Any está sentada sobre la cama con el papel de Poncho en la mano. Se puso muy linda, pero ella no se siente bella esta noche. Comienza a recoger la mesa donde tiene todo el maquillaje, y al levantar un botecito de rimel ve en el reverso una estrella pegada. Es su estrella, la que creía haber perdido aquella noche del concierto, justo antes de las vacaciones. Y recuerda como pensó que el perderla le trería mala suerte. Pero mírala, allá estuvo todo el tiempo, y sin embargo, todo le fue mal, desde el principio. Any agarra la estrella y la deja caer al suelo. Any perdió su magia, lanzó su estrella, por un momento, dejó de creer en nunca jamás. A la vez que la estrella caía, Poncho desde su habitación sentía sin saber por qué como su corazón se partía en mil pedazos.
Any respira hondo intentando contener las lágrimas y se pone en pie. Se dirige hacia la puerta y la abre. Al otro lado está Poncho.
Poncho: Hola.
Any: Hola.
Poncho: Esto... ¿Puedo pasar?
Any: Ya me iba.
Poncho: Solo será un momento.
Any: Si es por lo de la nota, ya la leí, y no te preocupes, no hay bronca, te perdono.
Poncho empuja a Any hacia la habitación y cierra la puerta.
Poncho: No es solo eso, yo quería explicarte.
Any: ¿Explicarme qué? ¿Qué en pocas palabras me llamaste fácil?
Poncho: Soy un estúpido.
Any: Sí, lo eres.
Poncho: Any, sé que me equivoqué, que nunca debí hablarte así, porque ya sabes que yo te quiero, no importa como seas, tú eres muy importante para mí. Es solo que, me revienta verte con otros chavos y que se aprovechen de ti y que te utilicen porque eres inocente.
Any: ¿Eso crees? ¿Qué soy inocente?
Poncho: Sí, lo creo, pero a mí no me importa, me gusta así como eres, pero me choca que otro se aproveche de eso. A ti... a ti te falta vida Any, experiencia.
Any: ¡Pues déjame decirte que ya no te tienes que preocupar más por eso! ¡Porque hoy ya se murió esa niña tonta e inocente!
Poncho: ¡Any! ¿Qué vas a hacer?
Any: ¡Me marcho! ¡Voy a buscar experiencias y vida!
