Delirando.

Capítulo 12:"¿Debo fiarme?"

Aquel abrazo fue interminable, entre sus brazos me sentía más segura, más atrevida, más... Viva. Sabía que si algún día el destino no separaba, no habría ni un hombre en la faz de la Tierra que me enamorara tanto como Joker.

Un día intenso pero con un final feliz al fin y al cabo, que eso es lo que cuenta. Noto como sus brazos me elevan mientras yo no puedo dejar de mirarle esa sonrisa tan bonita que se le pone en los labios cada vez que me mira, igual que la mía.

Noté sus músculos tensarse bajo mi espalda y me reconforté en ellos con un leve suspiro de felicidad, ¿No podría estar así con él durante el resto de mi vida, sintiendo esa alegría que me invadía hasta los pensamientos? ¿Por que siempre se tenía que enredar todo? ¿Por que seguir adelante con esta especie de "relación" era tan complicado? ¿Por él, por mi o por los dos?

Mientras me sumergía en mis reflexiones, pude apreciar la suavidad de las sábanas alrededor de mi cuerpo, mientras sus suaves manos se apartaban de mí justamente cuando yo anhelaba más.

Me dejo en la cama, sola, durante un breve tiempo, pero aún así me preocupé, así que empecé a llamarle en alto.

-¡Joker! ¿Estas aquí?.- Tardó un poco en contestar, pero al venir con aquel pijama puesto, olvidé todas mis inseguridades al momento.

Sólo llevaba puestos los pantalones de pijama tan estrechos en la cintura que no daban mucho lugar a la imaginación. Muchas veces me imagino si ese hombre es capaz de saber lo atractivo que es, lo fácil que resulta perder la vista en él, como destaca por encima de otros hombres. No, supongo que no lo sabía.

Parecía un ángel caído, con ese rostro tan jodidamente perfecto, con aquella estructura física que me estaba dejando sin aliento, con esos labios de marfil que tanto ansiaba besar y aquellas cicatrices que me hacían saber de un pasado demasiado oscuro del que jamás regresará... O tal vez, si le ayudo a cambiar, puede que al fin podamos tener un bonito futuro juntos. Si, desde luego que aquella solución me gustaba. Pero iba a resultar muy complicado cambiar a alguien su mundo por otro, y más en él, más cabezota que un alcornoque.

Vino al otro lado de la cama y pude notar como se colocaba justo al lado de mi, con su pecho contra mi espalda, tensando esos músculos tan desarrollados mientras respiraba de forma tranquila.
Me giré hacia él con una sonrisa tonta y me la devolvió como si nada, como si fueramos la pareja perfecta que salen en las películas de amor.
Como si nada, me da un ligero beso en la frente y sentí ansia de más, como siempre. Este hombre va a acabar conmigo...
Besé aquel rostro sin problemas, como una temeraria, como una irresponsable, pero sólo lo soy con él.
Me lo devolvió con su lengua rozando la mía tan suave e inesperadamente que me sorprendió. ¡Disfrutaba de aquel beso tanto como yo!
Cuando terminamos, me sujetó la cara con una mano y me recogía un mechón de pelo rebelde.
-Te quiero demasiado ¿Lo sabes no?.- Sonreí para mis adentros mientras asentía de forma inocente.-No pienso volver a mentirte jamás, y quiero que sepas mi pasado lo más pronto posible, quiero acabar con esto de una vez por todas.
Yo solo asentía con la cabeza, pero en el fondo de mi corazón había una pregunta sin respuesta.
"¿Debo fiarme?"