Capítulo 9: "Adicta a ti"

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Sollocé hasta la saciedad, no quería saber nada más.

James había pasado de interrogarme como un gran policía lo haría, a ser una figura paternal que me consolaba dándome un abrazo y acariciándome el pelo. Bajo sus brazos al fin sentí una seguridad verdadera que nunca había sentido con nadie, en ese momento era como un padre para mí, y lo necesitaba ahora que me derrumbaba.

Mi padre es un villano que se obsesionó con retenerme, mi corazón se ha roto en mil pedazos y mi mejor amigo había recibido un disparo por culpa de mi jodida inconsciencia.

¡Pero yo creí que lo podía cambiar! ¡No fue mi culpa enterarme de la realidad en el último momento!

Al ver que ya no podría responder a más preguntas, me volvieron a dejar en mi celda.

Mi madre, al ver mis lágrimas, se fue a mi lado enseguida.

-Mi pequeña, ¿Que ha pasado?.- Sus manos me sujetaban la barbilla y me acariciaban las mejillas. Pero ni tan si quiera el amor maternal que una madre nunca había tenido con su hija es capaz de tapar la herida que me había causado él... Él...

Era demasiado bueno para ser cierto.

-Mamá, me... me... me mintió.- Mi voz quebraba tan rápidamente que volví a llorar como nunca había llorado antes. Ni tan siquiera lloré de esa forma cuando dejé a mi madre a temprana edad...

-Dios... Mi niña, ¿Que vamos a hacer contigo?.- Me cogió entre sus brazos y dejé caer la cabeza en sus hombros mientras las lágrimas se multiplicaban en mi rostro. Que dolor sentía, que traición padecía.

Pero lloraba por impotencia, por no saber por que me lo había ocultado... ¿Por miedo a que le juzgará mal? ¿Por que no se fiara de mi? ¿Por temeridad a que le abandonase?

Pronto iba a caer la noche y él vendría aquí... Y yo no sabré que hacer en cuanto cruce su mirada con la mía.

Lloré hasta que ninguna lágrima pude derramar más, no era justo, yo creía que el me amaba, lo creía, ¿Y luego me hace esto?

"Al fin te das cuenta que él lo único que puede hacer a alguien es daño", al fin mi conciencia y yo estábamos de acuerdo en algo. Lo único que puede hacerme alguien como él no es más que dolor, un infinito e incesante dolor.

El día llegó a su fin, y yo sentí el temblor de mis piernas y el temor que sentía imaginarme lo próximo que debe estar a mí... Ese manipulador...

¿Y si volvía a caer en sus encantos como una tonta?

Estaba de pie, dando vueltas alrededor de la sala tan reducida que tenía, hasta que escuché atentamente unos pasos que se dirigían a mí.

Pam... Primer paso y el corazón me iba a estallar.

Pam... Segundo paso y sólo pensaba en él.

Pam... Tercer paso y recordaba lo que me hacía sentir.

Pam... Cuarto paso y me envalentoné como una leona.

Pam... Quinto paso... Y ya estaba aquí.

Lo vi con la misma máscara que llevaba el primer día que lo conocí.

Mi madre dormía profundamente mientras él abría la verja con gran destreza. Abrió los barrotes y me tendió la mano.

Dudé en cogérsela.

-Clary, tenemos que hablar, lo sé, pero ahora confía en mi aunque te cueste.

Mi sorpresa fue enorme al saber que él lo había escuchado todo, como si nunca se hubiese ido de allí, como un fantasma que ronda a sus anchas.

Le di mi mano y dejé que me guiara mientras yo sólo le daba vueltas a las cosas. ¿Que pretendía hacer esta vez? ¿Volver a mentirme para manipularme? ¿Ser el blanco de todos sus sarcásticos "Te quiero" y de todos sus besos que no habían sido tan pasionales como yo los sentía? ¿Hacerme ver que era demasiado para alguien como yo? No lo sé, bueno, con él nunca se sabe nada...

Desde luego que Joker sabía que tenía que aclararme muchas cosas, y no se iba a ir de rositas otra vez.

Al fin llegamos hasta una compuerta de metal donde seguramente tirarán la comida restante. Genial, voy a ir llena de basura, el mejor perfume del mundo vamos...

Me introduje detrás de él por el pequeño conducto y él agarró mis brazos y los puso alrededor de su cuello.

-¡Agárrate fuerte!

Y, sin previo aviso, empezamos a caer sin rumbo; como si fuera un tobogán.

Sentí una felicidad infantil, una sonrisa gigante como la que esbozan los niños cuando se suben a una atracción de la feria, y empecé a chillar eufórica:

-¡¡¡WOOOOOOW QUE PASADAAAAA!!!

Y el me respondía con una gran sonrisa.

-¡¡¡AL FIN AAAAALGUIEN QUE ME ENTIEEEENDE!!!

Madre mía... Si yo te llegará a entender algún día...

Aterrizamos en el cubo de basura pero, la suerte es que estaba cerrado, y aunque caímos de culo, al menos no olíamos mal ni íbamos hechos una piltrafa.

Joker saltó con mucha destreza del basurero y me ofreció su mano a modo de ayuda. Decliné la proposición y salté como mi madre me enseñó en su día en clases de defensa propia. Se decidió a instruirme por que ella al ser una prostituta, debía darme seguridad, y quería que me defendiera yo sola por si próximos clientes suyos pretendían ponerme una mano encima.

En cuanto toqué el suelo, observé que era la misma zona dónde me habían arrestado esta mañana... Su casa, me había llevado a su casa...

La noche era más seductora que nunca, él era más seductor que nunca. Aquella noche me prometía las tentaciones más oscuras.

Movió el dedo índice indicándome que fuera con él, y dudé por unos instantes.

Él vino hacía mi y se acercó a mi oído. Susurró las palabras más sensuales que había oído en mi vida.

-Sólo te pido esta noche, solamente... Concédemela por favor.

Asentí sin saber muy bien que decir y le seguí obediente. Todo lo que bullía en mi interior era puro fuego, un dulce ardor que sólo llegaría a sentir con él.

¿No querías explicaciones Clary? ¡Pues mira, te llevas un oferta especial! Un dos por uno, te llevas tus queridas explicaciones que nunca sabrás si serán ciertas o no y por otra tendrás que resistirte con todas tus fuerzas a la mayor tentación con la que jamás has lidiado.


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