Any está tumbada en su cama sin ganas de nada, se toca los labios recordando el tremendo beso que se dieron, pero inmediatamente después le viene la imagen de Poncho encuerado en el pasillo con aquella rubia y se enoja, se enoja tanto que se pone roja como un tomate.
Poncho sube en el ascensor hablando solo con el espejo mientras ensaya lo que le va a decir a Any.
Poncho: Mira Any ¿Sabes una cosa? Estuvo muy feo lo que hiciste con ese wey, ahí sin conocerle de nada... ¿Pero qué van a pensar de ti? ¿Eh? Dime.
Poncho pone caras de enfadado en el espejo y vuelve a ensayar más enfadado cada vez que recuerda al chavo agarrando sus pantalones olvidados.
Poncho: ¡Mira Any! ¡Me parece muy, pero que muy mal lo que hiciste porque eso... eso no se hace! ¿Ok?
Y vuelve a empezar más enfadado todavía:
Poncho: ¡Any! ¡Eres una desvergonzada!
La puerta del ascensor se abre y Poncho sale furioso como si fuese a torear camino de la puerta de Any.
Any está pegándole a la almohada como si fuese la rubia.
Poncho toca a la puerta para echarla abajo. Any furiosa la abre y se encaran.
Any: ¡Qué!
Poncho: ¡Qué tú!
Any: ¡Pues tú llamaste!
Poncho: Porque te quiero decir.... te quiero decir.... ¡Te quiero decir que me parece muy feo lo que hiciste con ese chavo!
Any: ¡Y a mí lo que hiciste con esa chava medio qué!
Poncho: ¡Porque tú eres una persona pública y no puedes ir por ahí acostándote con el primero que te venga en gana!
Any: ¡Pues lo mismo digo!
Poncho y Any se voltean pero no quedaron conformes con la discusión y se vuelven a encarar.
Poncho: ¡Y además yo te beso cuando me dé la gana! ¿Oíste?
Any: ¡Pues yo también te beso cuando se me antoja! ¿Y qué?
Poncho: ¡Pues muy bien y si ahora quiero te beso! ¿Oíste?
Any: ¡Pues si a mi me sale te beso yo primero!
Poncho y Any se besan enrabiados con tanta pasión que saltan chispas de las paredes. Poncho la empotra contra la puerta y Any responde empotrándolo contra la pared. Después se separan recuperando el aire y limpian sus bocas.
Poncho: ¡Y que no te lo tenga que volver a repetir! ¡Lo haré cuando se me antoje!
Any: ¡Pues muy bien!
Poncho y Any se van a sus habitaciones y cierran de un portazo.
Poncho comienza a dar saltitos de emoción y se tira sobre la cama.
Any se queda tras la puerta intentando respirar y cae desmayada al piso con una sonrisa de felicidad.
