Tú seras mía...
Ahora empezaba a tener más sentido todas las cosas de aquella noche, empezaba a sospechar su propósito... Yo.
-Sí no te vas en este momento, llamare a la policía.-. Lo amenace pero solo recibí una carcajada burlona de su parte.
-¿En serio crees que tomaran un delito de hace 4 años?.-. Preguntó él y volvió a reír.
-Pero la denuncia ya esta hecha.-. Dije y él paro de reír bruscamente para girarse hacia mí.
1... 2... 3... 4...
Su rostro era pálido, demasiado para ser normal. Su cabello era negro y largo, tanto que tapaba su ojo derecho. Tenía una cicatriz que atravesaba su nariz con una longitud de unos 10 centímetros. Sus ojos eran de un extraño rojo carmín que sobresalía entre este oscuro escenario. Llevaba una capa negra con detalles dorados, una playera gris, unos pantalones olgados y unas botas negras.
-Aún así. Yo sé que retiraras esa denuncia.-. Dijo él y sonrió de lado, con una perversa sonrisa.
-¿Qué te hace creer eso?.-. Le pregunté de vuelta y limpie las lagrimas de mis ojos.
-Sí no lo haces... Te juro que mato a tu familia, a la del Dragneel, a ti y después me mato yo.-. Dijo él sonriendo perversamente.
-No sí antes te meten a la cárcel.-. Dije y él se acerco a mí, nuevamente.
-Sí dejas al Dragneel y a tu familia, para venirte conmigo... Te prometo que vivirán, te prometo que superaran tu huida, te prometo que no les harás falta, te prometo que sabrán vivir sin ti... Solo ven conmigo.-. Dijo esta vez más dulce, pero sin quitar el tono de perversidad en su grave voz.
-Mi hijo me necesita.-. Trate de quitar el nerviosismo en mi voz, pero solo logre que él supiera intimidarme.
-¿Tú crees que te necesita?, ya vivió los 4 años más difíciles de su vida y todavía crees que él te necesita. ¡¿TODAVÍA CREES PODER LLEGAR ASÍ COMO ASÍ Y HACER QUE ÉL TE NECESITE?!.-. Me grito en la cara, pero lo único que hice fue reconocer dónde había escuchado estos mismos reproches... De Natsu.
-¿Qué te hace pensar que...-. Me vi interrumpida por un grito familiar.
-¡LUCE..!.-. Escuche gritar a Natsu.
-¡NATSU, AYUDA..!.-. Le grite de vuelta y enseguida note su silueta acercarse hasta nosotros.
Natsu corrió hasta donde nos encontrábamos y cuándo llego me sonrió como solo él sabe hacerlo... Realmente reconfortante.
-¿Qué haces aquí, Luce?.-. Pregunto Natsu y se acerco hasta quedar frente a mí, sin quitar su sonrisa.
-¡Natsu, mira!.-. Grite y apunte hasta donde se encontraba aquel misterioso señor. Pero para mi sorpresa, él ya no estaba.
-Luce, ¿estuviste llorando?.-. Pregunto él y paso sus pulgares por mis mejillas, eliminando todo rastro de lagrimas.
-Natsu... Él estuvo aquí.-. Pronuncie débilmente y volví a soltar más lagrimas.
-¿Quién?.-. Preguntó él y me abrazo.
-Él... Estuvo aquí.-. Volví a murmurar. Pero solo conseguí que Natsu me apretara más contra él.
-No sé quién sea él. Pero aquí estoy yo. Recuérdalo, nada malo te pasará mientras yo este contigo.-. Dijo él contra mi oído y recordé la vez que dormimos juntos debido a que aquella pesadilla volvió a recordar mis miedos, pero él estaba ahí.
Aquí estoy yo y no dejare que nada te pase...
Él había cumplido su promesa, al menos hasta este momento la estaba cumpliendo.
-Gracias por estar aquí.-. Murmure y levante la mirada para observar esos ojos jade que me miraban con preocupación.
Después de eso, hice algo de lo que tal vez me arrepentiría o nunca olvidaría porqué... Porqué bese a Natsu.
Busque su contacto con mi boca y cuándo lo encontré... No lo solté. Moví mis labios marcando un ritmo lento. Natsu no me soltó, mantuvo sus brazos alrededor de mi espalda e igual de apretada contra él.
La tarde ya se había ido, dejando a las estrellas decorando el obscuro cielo, pero dejando a la luna como anfitriona.
Natsu siguió mi ritmo y enseguida note como una de sus manos se separaba de mi espalda para tomar mi nuca y profundizar el beso. Un beso del que estaba segura no me arrepentiría.
Sí un abrazo de él era calmante y relajador. Un beso era más de lo que esperaba, era su fuerte.
Besarlo era desconectarte de todo. Era olvidar 2 + 2 en un examen de historia y luego recordar que ni siquiera estas haciendo un examen, era sentir a un montón de gigantes pelear por comida dentro de tu estomago, era sentir pasar un sismo por todo tu cuerpo, era sentirse el objeto más delicado entre sus brazos, era sentirse amada ante sus caricias, era olvidar que mi familia estaba amenazada de muerte... Era olvidar que fui violada y que nunca me enamoraría de nadie, porque este beso me estaba indicando que estaba perdidamente enamorada de él mas grande idiota, pero él único con el poder de despertar estos sentimientos que tenía miedo de revelar desde hace 4 años.
Pero olvidaba eso y más con sus besos, porqué él era el mejor besador en la tierra, al menos el mejor con el que me eh besado; con este beso me demostró cariño, delicadeza, a sentirte en el cielo de tanta dulzura... Te hacía sentir querida y amada. O así lo sentía yo por el simple hecho de que estaba enamorada.
Apostaba que él estaba sintiendo lo mismo que yo al besarnos... Pero no sabía si él estaba enamorado, como yo lo estaba de él. Porqué sí, estaba enamorada de él y hasta ahorita lo note.
Quién lo diría... Natsu, el joven que podría ser mi mayor amenaza para estar con mi hijo, se convierte en otra razón para estar con mi hijo y volver a ser feliz.
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Un Papá Con...16? [NaLu]. Editando.
Fanfiction[En edición]. "Hola, mi nombre es Zeref Dragneel, mi padre se llama Natsu Dragneel y tiene... 16?" La razón por la cuál un adolescente de tan sólo dieciséis años debe cargar con la responsabilidad de ser padre es secreta para el mundo, o para el mun...