Un Papá Con...16? [NaLu]. Editando.

¿Vivir contigo?

Natsu.

Lucy frente a mi era todo un verso; su rostro sólo demostraba sorpresa y temí que por su cabeza pasara la idea de que esto era una broma. 

—¿Qué dices? —le insistí después de segundos de su silencio, tal parecía que seguía pensándolo. 

—¿Estás hablando en serio?

—Claro, a Zeref le encantará tenerte en casa. —contesté y causé que sus labios se curvaran en una hermosa sonrisa. Ella vendría a mi. 

—¡Muchas gracias! —exclamó y sin previo aviso se lanzó a mis brazos. Rodeó con sus delgados brazos mi espalda y yo la sostuve contra mi pecho. Ver a Lucy, así, era otra faceta que no imaginabam pero que sin duda alguna me encantaba. 

Abracé a la Heartfilia sobre mi desnudo pecho y la sentí sobre mí. Si bien, Lucy era  frágil e impredecible; no sabías cuándo era una fiera y tampoco sabías cuándo era una muñeca de porcelana. Por lo tanto debía tratarse con suma delicadeza si no quería salir mal con ella.

—¿Cuándo vienes a casa? —traté de despegarla de mí, inútilmente, claro.

—Mañana ¿te importaría si me voy mañana? En lo que busco un departamento. —respondió contra mi cuello y a decir verdad, a Zeref le encantaría la idea de tenerla en casa, a mi no me importaba y a Igneel le daba igual; no pasaría nada si la rubia se quedaba unos días en nuestro departamento. 

—Por supuesto, ahora sal qué debo ducharme. —me hice a un lado y Lucy se separó de mi para después salirse de las duchas, pero no sin antes sonreírme como ya era su costumbre. 

Terminé de desvestirme y tomé un baño, realmente necesitaba calmarme. El juego de hoy había sido duro para mi y para el equipo, pero no me preocupaba, sabía que el equipo estaba conformado por muy grandes jugadores que sacarían adelante el juego y que harían de mi ausencia algo nulo en el partido, a parte, quedaba Gray; el mejor jugador y capitán del equipo, repito: no había nada que me preocupara. 

Mi ducha no fue muy larga, pero para cuando terminé, el juego también lo había hecho y todos los jugadores del equipo entraron a las duchas mientras festejaban, gritaban y en el caso de Gray, insultaban. 

—¡Dragneel, adivina quién ganó! —se dirigió el capitán a mi en cuanto me visualizó en las duchas. 

—Eso es tan obvio. —contesté indignado y enseguida ya tenía a todo el equipo de fútbol rodeándome, esto sólo significa una cosa:

—¡Otra victoria más a Fairy Tail! —cantamos a coro nuestro himno de victoria, porque eso era; no importaba el deporte o contra quién compitiéramos, una victoria de Fairy Tail era una victoria, así de simple. 

Enseguida todos empezamos a abrazarnos entre sí, a gritarnos eufóricos lo cuánto deseábamos la victoria y por unos segundos nuestros problemas y el mío pasaron a segundo plano. 

—¡Todos en mi mansión, habrá fiesta! —gritó Gray y cabe resaltar que las fiestas de Gray eran las más importantes y famosas del instituto. Todos querían ir a cualquiera de sus reuniones, pero no todos estaban invitados, aunque en las fiestas de victoria se hacía una excepción, en estas fiesta el propósito era que el mayor número de estudiantes festejaran el cómo Fairy Tail destacaba en todo lo que hacía. El fútbol siempre era su fuerte. 

Gray y los demás tomaron una ducha mientras yo fui hasta donde se encontraba mi familia, pero mi sorpresa fue encontrarlos en medio del pasillo caminando hasta las duchas en lo que sería mi búsqueda. Igneel venía a unos metros detrás de Lucy y de Zeref, mientras estos dos últimos sonreían en mi dirección y después de unos segundos, mi hijo corrió hasta donde me encontraba y sin pensarlo lo tomé en mis brazos y besé su frente.