♦19♦ De camino a Fearas (Parte 1)

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Alia

Antes de que pudiera darme cuenta la luz del día alumbró mi habitación, provocando que yo y Archer nos levantáramos sin apenas interés.

Anoche le pedí que se quedara junto a mí para saber todo lo ocurrido en el Eius, pues cuando desperté había pasado bastante tiempo desde que se acabó la fiesta.

-¿Estás bien? -Asentí con un gesto de cabeza al rostro preocupado de Archer, y el chico no tardó en levantarse de la cama para luego extenderme la mano.

-Gracias -La acepté con gusto y el chico me ayudó a levantarme, pues por muy bien que me encontrara no podía negar el hecho de que estaba agotada.

-No te preocupes por el agotamiento; en un par de horas te recuperarás. Solo debes comer y descansar por hoy. Ya nos encargaremos nosotros de hablar con Marga. -Acepté su ayuda con sinceridad y me dispuse a entrar al baño.

Antes de cerrar la puerta despedí a Archer con un gesto de manos que correspondió, para luego marcharse no sin antes cerrar la puerta de la habitación. En ese instante comencé a quitarme el camisón y a llenar la tina con agua caliente.

El baño se llenaba de vapor, y podía ver como los espejos se empañaban por este humo que el agua despedía. Cuando estuve lista me sumergí en la tina, y dejé que el calor del agua relajara mi cuerpo; tranquilizándome y haciendo que me alejara por momentos de la realidad.

(...)

Por desgracia lo bueno no es para siempre, y una hora después estaba bajando por las escaleras, dirigiéndome a las cocinas en busca de algo para desayunar.

En la sala me encontré con Aksel y Zoey hablando, esta última sonrió con efusividad cuando nuestras miradas se cruzaron. La chica pegó un grito de alegría y corrió hacia mí de forma exagerada, para acabar abrazándome con fuerza.

-Te prohíbo que me pegues esos sustos nunca más. No me puedo creer que me hicieras ponerme en el peor de los casos, odio ponerme en el peor de los casos. -Zoey comenzó a hablar a una velocidad pasmosa, provocando que ni yo ni Aksel lográramos entender algo de lo que decía.

-Espera Zoey; detente. -La chica dejó de hablar al momento, dirigiéndome una mirada cargada de odio por no haberla escuchado-. No logré entender nada de lo que dijiste, lo siento; pero hablas muy rápido.

-Es igual, el caso es que estás bien y eso es lo que importa. -Abracé con cariño a la chica, bajo la atenta mirada de Aksel; cuyos ojos viajan de mí a Zoey y viceversa.

- ¿Que se cuentan chicos? ¿Algo interesante hoy? -Me acerqué a la alacena bajo la mirada de ambos chicos y saqué unos pequeños dulces, perfectos para mi desayuno.

-

-¿Lo dudabas a caso? -La ceja alzada de Aksel me hizo comprender que tenía un plan entre mentes, en el que seguramente estaría incluida sin mi conocimiento-. ¿Que te parece mi genial idea de visitar Fearas?

Lo medité durante unos largos segundos bajo la mirada atenta de ambos chicos. Nunca había ido a visitar el pueblo, pero conocidos míos que si habían ido allí comentaron las grandes invenciones que se fabricaban en aquel poblado. Seguro que Aksel quiere algo en especial.

-¿Y a que se debe tu interés por visitar ese pueblo lleno de inventos? -El chico soltó una leve carcajada, para luego responder con total emoción-. Porque allí hacen carretas mágicas. ¡Carretas mágicas!

Una sonora carcajada escapó de mis labios, provocando un fuerte sonrojo en mis mejillas y que la mirada de ambos; asombrada y vibrante, se posara sobre mí con más intensidad que la primera vez-. Ya entendí... -Zoey acabó contagiada de nuestras risas, y fue su turno de reír; permitiéndome desayunar por fin.

Alia y la leyenda de los ocho [CSAwards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora