Narra Alia
Por fin he conseguido separar a Zoey del banco. Después de pataletas y gritos como "¡Déjame con el banco, lo quiero más que a ti!" o "Estoy demasiado cómoda y cansada como para moverme" hice la hazaña de levantarla, no sin antes sufrir por la vergüenza de sus gritos y quejas delante de todo el que pasaba.
Ahora vamos a casa de Marga, yo por detrás de Zoey para evitar que se pare. «Allí tenemos que preguntar sobre el humo y las sombras de las que hablaba Idris». Pensé mientras conseguía hacer andar a Zoey hacia delante.
Llegamos a la casa a los cinco minutos, pues la tienda no estaba muy alejada de ella, y nos acercamos a paso rápido al ver que Meri estaba esperándonos en la puerta.
—Por fin llegáis, Elisa y yo llevamos esperando un buen rato, y los chicos todavía no llegan. —Meri nos cogió a ambas de las manos y nos atrajo al interior de la vivienda.
—No te preocupes, seguro que llegan pronto —Zoey parece haberse despertado, porque por fin dice algo sin bostezar.
—Meri, no sabrás por casualidad donde está Marga, ¿verdad? —La niña me dio una sonrisa pícara, y mientras levantaba su barbilla de manera imponente señaló las escaleras que conducían al primer piso.
—Esta en su despacho, en el primer piso. Os dejo que voy a jugar. —Meri se fue pegando botes, y Zoey y yo la contemplamos hasta que su mata pelirroja desapareció de nuestra vista.
—Esta niña no para de sorprenderme. —La chica sonrió mientras subía los escalones y yo la seguía a paso lento.
—Meri siempre ha sido una niña diferente. —Sonreí al recordar a Meri vestida de mago, con su melena rojiza como barba, y un cono como sombrero. La pequeña intentaba maldecir a Handson, mientras recitaba palabras delante de uno de sus cuchillos. La pobre lo intentó toda la noche, pero lo único que consiguió fue agotarse al día siguiente.
No la dejé volver a intentarlo.
Mientras pensaba habíamos llegado a la primera planta, y Zoey me había guiado hasta el despacho de Marga. En el que ella leía, absorta del mundo, un gran pergamino antiguo.
—¿Marga? Podríamos hablar... —La señora levantó la cabeza a la mención de su nombre, y al escuchar mi petición dejó el pergamino a un lado de la mesa.
—¿Que ocurre niñas? —Marga hincó los codos en la mesa y apoyó la barbilla en su mano derecha mientras nos hablaba.
—Queremos saber que son las sombras. —Zoey se acercó más a Marga, y esta abrió los ojos como platos a la mención de las sombras.
—¿De donde habéis sacado ese nombre? —Zoey y yo nos sentamos en unas sillas al frente de Marga, y comenzamos a explicarle todo lo ocurrido esta mañana.
—Veo que ya aparecen... —Marga pasó su mano por su melena negra, y se levantó de la mesa en la que se encontraba—. Debemos esperar a la llegada de los demás, prefiero contarlo a todos a la vez. Lo único que os pido es que cuidéis vuestras espaldas.
La mujer nos echó de su despacho después de tan siniestras palabras, y Zoey decidió bajar a comer.
—¿No tienes curiosidad? —Zoey me miró con una mezcla de horror y repulsión, y yo hice caso omiso a su expresión mientras esperaba una respuesta por su parte.
—Sinceramente, no. Esto parece peligroso, y si meto la cabeza más en el hueco puedo acabar degollada. Además, este mundo no se merece perderme. —La chica sonrió con alegría, y se limpió una lágrima imaginaria.
—No sabía que fueras tan egocéntrica. —Zoey pasó su brazo izquierdo por mis hombros, y me llevó a la cocina mientras hacía gestos con su brazo libre y a la vez hablaba.
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Alia y la leyenda de los ocho [CSAwards2016]
Fantasy✴Tercer puesto en el concurso CatsAwards2016, categoría Fantasía. Al principio era solo un planeta, Ypalion. Este fue elegido por los dioses para comenzar a crear su propio mundo, pero no todo salió como planeaban... ¿Cómo iban ocho dioses, algunos...