Alia y la leyenda de los ocho [CSAwards2016]

♦13♦ A trabajar

Como podréis comprobar en este capitulo el nombre la protagonista no lleva tilde. Esto es porque (aunque yo dcidí colocarla sabiendo que el nombre no la lleva) me mando un mensaje una de mis lectoras (un beso a ella. Tu sabes quien eres XD) diciéndome que el nombre estaba mal.
Después de pensarlo mucho decidí cambiarlo, así que ahora en ALIA.

Se despide, Green-ink18

Alia

Ha pasado una semana desde esa clase intensiva con Marga. Después de ese día comencé a practicar con la varita, y a mejorar mis "tores". Además de que he practicado con Zoey todo tipo de golpes con mi magia, pues la suya es muy semejante, y también ni manejo de la espada con Archer.

Llevo toda la semana trabajando, y ahora que por fin puedo descansar no me dejan. Aksel está molestándonos a Archer y a mí para hacer algo cosa que no se me apetece.

-Venga Alia, vamos a hacer algo. Me aburro, y no se me ocurre nada. -El chico estaba arrodillado a mi lado, y yo estaba tumbada en el sofá de la izquierda, con Archer enfrente-. Venga, hazlo por mí.

-Mira Aksel, por quinta vez, si a ti que quieres hacer algo no se te ocurre nada menos a mí. ¿Entiendes? -Archer soltó una carcajada mientras veía a Aksel levantarse cabizbajo, y aunque me golpeó la pena intenté resistir y no dejarme llevar por su cara de niño pequeño.

-Vas a tener que buscarte a otro Aksel. -El chico puso sus brazos detrás de su cabeza y se acomodó un poco después de hablar. Aksel mientras parecía cada vez más desanimado.

Nos quedamos un tiempo en silencio, sin ningún ruido molestando y nada más que la luz de la mañana y la suave brisa quue Archer producía al mover su mano. Todo era perfecto, tranquilo... Hasta que alguien llegó y destruyó nuestro remanso de paz.

-¡Alia, mira que le he comprado a...! -Zoey entró a toda velocidad y gritando a todo pulmón, hasta que posó su vista en Aksel y comenzó a callar poco a poco-. Eh Alía, ¿puedes venir un momento?

Me levanté lentamente, maldiciendo a Zoey por sacarme de allí y cuando crucé la puerta pude escuchar la risa de Archer a la vez que un soplo de aire despeinaba mi cabello. «Será mala persona, además de burlarse me despeina».

-Bueno Zoey, ¿qué ocurre? -La chica sonrió alegremente y me extendió una capa de tela marrón con un estampado de tronco de árbol.

-Es el regalo que compré a Aksel por el Eius -fruncí mi rostro al escuchar que era. «¿Había que comprar regalos?»-. No me digas que no has comprado nada -sonreí a la chica de la forma más inocente que pude, y esta comenzó a reír.

-No lo sabía, creí que los regalos nos los daban, pero no que tendríamos que comprarlos. No tengo tálahs; ¿qué voy a hacer? -Zoey se acercó a mí y me cogió de la mano para sacarme de la casa. Por suerte no iba con el camisón y llevaba mi varita conmigo.

-Vamos a conseguirte un trabajo de un día. La gente necesita magos para casi todo: desde cazar a un zorro a curar una gripe grave, aunque eso último lo hacen pocos, como tú. Seguro que encontramos algo. -La chica me iba enumerando los trabajos que podría realizar, y a la vez elogiaba mi magia; todo eso mientras nos acercábamos al centro de Piuma «Ahora que lo pienso... La otra vez, cuando fui con ella a comprar el vestido, llegamos en unos segundos. Pero el camino es largo... Bueno, luego le preguntaré».

El centro de Piuma era una gran plaza, que estaba, por cierto, rebosante de vida. Numerosas personas hablaban entre ellas o gritaban llamando la atención de posibles clientes. Varios carros transportaban objetos importados de tierras lejanas y muchos otros vendían piezas tradicionales de la ciudad.