...
Salíamos -por suerte- a almuerzo.
-¿Vamos a la cafetería?
-No sé ustedes, pero yo iré afuera, tengo ganas de comer un almuerzo de verdad- reí.
-Buena idea ¿Vienes, Dominik?
-No tengo suficiente dinero para comer afuera- dijo luego de ver su billetera- Voy a ir a pedir algo pero puedo ir con ustedes ¿Me esperan?
-Sí, yo tengo que ir al baño -se encogió de hombros Helen.
-Bien, los espero a los dos en la salida- les sonreí y di media vuelta empezando a caminar.
Al llegar a la salida me puse a un lado para no estorbar en el camino y me puse a ver afuera.
Dos minutos después algo me sacó de mis pensamientos, un carraspeo, volteé a ver inmediatamente.
Era Aleksander con dos amigos, además de Karolina.
-¿Sola? -preguntó con sorna Aleksander.
-Helen vendrá en un momento- dije rodando los ojos y apartando la vista cuando supe que no eran peligrosos.
-Es una pena que tengamos malos recuerdos, estoy seguro de que seríamos buenos amigos -insistió.
Lo miré de reojo tratando de adivinar qué tramaban, y aunque me asqueó la idea mantuve mi postura.
-Preferiría morir sola.
-Deberías darte la oportunidad de conocernos.
-Lo mismo digo- dije viendo a Helen y Dominik pasar al lado de ellos y haciéndome una seña de que los siguiera- Niño bonito- dije a modo de despedida y yéndome de ahí.
Aleksander comentó algo con sus amigos pero no estaba lo suficientemente cerca como para saber el qué.
Me fui con Dominik y Helen, sin embargo, no nos atrevimos a hablar hasta que ya estuvimos lejos del instituto.
-¿Qué querían? -Helen fue el que preguntó primero.
-No tengo ni la menor idea, sabes cómo son.
-Sí ¿Pero qué te dijeron? -preguntó ésta vez Dominik.
-Aleksander dijo que seríamos buenos amigos... de verdad me repugnó la idea de ser como él- dije haciendo una mueca de asco.
-Ni me lo digas, mátenme si algún día soy así -dijo Helen rodando los ojos.
-Y a mí -acordó Dominik.
-Digo lo mismo- reí junto con ellos.
Caminamos unas tres cuadras y nos adentramos en un restaurante.
Nos sentamos en una de las mesas más alejadas a la calle y esperamos a que viniera algún/a camarer@.
Cuando por fin nos atendieron fue un chico no mayor de 20 años, se veía cansado.
-Hola, me llamo Mark, seré su camarero hoy ¿Ya saben lo que van a pedir?
Helen pidió su orden y Dominik lo único que pidió fue un batido para tomárselo con el almuerzo de la cafetería del instituto.
-Bien...- dijo apuntando la orden de Helen- ¿Usted también pedirá algo, señorita?
Me sentí un poco extraña con toda esa formalidad, pero simplemente traté de actuar igual y pedí mi orden: dos sándwiches de queso y un batido de mora.
Cuando se fue a preparar nuestras órdenes comenzamos a hablar.
-Lamento que no puedas comer nada mejor, te habría invitado de haber tenido más dinero -dijo Helen.
-Sí, igual yo-
-No importa, no está tan mal.
Seguimos hablando de unos cuantos temas sin importancia hasta que llegó Mark con nuestros pedidos.
-¿Desean agregar algo más?
-No por ahora, gracias- dijo Helen esperando a que se fuera para poder empezar a comer.
Mark hizo una pequeña reverencia incómodamente y se fue.
-¿Creen que sea nuevo?- dijo refiriéndose a Mark.
-Tal vez, o tal vez sigue sin acostumbrarse a tratar con gente de casi su edad -respondió Dominik.
-Lucía cansado, como si no hubiera podido dormir bien en varios días -comenté.
-¿Cómo puedes notar todas esas cosas con sólo mirar a alguien una vez? -preguntó Helen curioso.
-Es que tenía ojeras... Sólo hacía falta ver eso- dije encogiendome de hombros.
-Sí, bueno. Yo no podría mirar a alguien que no conozco a la cara, me hace sentir incómodo -comentó Dominik.
-Sí.
-No es para tanto- dije sonriendo mientras negaba con la cabeza.
Comimos rápidamente mientras hablábamos de cualquier cosa, cuando terminamos Dominik y Helen me pidieron que fuera a pagar yo y me dieron su dinero mientras ellos iban a algún otro lado.
Me levanté de la mesa y caminé al mostrador que por suerte no tenía fila.
-Hola- sonrió Mark amable.
-Hola ¿Me puedes dar la cuenta, por favor?
-Oh, claro- dijo recordándolo, se dio la vuelta y buscó un papel en donde venía la cuenta.
Conté el dinero de Dominik y de Helen, estaba completo. Saqué mi dinero y me dispuse a pagar cuando noté que me faltaba dinero.
-Yo...- dije nerviosa al ver la mirada expectante de Mark- me falta dinero, iré con mis compañeros a ver si tienen, vuelvo en un momento.
-Bien, no te preocupes -sonrió algo comprensivo, debía de pasarle mucho.
No tardé mucho en preguntarles.
¿Pero adivinen qué? No les sobraba ni un dólar.
Volví con Mark más nerviosa que antes, y cuando me miró sonreí muy incómoda.
-No tenían ¿Cierto?- dijo divertido al verme llegar.
-No- reí- Lo lamento mucho... ¿Cómo te lo pago?
-Está bien, déjalo así. Muchas personas compran cosas que no pueden pagar y no se fijan en ello. Está bien, no te falta tanto- sonrió.
-¿En serio?- pregunté aún arrepentida.
-Claro- sonrió sonrojándose un poco.
-Gracias- le sonreí- Prometo que la próxima vez que venga te lo pagaré- le di lo que tenía mientras sonreía.
-Nos vemos...- dijo haciendo una pausa pidiendo mi nombre.
-Christine- le dije- Nos vemos, Mark- dije dando vuelta para ver a Dominik y a Helen en la entrada.
Nos fuimos faltando 20 minutos para volver a entrar a clase, lo que restó del receso lo pasamos sentados hablando de cualquier cosa en la mesa de siempre.
Cuando tuvimos que volver a clase fuimos caminando juntos hasta nuestros respectivos casilleros para poder cambiar de libros.
-¿Qué nos toca? -pregunté.
-No lo sé, déjame revisar- dijo Helen buscando su horario por el casillero.
-Es inglés- dijo Dominik respondiendo primero.
Saqué todos los libros que iba a ocupar y me fui junto con ellos a la clase. Llegamos justo cuando entraba el profesor así que entramos con él.
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Mundo cerrado, heridas abiertas (Basado en Suicide Room)
Fiksi Remaja"Mundo Cerrado, Heridas Abiertas" Autor: Yo (AngelArmyBVB) Esta novela esta basada en la película Suicide Room pero yo creé esta novela. Sipnosis: En un mundo como este, ya no queda esperanza alguna ¡Hola! Me llamo Christine, y no soy como las de...