Mundo cerrado, heridas abiertas (Basado en Suicide Room)

29

Subí a la habitación con Helen para que me diera algo para ponerme mientras lavaba mi ropa.

-Bien, escoge algo- dijo abriendo su armario- No abras los cajones- dijo volviéndose para hacer quién sabe qué.

Y yo como buena niña busque mi ropa... nah, mentira, abrí los cajones JAJAJA

Cuando Helen se volteó no me dio tiempo de cerrar los cajones así que antes de que se volviera improvisé.

-¡No voltees, estoy desnuda!- le grité haciendo que no volteara- cerré los cajones y empecé a reír- ya voltéate, era broma.

-Casi me das un infarto, no bromees con eso- dijo tratando de sonar molesto aunque él también quería reír.

-Ya lo siento... ¿Qué hay en los cajones?

-Nada importante... ropa interior y demás... Sólo que no los abras porque es vergonzoso que los veas.

-¿Y qué me pongo?

-Ponte esta camisa- dijo dándome una- Es la más pequeña que tengo, a mí ya no me queda... y... no sé ponte un pantalón de estos, no creo que haya mucha diferencia- dijo riendo incómodo.

-Vale, ahora sí me voy a desnudar, vete.

-Iré al baño a cambiarme yo, dime cuando ya estés lista.

-Bien.

Cuando ya estuve lista me miré al espejo admitiendo que no me veía tan mal.

Los pantalones negros me quedaban largos, pero los enrollé así que podía caminar bien con ellos, no se veía mal. Y el camisón azul que me había dado Helen no me quedaba tan largo, básicamente era mi ropa con una o dos tallas de más.

-¡Ya estoy lista!- le grité a Helen y unos segundos después salió ya cambiado y con la cara limpia.

-Ve a lavarte la cara y las manos.

-Vuelvo en un minuto.

Cuando ya estuve completamente limpia salí del baño, Helen estaba afuera esperándome.

-Las galletas todavía no están ¿Quieres hacer algo?

-¿Por qué no me enseñas tus dibujos? Hace un tiempo que no me los enseñas.

-Bien... Aguarda un minuto- dijo buscando los dibujos en su cajón, cuando ya estuvo listo volvió con una carpeta- No he hecho demasiados, últimamente no he tenido mucha inspiración.

-Ya verás que la sacarás de algún lado, siempre encuentras nuevas inspiraciones para dibujar- dije abriendo la carpeta.

Miré los dibujos uno por uno.

-¿A qué se debe este?- dije mirando un dibujo de la cabeza de un lobo.

-Antes soñaba con tener un lobo de mascota- dijo encogiéndose de hombros- supuse que si tuviera uno así luciría.

Miré el otro, era un ojo de chica.

-¿Juliet?- dije adivinando.

-Así me parece que lucen sus ojos... al menos así lucían el día en que habló conmigo por primera vez.

Pasé al último dibujo, era la silueta de la cintura para arriba de una chica, estaba tomando una fotografía y la cámara tapaba su rostro.

Miré a Helen extrañada mientras él sólo sonrió.

-Eres tú- dijo sin quitar la sonrisa en su rostro- Ese día buscaba algo para dibujar, y te recordé a ti... te gusta tomar fotografías... Te cambié unas cuantas cosas, pero en general se parece a ti.