Capítulo 17.

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Cuando vean esto "*", si quieren y pueden, pongan la canción que les deje, es para que puedan adentrarse más en la historia :) Pueden repetir la canción hasta que termine el cap jajaja.

Opal pudo hacer realidad la mentira que le había dicho a su hermano. Se había alejado de Athan. Fue difícil y fácil de una forma complicada. Estar cerca de él era como tirar de una cuerda; a vecés esta tiraba de ella hacia el chico de tatuajes, y otras vecés la dejaba suelta, para pueda salir corriendo si quisiera.

En las tutorías de lo único que se hablaba era de la física, la castaña ya no hacía preguntas ni aceptaba ir con él en la moto. No lo vio en el gimnasio donde ella practicaba boxeo por algunas tardes.

Debía sentirse feliz de poder cortar la conexión con el chico de tatuajes, como si fuera un fino hilo. Pero no lo estaba. De alguna forma, el hecho de estar lejos de él se volvió un suplicio. Tal vez se debía a que se había acostumbrado a la presencia de Athan en sus días, que ahora todo parecía monótono y sin gracia: levantarse, ir al instituto, volver, estudiar, entrenar y dormir. Lo más fuera de lo normal había sido cuando salió con Cloë a comprar el vestido para la fiesta, ya que su madre había insistido tanto que tuvo que aceptar antes de que taladre su cabeza.

Y otra cosa para odiar aquella semana; las chicas se acercaban a ella, confundidas, enfadadas o sorprendidas preguntándole si era cierto que iría al baile con Maxon. Luego de la cuarta chica, que la había mirado con odio —y siquiera estaba en sus clases—, intentó ocultarse y pasar inadvertida en todo sentido. No fue difícil, el Baile de Otoño hizo una revolución en todos los alumnos, como cada año. Opal ya estaba cansada de caminar por los corredores y siempre escuchar la palabra «Baile», «sábado» o «pareja» en las bocas de las personas. Para cuando llegó el sábado, la castaña estaba reacia a ir a la celebración, aún teniendo de pareja a Maxon Beham. Estaba por fingir gripe, pero ella pensó que no era así, ya tenía el vestido, había prometido a su mejor amiga que estaría ahí y no iba a dejar plantado a un chico, por más que sea un mujeriego.

Así que se bañó, se secó el cabello y se peinó haciendo una media coleta en su cabeza, y haciéndose bucles en todo su pelo. Se maquilló sutilmente, delineando sus ojos por debajo, colocando sombra en los párpados de un color plateado, se puso máscara en las pestañas y pintó sus labios con un brillo labial. Luego se colocó el vestido, el cual era azul y strapless. Era ajustado, hasta la mitad del muslo y una tela más fina y trasparente del mismo color caía desde la cintura hasta sus tobillos, el cual dejaba un espacio para que se vean sus piernas. En el torso había un detalle plateado, por lo que se puso unos tacones de igual color. Con solo calzarse dos minutos, supo inmediatamente que sus pies iban a sufrir mucho esa noche, aún cuando el tacón no era tan alto...

Se estaba dando los últimos toques en el cabello cuando tocaron el timbre. Opal se vio por última vez al espejo y bajó. Su madre había abierto la puerta, por lo que no pudo ver a su pareja hasta que estuvo en el umbral.

La castaña sintió que su corazón casi se salía por su boca, de una buena forma, si es que la había. Con suerte no se cayó al suelo con esos tacones y la sorpresa que se llevó.

Athan estaba vestido con traje negro, corbata negra y camisa del mismo color. Su cabello estaba peinado hacia atrás, aunque un pequeño mechón caía a un lado de su atractivo rostro.

—Athan —murmuró casi sin aliento.

El chico de tatuajes la miró. Sus ojos negros, rodeados por aquellas pestañas gruesas, recorrieron su cuerpo como un joyero miraría una joya; admirando detalladamente cosas que las demás personas nunca podrían llegar a ver o entender.

Su madre también la miró, expresando con su rostro confusión, ya que ella sabía que iría con un chico llamado Maxon.

—Buenas noches —le dijo él con su voz grave y levantando una de las esquinas de su boca.

The Guy of Tattoos© (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora