Mundo cerrado, heridas abiertas (Basado en Suicide Room)

14 (editado)

***

El sonido del timbre de entrada me despertó, intenté levantarme pero la muñeca me dolió bastante cuando hice presión sobre ella, hice una mueca de dolor y miré la muñeca, estaba ensangrentada, fui al baño privado a por más gasas y cuando estuve lista llamaron a la puerta, no me había puesto el sweater de nuevo cuando Mary habló.

-Oye Christine, Dominik vino a verte ¿Lo dejo pasar?- suspiré, no quería hacer nada hoy pero me supuse a qué vino.

-Bien, dile que espere en la sala, yo me voy a alistar- ella bajó y yo me simplemente me cambié a una ropa cualquiera, revisé que todo estuviera bien y bajé, Dominik estaba viendo hacia las escaleras así que me vió venir cuando bajé. Hizo ademán de querer levantarse pero esperó a que yo me sentara- Hola- dije cuando estuve a su lado.

-Hola... ¿Por qué faltaste las últimas lecciones del día? Tuve que decirle a las profesoras que tu dolor de cabeza era muy fuerte y te mandaron a casa, por suerte para ti me creyeron.

-Gracias -respondí simplemente.

-No has respondido mi pregunta -reclamó frunciendo el ceño.

-No quiero hablar de eso, que yo recuerde teníamos un plan para fin de clase ¿Vamos a tu casa?- dije forzando una sonrisa que él creyó.

-¿Que pasó allá arriba?- dijo aún inseguro.

-Nada, estaba durmiendo y cuando llegaste me tuve que cambiar- en parte era cierto.

-Bien, vamos. El chofer está afuera.

Durante todo el trayecto no dijimos nada, yo me sentía realmente incómoda, no me sentía bien hoy pero me dije que tenía que hacer esto. Tal vez más tarde hablaría con Johnnie. Al llegar, Dominik me indicó que subiera a su cuarto y así lo hicimos, me senté en la orilla de la cama y baje la vista mientras sentía la mirada de Dominik en mí.

-Sé que no estás bien, y no te obligaré a que me digas por qué, de verdad quiero ayudarte pero no sé cómo. Sólo quiero que sepas que no importa cuándo ni dónde, si me necesitas yo iré, puedes confiar en mí, de verdad. Y no lo digo porque me des lástima, lo digo porque se supone que los amigos se ayudan entre sí, entonces, yo quiero hacer eso, ayudar a que te levantes cuando estás mal, apoyarte en todo y confiar en ti. Te quiero, Christine, no lo digo por decirlo, te quiero de verdad- lo miré a los ojos, tenía una mirada sincera, pero me resultaba difícil hablar con alguien. No tuve otra forma de decirle "Igual puedes confiar en mí" que empezando en confiar en él también.

-Lo que pasa es que... A veces... Tengo sueños, o mejor dicho pesadillas, por eso tengo casi siempre estas ojeras. En ellas, está mi hermano, y mi antiguo colegio. Helen lo sabía, por eso me dijo hoy que tenía que superar a mi hermano, tocó un tema delicado para mí, entonces lo mandé a la mierda y traté de seguir con mi patética vida, pero no pude, entonces me fui. A veces, estas pesadillas las sufro despiertas, escucharme cuando tengo una es algo desgarrador, según nuestra empleada. Normalmente empiezan con la voz de mi hermano dentro de mi cabeza diciéndome algo y otra voz la contradice, cuando pasa esto me descontrolo y empiezo a gritar y a golpear todo- reí sin ganas- Y luego me duermo durante unas horas...

-¿Cuando tuviste la última pesadilla?

-Cuando estaba dormida, hace como una semana y estando despierta un poco después de que llegué a casa- Admití.

-¿Reconoces las demás voces que mencionaste?

-A veces, suele ser una voz de alguien de mi antiguo colegio, o una voz cualquiera.

-¿Te dan miedo?

-No, me da miedo lo que pueda llegar a hacer con las voces -respondí casi en un susurro.