Un Papá Con...16? [NaLu]. Editando.

El papá de Zeref.

Natsu.

El tema de Lucy se había esfumado con los minutos de clase, al final había dejado de ser tan exótico para ser uno de los comunes problemas en los adolescentes. Pero nada como mi supuesta homosexualidad, eso no lo olvidaría ni el más invisible de los estudiantes.

Me encontraba caminando hacia el paradero del autobús para recoger a Zeref nuevamente. Gray hoy tenía junta con el entrenador y yo también la tenía, pero él cargaba con todo ese trabajo para que yo pudiera recoger a mi hijo. 

—¡Sube! ¡Yo te llevo! —gritó una voz chillona que reconocí como la de Lucy. Volteé de reojo para observarla y afirmativamente estaba ella sobre su lujoso y caro auto blanco siguiéndome el paso a unos metros de mi.

—Prefiero caminar, gracias. —grité de vuelta a la rubia tonta que a pesar de mis advertencias seguía detrás mío. 

—¡A tu paso nunca recogerás a Zeref! —me gritó de vuelta la rubia y una vez procesé lo que había dicho, supe que en verdad llevaba tiempo acosándome, o como ella le dice: investigando. 

—¿Tú cómo lo sabes? —le pregunté imaginando la posible y obvia respuesta a esa boba pregunta.

—Te dije que te estuve investigando. —respondió y pude sentir como sonreía—. ¡Ahora entra! —gritó y yo en acto de idiotez; me monté en su llamativo auto. Mal hecho, Natsu.

—Bien, —pronunció una vez subí. Sabía que algo saldría mal—. Quiero saber más sobre mi hijo ¿qué color es su favorito? —preguntó Lucy.

—El negro.

—¿Cuál es su pasatiempo?

—Jugar fútbol junto conmigo.

—¿Tiene un segundo nombre?

—No.

—¿Qué tipo de música le gusta?

—A él le gusta el... —pensé la respuesta, por lo que contesté—: ¡Ya cállate! —grité. ¿Acaso también preguntaría cuántas veces iba al baño?

—¡Por Dios! Quiero conocer más de él. —me gritó Lucy de vuelta, pero más fuerte. Eso no me lo esperaba.

—Tú no eres nadie para conocerlo. —le solté con molestia.

—¡Soy su madre! —volvió a gritar la Heartfilia.

—¡Su madre murió al darle luz! —grité en su cara y ella sólo arrugó su ceño. Estaba molesta, pero yo también lo estaba y nada bueno saldría de esto. 

—¡Yo esto... —iba a seguir pero la interrumpí:

—¡Al menos tiene un padre que no lo abandone como el otro! —corrompí con sus gritos y ella ante sus reflejos; sólo optó por no quedarse callada. 

—¡Ni siquiera yo sé quién es su padre! —contestó y vi el arrepentimiento en su rostro. Al parecer detrás de esto había algo muy grave y si incluía a Zeref, también me incluía a mi. 

—¡Para el auto, ahora! —le ordené y Lucy así lo hizo. Aparcó el auto en el pequeño estacionamiento en un mini súper de paso. Esta platica sería larga si la rubia no cooperaba y claro que no me la dejaría fácil—. Ahora dime ¿quién es el padre de Zeref? —le pregunté firme y Lucy sólo volteó su vista hacia la calle para no darme la cara. Bastante valiente de su parte.

—Creo que debemos irnos. —respondió Lucy en un susurro para obviamente: evadir el tema. No era tan estúpido como parecía. 

—¡Dímelo ya! —le dije levantando la voz un poco más que la vez pasada.