Dulce está en agotada en tirada sobre la tierra del desierto. Casi no puede respirar. Mira a su alrededor, pero no ve nada. Ve borroso, pero forzando la vista, a lo lejos, cree ver unos faros de un coche. Seguro que allá está la carretera. Quiere levantarse pero no puede, no tiene fuerzas. Lo intenta. Se pone de rodillas.
A lo lejos, Eduardo grita
Eduardo: ¡No te muevas o te disparo!
Dulce mira a Eduardo correr hacia ella, y mira el carro. Sacando fuerzas de flaqueza se pone en pie y corre hacia el carro con los pies descalzos llenos de piedras clavadas.
Eduardo apunta Dulce, la tiene en su punto de mira, pero a lo lejos ve también los faros de un carro, y decide no disparar, o escucharían el disparo, así que vuelve a bajar el rifle y continúa corriendo tras ella.
Mientras en el carro de Poncho todos pregunta.
Ucker. ¿Qué? ¿Qué pasó?
Poncho: ¡No lo sé! ¡Alguien llegó y le arrancó el teléfono! ¡Dios! ¡Creo que les van a hacer algo!
Cris: ¿Pero dónde están? ¿Qué te dijo?
Poncho: ¡No lo saben no vieron nada!
May: ¡Llama a la policía!
Cris saca el celular y marca el número de la policía.
Cris: ¡Oiga! ¿Policía? ¡Por favor tienen que ayudarnos, han secuestrado a nuestras amigas y las quieren matar!
...
Cris: ¿Qué dónde estamos? ¡Estamos en el desierto pero no sé decirle dónde! ¿No pueden localizar el celular?
...
Cris: ¿Qué si es una broma? ¡Tengo yo cara de estar bromeando! ¡Estúpido!
Poncho agarra el teléfono de Cris.
Poncho: ¡Oiga! ¡Oiga! ¡Maldita sea! ¡Colgaron el teléfono!
Ucker: Esto no puede ser, es una pesadilla.
Ucker baja la cabeza contra el volante con ganas de llorar.
Poncho: ¡Uckeeeeeeeeeeeeeeeer!
Ucker levanta la cabeza, pero solo le da tiempo a verla unos segundos. Dul, delante de los faros, con la boca amordazada y los ojos abiertos de par en par asustada. Ucker intenta frenar pero es demasiado tarde. Dulce apenas un metro por encima de la parte delantera del carro.
Ucker: ¡Dulllllllllllllllllllll!
Todos bajan aprisa del carro. Ucker agarra a Dul entre sus brazos y le quita la mordaza. Parece que está bien, solo algo magullada y dolorida, pero apenas puede respirar.
Ucker: ¡Dul! ¡Dul! ¿Estás bien?
Dulce (Sin casi aliento): Cuidado... cuidado... tiene un arma.
Eduardo se acerca a unos metros. Ucker agarra a Dul en brazos ayudado por Poncho y se meten en el carro. Cris se pone al volante y violentamente arranca el carro y acelera hacia Eduardo.
Eduardo al ver el auto y que ya le han visto, se detiene y lo encañona.
May: ¡Cuidado! ¡Va a disparar!
Todos agachan la cabeza menos Cris que va como un kamikace a por Eduardo. Ucker protege a Dulce que está tumbada sobre sus piernas.
Cris: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Eduardo dispara. La bala entra por el cristal delantero del auto y pasa sobre las cabezas agachadas de los niños. Cris sigue a por él, pero en el último momento, no es capaz de atropellarlo, y Eduardo ha saltado hacia un lado.
Ucker: ¿Qué hiciste?
Cris (Confundido): No... no lo sé... no... no fui capaz.
Poncho: ¡Dul! ¿Dónde está Any Dul?
Dulce (Todavía recobrando el aliento): Por allá, la casa está por allá.
Cris conduce a toda prisa hacia la casa.
Eduardo, ha quedado tendido en el suelo. Mira el carro dirigirse a la casa, agarra su rifle, y comienza a correr de regreso.