendía. Gray era una de las pocas personas que sabían la verdad sobre Zeref.

Tomé su comentario como uno correcto y guarde silencio en todo el camino rumbo a la preparatoria. Al cabo de unos minutos llegamos a lo que era la cama de Gray ¿por qué digo cama de Gray? Porque es ahí donde Gray consigue a una chica para pasar la noche, el rato o simplemente le renta el cuarto de limpieza al conserje; todo lo que hace el dinero.

—Gray y Natsu, el entrenador los está buscando. —nos dijo Erza que es por así decirlo la chica más popular por ser la capitana del equipo de porristas ¿típico, no? Una presumida cualquiera.

—¿Dónde esta, nena? —preguntó Gray con su típico tono de voz que utiliza para las chicas y noté que Erza se sonrojaba con la táctica galán. Si se preguntan; sí, sí se han acostado. Gray hasta a sus amigas las pasa por su cama y Erza estuvo fielmente comprometida con darle el placer de una noche.

—Los está esperando en la oficina del director. —contestó la pelirroja y si creé que no noté las miradas recelosas que ella le manda a Gray cada vez que le habla es porque me creé idiota. Sin duda alguna esta quiere volver a pasar por su cama, pero Gray no repite porque según él, eso es cómo comer lo mismo cada vez que abres el refrigerador.

—Erza ¿te sentarás con nosotros? —le pregunté para tratar de advertirle que dejara a Gray por el momento. 

—No lo sé, mi equipo me esta esperando. —volvió la mirada a mí—. Por cierto, Natsu. Me dijo una amiga qué si te gustaría salir con ella. —me informó Erza y eso era lo que más temía de todas las chicas. No odio que inviten a chicos a salir pero por alguna razón me molesta que sea a mi a quien inviten: mi vida en la preparatoria es algo anormal; soy el running back del equipo de fútbol americano, probablemente tenga una beca deportiva para la universidad, mis notas son demasiado altas, siempre estoy en el cuadro de honor, pero a nivel popularidad me considero demasiado importante: Gray es el más popular de la preparatoria y yo soy su mejor amigo, así que podría decirse que si era algo reconocido en la preparatoria. No pienso demasiado en fiestas o en mi nivel de popularidad. En realidad lo que me preocupa es poder salir adelante para que a Zeref no le falte nada, ¿quién dijo que ser padre es fácil? Y más cuando se tiene 16.

—Lo siento, Natsu es gay. —contestó Gray tratando de ayudarme. ¿No les ha pasado que justo cuando comentas algo vergonzoso o malo, todos se callan y tu te quedas con cara de "estoy jodido"? Pues justamente eso estaba pasando. Todos los estudiantes del pasillo se callaron en ese preciso momento y escucharon la falsa confesión de Gray, Erza se sonrojó a más no poder y los murmullos de unas chicas lamentándose inundó a los segundos el pasillo—. Perdón, hermano. Pero ahora no vas a preocuparte de que te sigan invitando a salir. —contestó Gray sin ninguna pizca de sinceridad en su voz. Gray sabe todos los motivos por los que no me gusta salir con las chicas o acostarme con ellas ¿sería tonto decir que un joven de 16 años, miembro del equipo de fútbol, popular e inteligente; sea virgen? Porque lamento decir que lo soy. Si antes odiaba que me invitaran a salir chicas creo que ahora odiare más que chicos sean los que me inviten. O simplemente la idea de que me tomen como alguien que no soy me cabrea.