Capítulo 4: Falsas Esperanzas

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Estábamos enojados con nosotros mismos por estar vivos en ese momento, no deseábamos la vida, queríamos estar muertos, al menos yo sí pero no era tan idiota para quitarme la vida, claro, al menos no en ese momento.

-¡Corramos! Dijo ella teniendo fe en salvarse.

-¿¡Acaso es una idiota o qué!? Le pregunté apuntando con mi dedo a mi pie.

Eso la preocupó y se puso triste pero, ¿que esperaba que le respondiera frente a cientos de zombis con mi tobillo hecho fiasco? Bueno eso no importa seguiré con la historia.

Estábamos los 2 frente a cientos de zombis que querían probar nuestra dulce carne pero yo no sería presa fácil, yo haría lo posible para sobrevivir incluso si eso significa sacrificar a Yahira. –¡No me vean así! ya saben lo que dijo Maquiavelo "exitus acta probat", o en español "El fin justifica los medios"- Yahira no quería dejarme solo, sólo por eso ella no salía a correr y no tenía fuerzas para cargarme y correr, pero a mí no me importaba su vida en ese momento solo me importaba la mía, la verdad es que no me importa ninguna otra vida.

-Mira allá, hay una camioneta roja debemos llegar a ella. Dijo fuertemente Yahira entrecerrando los ojos.

- Pero, ¿cómo diablos piensa que lleguemos a ella? Mi tobillo está fracturado.

Yahira salió a correr directamente hacia la camioneta roja, pensé que al fin me había abandonado, que yo ya no importaba, así que cerré mis ojos y empecé a pensar en rezar, lo sé, es raro viniendo de mí. Creo que es la segunda, o si más no recuerdo sería la primera vez en mi vida que rezo y eso que tengo 20 años. Unos segundos después ya se podía escuchar los pasos de los zombis y sabia que estaban muy cerca a tan solos metros de mí, yo solo mantuve los ojos cerrados y en eso escuche el ruido de una camioneta que paro muy cerca de mí.

- ¡Súbete! Escuche y era la dulce voz de Yahira, rápidamente me pare y salte a la camioneta empujándome con un solo pie, por suerte caí bien, pude cerrar la puerta y ella aceleró a 140 Km/h y tomo el primer camino que vió sin saber a dónde conducía.

Llegamos a un lugar descampado donde se notaba que no había nadie y tampoco agua ni comida, pero teníamos que sobrevivir de algún modo, era el lugar más seguro que había visto en días.

Unos 4 días después estábamos totalmente hambrientos y deshidratados, ya podía caminar pero no correr además la debilitación no me dejaba moverme. Caminar fue una de las buenas pero al mismo tiempo malas noticias. Veíamos de vez en cuando unos aviones que cruzaban por esa zona, nos desesperábamos totalmente para que nos vean, pero de nada sirvieron los intentos, solo gastamos energía en eso y estábamos muy agotados.

Luego de estar 6 días atrapados ahí decidimos irnos en busca de agua y comida, nos costaba mucho movernos pero logramos subirnos a la camioneta e ir en la búsqueda. Estuvimos dando vueltas durante casi 2 horas y por fin vimos y gran lago, no nos importaba que el agua estuviera contaminada solo queríamos tomar algo. Raramente los 2 veíamos al lago de diferente forma y tamaño. Caminamos y caminamos pero nunca podíamos tocar el agua entonces nos dimos cuenta de que solo alucinábamos, ya estábamos seguramente a minutos de la muerte y para darnos mucha más ira algunos malditos aviones seguían cruzando por arriba nuestro o tal vez también eran alucinaciones, pero no podíamos hacer nada al respecto, debo admitir que se eso sentía triste y te quitaba todas las esperanzas, era algo totalmente horrible.

Memorias De Un Sobreviviente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora