Capítulo 19: Una pieza clave en el rompecabezas

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Estábamos a la deriva, nos exponíamos a más de mil zombis y pensábamos que todas las salidas del pueblo debían estar bloqueadas por ellos. De pronto se me paso por la mente arriesgar todo intentando cruzar por un camino que conducía a un aeropuerto, si ese camino estaba cortado por zombis podríamos morir y si lográbamos cruzarlo no tendríamos otra opción que ir al aeropuerto y si éste estaba infestado de zombis la vida se nos jodería totalmente, pero había que arriesgar todo por sobrevivir, había nada más ni nada menos que 3 vidas y una hermosa revólver Casull en juego. Increíblemente, la salida no tenía ni un solo zombi como obstáculo por lo que pudimos salir seguros y sin problemas del pueblo e ir al aeropuerto. Al llegar, nos encontramos con que estaba desierto, o eso parecía. Empezamos a revisar sala por sala y no vimos nada a excepción de sangre y el cadáver de un nombre no infectado, algo había pasado anteriormente y le cadáver no estaba en descomposición, según Nicholas el hombre había muerto unas 7 u 8 horas antes de que lo encontremos en una sala. Habíamos revisado el primer y segundo piso y debíamos ir a revisar el tercero. Al subir apenas 3 escalones un sujeto con pinta de militar, con barba negra algo larga y con un físico increíble apareció y nos apunto con una FN Scar L. ¡Qué belleza de fusil!

-¿Qué quieren malditos? Nos gritó.

Nadie se animó a responderle, ni si quiera yo.

-¿Qué diablos quieren? Nos gritó nuevamente.

-Tranquilícese, solo queremos estar seguros. Respondí.

-¿Seguros? Es imposible estar seguro ahora. Me respondió, esta vez con calma.

Un silencio incómodo nos había controlado hasta que el hombre bajo el arma y nos dijo:

-Está bien, síganme.

Lo seguimos y nos llevó a una habitación donde se encontraban 3 sujetos más, una joven y también una niña pequeña como de 5 años más o menos. Pude escuchar unos minutos más tarde a la joven, cuyo nombre resultaba ser Paola le dijo a los demás "debemos escapar antes de que sea tarde", yo al instante me pare y pregunte:

-¿Tarde? ¿Qué quiere decir?

-Solo duerme. Me respondió el sujeto que nos encontró en las escaleras, no pude lograr saber su nombre ni el de los otros 3 sujetos, por culpa de la desgracia que se acercaba.

En fin, dormí unos 15 minutos y Melanie me despertó, me dijo que debíamos salir rápido, la niebla estaba cerca. Mis latidos se aceleraron y la adrenalina se apodero de mi cuerpo. Bajamos rápidamente las escaleras y subimos a un auto donde estaba Paola.

-Súbanse, no hay tiempo. Nos apuraba Paola.

No alcance a cerrar la puerta y Paola aceleró. Había algo en su rostro que me decía que nos ocultaba algo, sabía algo que nosotros no pero yo no pensaba en preguntar qué era lo que la perturbaba en ese momento, sabía que mucha presión caía sobre ella y no quería preguntar por qué.

Pasaron las horas y no podía soportar no preguntar qué pasaba, y me deje rendir.

-Paola. ¿Qué es lo que le molesta? Pregunte y sentí el alivio que se siente al sacar algo que no puedes contener en tu interior.

-¿Qué? Me respondió.

-Se que algo le perturba, ¿Qué es? Está nerviosa y desconcertada, ¿Mató a alguien? No es para tanto. Le decía.

Ella se largo a llorar, creía que era porque solo mato a una persona pero en realidad a millones de ellas. Fue ahí cuando confeso todo:

-Yo... yo fui quien causó... todo esto. Yo fui la infeliz que causo la pandemia, soy una maldita. Gritó.

Memorias De Un Sobreviviente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora