21

978 74 7
                                    

...

+Al día siguiente+

Me levanté de muy buen humor, lo cual era raro en mí ya que odio despertarme temprano. Escogí mi ropa y me fui a bañar.

Era un día frío así que me puse un pantalón negro, unas "converse" altas rojas y un suéter-blusa de color negro que tenía el "lml" (símbolo del rock, o algo así xd), y me arreglé el pelo como siempre, más el piercing, por supuesto.

Cuando estuve lista bajé a la cocina, no estaba Mary, ni nadie. Preparé sola mi desayuno, lo cual consistió en un jugo de naranja ya hecho y un sándwich.

Cuando terminé me lavé los dientes y tomé mi teléfono y las llaves de la casa.

Llamaron al teléfono de la casa justo cuando tocaron la puerta.

Fui a abrir la puerta primero, como lo supuse, eran Dominik y Helen.

-Sólo denme un segundo- dije dando media vuelta para buscar el teléfono, cuando por fin lo encontré contesté.

*Llamada*

-¿Hola?

-Christine, hola. Me alegra de que todavía no te hayas ido, tengo algo que decirte -respondió mi madre al otro lado del teléfono.

-Bien, habla rápido, ya tengo que irme -respondí seca.

-Está bien. Como ya notaste Mary no está, ha tenido que viajar a no sé qué lugar para ver a su hermana quien está muy enferma, y eso. Como sea, el punto es que estamos algo ocupados con el trabajo así que estaremos en casa sólo para dormir ¿Crees que puedas arreglártelas sola hasta el lunes?

-Claro, no soy una niña ¿Sabes?- dije rodando los ojos.

-Lo sé. Bien me tengo que ir- dijo colgando inmediatamente.

*Fin de la llamada*

-Sí, yo también te quiero- dije hablándole al teléfono, en parte en broma, en parte en serio.

-¿Pasó algo? -preguntó Dominik preocupado.

-Mary anda de viaje, fue a visitar a su hermana. Así que estaré prácticamente sola hasta este lunes- dije encogiéndome de hombros.

-Genial, deberíamos hacer una pijamada un día de estos -habló esta vez Helen con una sonrisa divertida.

-Buena idea- sonreí un poco- ¿Nos vamos?- dije viendo el carro en la entrada de la casa.

-Sí, por un momento y lo olvido-  dijo Dominik, a lo que reímos.

Nos subimos los tres en el asiento trasero. El camino estuvo tranquilo. Cuando llegamos nos bajamos los tres y fuimos directamente a nuestra clase: Informática.

Nos sentamos los tres juntos, yo en el centro. Cuando llegó el profesor nos indicó lo que había que hacer y se fue -típico de él, nunca se quedaba en una clase-.

Algunas personas de las que estaban en la clase, entre ellas Aleksander, se asomaron por el pasillo y cuando se aseguraron que el profesor no estaba cerca salieron corriendo hacia algún otro lugar. Otros se sentaron en la mesa y sacaron sus audífonos o algo de comida. Y por último hubo otros que se quedaron en la computadora, ya sea para jugar o para hacer lo que el profesor había dicho.

-Entonces ¿Qué hacemos ahora? -preguntó Dominik estirándose en su asiento.

-¿Terminamos la práctica? -preguntó Helen.

-Vayamos afuera- dije viendo la puerta- el profesor nunca vuelve hasta el final de la clase y él nunca ha reprobado a nadie.

-Pero te puede bajar la nota -refunfuñó Helen.

Mundo cerrado, heridas abiertas (Basado en Suicide Room)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora