Narra Alía
Archer me llevó a su habitación, donde tenía vendas y demás cosas para la torcedura.
-Esto va a dolerte un poco, coge la toalla y muerde -El chico me paso una pequeña toalla enrollada y cuando la mordí un ataque de arcadas llegó a mi boca. No me dio tiempo a quejarme pues justo después el pie empezó a dolerme como si me quemara.
-¡Ag! -era lo único que podía decir por culpa de la toalla.
Cuando Archer dejó mi pie ya en su sitio lo untó con algo para que no se inflamara «O eso dijo Archer para que dejara de quejarme» y me lo vendó antes de colocarlo sobre un cojín en alto.
Por fin pude sacar la toalla de mi boca. Seguro que si no la uso me habría roto algunos dientes, o me habría cargado el brazo de Archer con mis uñas- ¡Parecía un perro! -Archer comenzó a reirse de mí, y yo como una persona muy madura, crucé mis brazos y aparté la mirada de él visiblemente indignada y con los cachetes inflados.
-Eh, Alía, no te enojes. Sabes que eres mi favorita. -Me giré con una sonrisa en el rostro y me tiré encima del chico.
Archer comenzó a hacerme cosquillas por todas partes, y estuvimos un rato riendo como locos hasta que por fin pude hablar ya un poco más calmada- Eres un dulce, me van a entrar celos cuando tengas novia. Esto sólo lo puedes hacer conmigo -El chico comenzó a reir falsamente «Lo sé porque antes si reía de verdad» y evitó mi mirada.
-Espera, tu no has tenido novia -Las mejillas de Archer se colorearon y una sonrisa maligna se formó en mi rostro.
-Ya verás que te encuentro una novia, con lo mono y bueno que eres seguro que ninguna se resiste -El chico me miró suplicante y me agarró ambas muñecas- ¿Qué pasa Archer?
-Jura que no le vas a contar a nadie lo que voy a decir. Te lo digo a ti porque te he cogido mucha confianza y sé que no lo dirás -Yo asentí varias veces con la cabeza, y Archer tragó saliva antes de hablar «Me estoy asustando, que me quiere decir que es tan importante»- Yo... a mi me gustan... los chicos -Lo último lo dijo en un susurro, y mirando hacia abajo con un gran rubor.
-Wow -El chico me miró apenado, pensando que le diría algo malo- pensé que me dirías algo más secreto...
Archer me miró perplejo y yo sólo le sonreí de vuelta- Ya sabias que soy... ya sabes -negué con la cabeza y Archer parecía cada vez más confuso.
-No lo sabía, siquiera me lo imaginaba, pero no es nada malo. Cada uno tiene sus gustos y no vas a dejar de ser nuestro amigo porque te gusten los chicos -Archer estaba eufórico y me lanzó por los aires para luego atraparme en un arrebato de alegría.
-Eres la mejor, enserio -El chico me dejó en el suelo, pero al apoyar el pie este me empezó a doler. Archer vio mi cara y me dejó tumbada en su cama- Venga duerme, no podrás llegar a tu habitación sin hacerte daño.
-Pero ¿Y tú? -Me siento fatal porque no duerma en su cama por mi culpa.
-Dormiré en mi sillón, y no, no me harás cambiar de opinión -decidí no intentarlo más, y le deseé buenas noches cuando el chico apagó la vela que alumbraba la habitación.
••••★•••••★•••••★•••••★•••••★•••••★••••
No podía dormir, giraba una y otra vez en la cama, pero mi cuerpo no quería descansar.
Me levanté algo cansada, y miré donde me encontraba. Paredes azul cielo, muebles grises y blancos y cama de sábanas azul y gris. No, esta no es mi habitación. «Será otro sueño».
ESTÁS LEYENDO
Alia y la leyenda de los ocho [CSAwards2016]
Fantasy✴Tercer puesto en el concurso CatsAwards2016, categoría Fantasía. Al principio era solo un planeta, Ypalion. Este fue elegido por los dioses para comenzar a crear su propio mundo, pero no todo salió como planeaban... ¿Cómo iban ocho dioses, algunos...