Todos están sentados alrededor de una hoguera y tapados con mantas.
May intenta invocar algo, y Dul la mira con cara extrañada mientras Any la mira con miedo.
May: Aummmmmmmmmmmm yo te invoco gran espíritu de la naturaleza, aummmm
Dul y Any se levantan y se cambian de sitio. Cris se va hacia May e intenta imitarla. Dulce se mete en el trozo de manta que ha dejado Cris vacío, al lado de Ucker.
Al otro lado del fuego, tras las llamas. Any se sienta a unos metros de Poncho, encogida por el frío.
Dulce mira el fuego pensativa.
Dul: Ucker...
Ucker: ¿Sí?
Dul: ¿Por qué no fuiste a ver a tu mamá?
Ucker: No pues... no sé, ya estuve con ella hace dos semanas y...
Dulce mira a Ucker.
Dulce: La verdad.
Ucker: ¿La verdad? ¿Quieres saber la verdad?
Dulce: Sí.
Ucker: Pues no fui porque.... porque... pues eso, no me apetecía, prefería pasarla con ustedes, y como vi que se quedaban sin viaje, pues... pensé que les podría hacer compañía.
Dulce: ¿Y nada más?
Ucker: No, nada más.
Dulce. Ok.
Ucker queda pensando y mira a Dulce.
Ucker: Bueno, sí, hay algo más.
Dulce: ¿Qué?
Ucker: Me apetecía estar contigo.
Dulce: ¿Conmigo? ¿Cómo? ¿Por qué o qué?
Ucker: No, nada más porque me apetecía.
Dulce: Pero si te apetecía será por algo.
Ucker. Pues... sí, es que hace tiempo que quería... hacer una cosa, pero... no sé, ni modo.
Dulce: ¿El qué? No, dime.
Ucker mira a Dulce y antes de que ella reacciones la besa. Dulce sorprendida quiere apartarse, pero ya no puede. Parece que sí es cierto, Ucker besa de miedo. Cuando sus labios se separan los dos se miran.
Ucker: Bueno, ¿Y qué tienes que decir?
Dulce: No pues... está bien... has mejorado.
Ucker: ¿Mejorado?
Dulce: Sí, la neta, al principio besabas fatal.
Ucker. Pues tú tampoco besas nada bien ¿Sabes?
Dulce. ¿Quién yo?
Ucker: Sí, tú, con los morritos así para afuera que eso ni es beso ni es nada. Se te nota que es mentira.
Dulce: ¿Con los morritos qué? Perdona, pero mis besos son mucho mejores, y ahorita mismo te lo demuestro.
Dulce agarra la cabeza de Ucker y le da tremendo beso, pero de los de verdad, con lengüita. Después se separan y miran hacia el fuego.
Dulce: ¿Y qué?
Ucker: Bueno, estuvo bien.
Dulce golpea el hombro de Ucker. Los dos se quedan pensando. En realidad, estuvo bien padre. Sus respiraciones aceleradas lo dicen.