Capítulo 9: Tomando conciencia

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Estábamos Felices de saber que íbamos a morir pero de alguna manera también queríamos vivir, sabíamos que ese era el peor momento al que nosotros nos enfrentábamos pero no debíamos rendirnos, debíamos luchar, no podíamos caer en el momento donde más nos necesitábamos. Teníamos poca fuerza para correr, bueno ella si a mí me dolía el pecho al caminar pero si yo moría, no iba a morir acostado dejando que me coman, iba a morir luchando contra ellos porque en ese momento tome conciencia, me levante, agarre el hacha y estaba listo para luchar por algo que si quería, mi vida. Y tal vez también por Yahira.

Cuando Salí afuera con Yahira solo había 12 zombis, esta vez no tenía armas y los tuve que matar con el hacha y fue más divertido que con un arma.

-Salgamos de aquí. Dijo Yahira.

-¿Por qué? Le pregunte mirándola como un imbécil.

-Solo salgamos de este lugar y vallamos a otro. Insistió Yahira y finalmente accedí a irme pero muy dudoso, ¿Por qué Yahira quería irse a otro lugar? La respuesta fue impactante, inesperada y tuvo un final muy triste y doloroso.

Siguiendo con la historia: Yahira me había insistido para ir a otro lugar y desgraciadamente fuimos a parar a una maldita estación de autobuses que estaba vacía, vacía en todos los sentidos. Sentía demasiada angustia por eso, me había jodido todas las...Ganas. Todo el tiempo para venir a una estación de autobuses que no tenía nada.

-¿Por qué mierda me trajiste aquí? Le grite a Yahira algo furioso.

-Créeme, este lugar es más seguro para ti, yo dormiré en una esquina y tú en la otra así estaremos bien. Me respondió con un grito y un llanto.

La mire y creo que por la tensión o por mi frustración, le grité:

-¡Está bien, porque no quiero estar cerca de ti!

No debía enojarme por eso pero había terminado de luchar con muchos zombis, estaba cansado y tenía una gran herida de un hacha en la espalda, Yahira también tenía su brazo totalmente hecho asco por la infección. 20 minutos después de lo sucedido me arrepentí y fue a pedirle perdón pero cuando la vi de frente estaba muy pálida y con vomito, intente ayudarla, pero no quiso la ayuda dijo que la alejara, que solo me valla y eso fue lo que hice, me fui y me dormí un rato -No mal entiendan, no es por mala onda, toda mi vida por culpa de mis padres he sido insensible, nunca he tenido novia ni nada por el estilo, tal vez por eso no capté mucho el sentido de empatía, además estaba cansado y herido que no tomé mucho interés en ella-

Pasaron 2 horas cuando me despertaron los gritos de Yahira:

-¿Qué te pasa? Le pregunte con el corazón en la garganta.

-Solo...*cof cof* Solo...quiero que sepas que fuiste la mejor persona a quien conocí y *Cof cof * y que yo...*Suspíro* Yo te...*Exhalo*

La frase incompleta de Yahira había terminado ahí con un exhalo y cayó al suelo dejándome con la intriga de saber que me iba a decir.

Podía escuchar que lentamente me decía mátame, mátame y me mostro su pierna la cual estaba mordida, no una, sino dos veces. ¡No podía creerlo!, fue la 1ra vez en mi vida que lloré después de que era niño al alejarme de mi abuela, y sin tener otra opción agarre el hacha y con mi cara empapada de lágrimas, volteé a verla, levanté el hacha y en eso me dijo: Te...Amo. Solté un gran llanto y la mate cortando su cabeza. Todavía tenía ganas de decirle muchas cosas, incluso de besarla, tal vez me gustó desde que la vi, me la pasé muy bien y todo pero desgraciadamente ella ya no está. No encontraba la forma de seguir sin ella, o tal vez no quisiera nunca ir sin ella, lamentablemente con el tiempo la perdí... con el tiempo la olvidaré -No, no es así, ¿a quién engaño? Nunca la olvidaré-

02 de marzo de 2013.

Paso un largo tiempo, pero creo tener ganas para continuar, es que no sabía cómo seguir sin Yahira además yo me sentía el culpable aun sabiendo que no lo era. Me encariñé de ella sin darme cuenta... Pero esa es otra cosa, regresando a mi historia, estaba solo sin nadie que me cuide la espalda pero aún así salí hacia adelante. Con el tiempo logre conseguirme un lugar seguro y hacerme un refugio en el, pero de nada sirvió. A los 5 días unos 15 zombis me habían invadido pero esta vez yo estaba totalmente recargado así que rápidamente los deje en el suelo y salí a correr porque sabía que los disparos atraerían a más de ellos.

Al día siguiente, llegue a una ciudad y desde lejos vi un edificio gigante, era inmenso pero no sabía si era seguro podía a ver miles de zombis ahí. No había encontrado otro lugar como ese edificio así que simplemente entre al edificio con tan solo el hacha, una escopeta y mi supuesta valentía. Lo primero que hice ahí fue ir para arriba por las escaleras que parecían nunca acabarse. No había luz por eso no fui por el ascensor.

Luego de subir por las escaleras, revise cada espacio para verificar al lugar y encontré un lugar más o menos seguro para pasar la noche.

16 de marzo de 2013

No puedo olvidar ese día, hice algo que nunca olvidare y hasta este día no me arrepiento de hacerlo, había encontrado unos 15 cartuchos calibre .12 –Para la escopeta- y ya que también tenía el hacha me sentía totalmente seguro para salir a buscar otro lugar donde no tenga que comer los bichos no infectados que encontraba e hidratarme por la humedad.

Baje un poco del edificio y al mirar por la ventana había como mil zombis estancados detrás de la gran puerta que ya debía estar rota pero increíblemente no lo estaba, la inútil puerta estaba resistiendo pero sabía que no había mucho tiempo así que baje corriendo las escaleras claro que me caí un par de veces pero no había tiempo para parar a acariciar mi cuerpo lastimado solo tenía que bajar muy rápido hasta el segundo piso y eso sería muy agotador porque yo estaba en el piso 30 que resultaba ser el último piso.

Llegue al 2° piso y ya había como 40 zombis, uno de ellos casi me arranca mi garganta de un mordisco, pero con un reflejo, rápido me aventé y le rebané el cuello con el hacha. Solo mate 6 zombis y ya estaba totalmente lastimado pero era por las caídas al bajar de las escaleras, porque me rascuñaron demasiado en todas partes y no olvidemos la gran herida causada por el hacha que aún dolía. Con eso yo ya había despejado el camino y sin pensarlo 2 veces corrí hacía la ventana y salte. Creo que fueron 3 m de caída hacia el césped y no era una caída muy buena, me caí en el suelo con mil zombis, bueno no...solo había como 5 o 6 de ellos pero de todas formas ya no tenía fuerzas ni para levantar la escopeta pero igual me movía para intentar escapar, corrí con la poca fuerza que me quedaba hasta que me agoté y me desmayé sin darme cuenta.

Desperté en una cabaña acostado en un sofá, no entendía nada, no sabía porque estaba vivo. Me dije a mi mismo:

-Debo salir de aquí. Creo que me dije eso como 6 veces y recién me había levantado del sofá que era extremadamente cómodo.

Cuando llegue a la pequeña sala de la cabaña me lleve una gran pero gran e inesperada sorpresa, mis padres estaban allí.

-¿Qué puñetas hacen ustedes aquí? Les grité furioso.

-Te rescatamos, no debes recordar cómo ni cuándo porque te habías desmayado por tanto golpes que tenías. ¿Quieres decirme como te lastimaste así? Preguntó y aclaró curioso mi padre.

-Solo son rasguños. ¿Y mi escopeta? Pregunte temblando por la furia.

-En la mesa hijo, no puedo creer que sobreviviste a todo esto. Dijo mi madre con una sonrisa disimulada.

Fui a buscar la escopeta y luego fui a la sala donde se encontraban mis padres y les dije esto:

-¡Son unas ratas! ¡Me hicieron sufrir de lo peor!

Con esa frase levante mi escopeta apuntándole en el pecho a mi padre y le dispare, luego hice lo mismo con mi madre, después de todo lo que me hicieron pasar creo que se lo merecían.

Memorias De Un Sobreviviente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora