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Dominik y yo pasamos el tiempo juntos, por suerte logró calmarme y hacerme entender que tenía que continuar con mi vida. Como el teléfono no dejaba de sonar lo apagué... o lo tiré contra la pared, es lo mismo...

Cuando finalmente casi era la hora en que Helen salía de clases yo fui a cambiarme la ropa –no quería quedarme con esta porque me recordaba a lo que había pasado- y quedé con un suéter negro de lana con botones y capucha, una licra tipo pantalón rasgada y unas botas que casi llegaban a las rodillas. Ya que hacía frío.

Dominik cogió un suéter negro con gris y salimos dispuestos a recoger a Helen, evitando el parque.

Cuando llegamos estaban empezando a salir los estudiantes, aunque no se veía a Helen por ninguna parte.

-¿De luto, Christine? ¿Quién murió? -mencionó una voz detrás.

No la vi, pero no me cupo duda de quién era. Tanto Dominik como yo dimos la vuelta encontrándonos con Karolina, Aleksander y otro de sus amigos cuyo nombre desconocía.

-Qué graciosa- dije sarcástica con una sonrisa hipócrita- La verdad es que todavía no sé muy bien quién ha muerto, pero yo apostaría mi casa a que ha sido el unicornio que te ha vomitado encima- dije viendo su ropa extremadamente colorida. Aleksander rio y Karolina lo fulminó indignada.

-Oye a mí no me mires, te dije que los dejaras tranquilos- se excusó levantando sus manos al aire.

-¿No tienes nada mejor que hacer, Karolina? -rodó los ojos Dominik.

-Muy gracioso, qué buena pregunta. Aunque yo también me hice la misma pregunta al verlos aquí parados como idiotas- trataba de hacerme quedar mal, pero se había notado que le había dolido que Dominik la tratara así.

-Oh, tenemos más vida de la que imaginas- sonreí- Ya sabes, porque dos son mejor que uno- dije tomando a Dominik de la cintura, intentando que Karolina tomara el doble sentido de la frase. Al parecer sí lo hizo, porque se puso roja de cólera, dio un gritito histérico y se fue bufando y diciendo palabrotas.

Yo solté a Dominik cuando la perdí de vista.

-¿Están saliendo?- preguntó Aleksander en cuanto dejó de reír.

-No- le dije, que era sinónimo de "Sí, pero no quiero que se haga público tan pronto".

-Qué lástima, se ven adorables juntos- dijo ahogando su aire hipócrita, aunque yo lo noté. Dio media vuelta dispuesto a irse pero en antes de empezar a caminar se arrepintió y se giró levemente, lo suficiente como para poder mirarnos- Por cierto, Christine. No te tomes a mal lo que dijo Karolina de tu ropa, todos sabemos que te queda estupenda.

"¿Está coqueteando conmigo?" Fue lo primero que pensé, pero fuera o no eso me dije que sería mejor para todos si negara esa opción.

Miré a Aleksander sorprendida sin saber qué decirle y este sólo me miró una última vez, dio media vuelta y se fue caminando con su amigo.

-¿A qué se refería? ¿Intentaba coquetearte? -preguntó Dominik en cuanto lo perdió de vista.

-No lo sé, pero tampoco me importa- me encogí de hombros.

Segundos después vimos a Helen caminando hacia nosotros.

-Hola- dijo sonriendo pero al ver nuestra cara quitó su sonrisa- ¿Qué pasó?

-Karolina- respondí.

-Ya entiendo- asintió.

-Olvidaste también a Aleksander- recordó Dominik.

Mundo cerrado, heridas abiertas (Basado en Suicide Room)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora