♦15♦ Eius (Parte 1)

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Alia

Ya han pasado muchos días y muchas noches desde aquel incidente; y antes de que me diera cuenta llegamos al día esperado. La celebración más importante para un mago y el día en el que hablaría por primera vez con mi diosa. Pero... el día no comenzó como esperaba.

Entré en el salón a toda prisa, y saltando sobre uno de los sofás logré evitar que mi perseguidora me diera caza.

―¡Archer! Sálvame. ―Salté sobre el chico y este me atrapó al momento. Se puso frente a mí y encaró a Zoey, que llevaba una brocha de maquillaje en su mano y no parecía tener miedo de usarla.

―¿Qué ocurre? ¿Y por qué Zoey parece querer matarte con una brocha? ―Archer no parecía tomarse el asunto en serio, pero por suerte para mí tampoco dejaba que la chica se me acercara.

-Archer, tengo que preparar a Alia para esta noche. No ves que debe ir maquillada al Eius... Yo solo la quiero ayudar. -La chica bajó los brazos apenada y recé porque Archer no cayera en un truco tan viejo.

-Venga Alia, ve con ella -Bufé mientras Archer comenzaba a empujarme hasta la habitación de Zoey, en la que esta había preparado todo lo necesario para ambas.

Al segundo el chico se marchó, y me dejó en las manos de Zoey; en sus inexpertas e inseguras manos... «Tengo algo de miedo».

Zoey no dudó un segundo en ponerme en una gran silla y sujetar mi cabello con una cinta. A continuación cogió las sombras de ojos y comenzó a experimentar en mi cara.

-¡¿Qué haces?! Eso es demasiado, ¿no? -Negó con la cabeza haciéndose ver ofendida, y al momento dejó las sombras para pasar a mis mejillas.

-Ya verás que luego quedas estupenda. El vestido es blanco y celeste y no pretendo variar la paleta de color; estarás genial. -Asentí algo más convencida y cerré los ojos dejándome llevar, no servía de nada luchar.

[...]

-Ya estás. -Zoey comenzó a saltar y aplaudir de la emoción, a la vez que me pedía me cambiara de silla-. Ahora me voy a maquillar yo así que espera un poco, y no toques tu cara.

Estaba ansiosa de ver cómo había quedado, y no paraba de golpear mi pie contra el suelo produciendo un sonoro ruido que por suerte no molestaba a Zoey. «Tampoco es que pudiera haber parado de hacerlo aunque quisiera».

-¡Alia! -Meri corrió hacia mí pero se quedó parada a mitad de camino, con la boca abierta de la impresión y los ojos como platos-. ¿Qué te hiciste en la cara?

-¿Me veo mal? -Estuve a punto de coger un espejo para comprobar mi rostro pero la mano de Elisa me detuvo.

-Estas genial, no te preocupes. Meri hace una montaña de todo. -La rubia señaló a su amiga, que seguía observándome sin alterar su rostro.

-Pero... Es que estás estupenda. -La niña habló de nuevo, para al segundo inflar sus mejillas ofendida por el comentario de Elisa. Yo por mi parte solo acerté a acariciar su cabellera rizada y agradecer su comentario.

-Hola chicas. -Zoey acababa de volver de ver su trabajo ya hecho en el baño, pues había tenido la gran idea de no colocar espejos cerca de mí para que no pudiera verme-. ¿Van también a la fiesta?

-Por supuesto, nunca nos perderíamos la ocasión perfecta para llevar vestido. -Zoey asintió al comentario totalmente cierto de Elisa, y me miró preguntando cómo se veía.

-Fantástica. -La chica se había puesto una suave sombra plata y un labial rojizo. Sus mejillas tenían una leve sombra rosada camuflada en su oscura piel, y sus ojos centelleaban como auténticas estrellas-. La mejor y más hermosa maga de la fiesta, sin duda.

Alia y la leyenda de los ocho [CSAwards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora