Todo transcurría normal, Salí de la clase de ciencias directo para la cafetería con Vicki, cuando entramos me quede viendo a todos con cara de fastidio. Pensé que esto solo ocurría en las películas.
- Cómo verás esto es real- dijo Vicki aclarando mi duda mental con una sonrisa burlona y yo suspire- Mejor te explico, a tu derecha están los futbolistas y las zorritas, perdón porristas, en la mesa del fondo están los bad boys y sus perras, en la mesa del medio los nerds y en las demás mesas los normales- me dijo respirando agitada luego de hablar rápido.
- Okey, en resumen esto es una mierda - le dije, negando con la cabeza - vamos a pedir la comida que estoy que me como una vaca- le dije riéndome y pasando del tema de los distintos grupos.
- Somos dos - me dijo restandole importancia .
Pedimos la comida y nos sentamos en una mesa.
- Ay no, problemas- me dijo bajito.
- ¿Qué?- le pregunte extrañada llevando una papa frita a mi boca.
- La zorra mayor y sus imitaciones vienen hacia acá- me dijo, mire por encima de mi hombro y era cierto venían unas barbies plásticas hacia aquí.
- Me siento en una película- dije mirando a Vicki con una sonrisa burlona.
- Prepárate- murmuró y yo me quedé callada.
En ese momento en la cafetería hubo un silencio y alguien me hablo con voz de pito. Diablo, como puede existir gente así, pensé. Son todo una abominación.
- ¿Así que tú eres la nueva?- me pregunto la Putibarbie mayor, perdón la chica frente a mi.
- Supongo- le dije sin mirarla.
- Bueno, solo te venía a decir una cosa, aquí las cosas se hacen como yo digo, si no atente a las consecuencias- me dijo a la vez que sus imitaciones se acercaban más a mí, ¿Enserio? pensé, más estúpidas no pueden ser.
- ¿ Y si no qué?, me vas a echar a tus putidobles- dije riéndome y levantando la vista, en el fondo de la cafetería se escucharon risas y Vicki soltó una sonora carcajada, le iba a decir algo mas pero alguien detrás de mi hablo antes que yo, Jayden.
- Jenny lárgate- le dijo en un tono ronco que haría temblar a cualquier chica, excepto a mi.
- Pe..pero.. Jay es ella...- se quejó con una voz demasiado chillona y tartamudeando. Hice una mueca de asco y Vicki río.
- Largo- le dijo mucho más brusco.
- Vez lo que haces perra, ya nos veremos- me dijo amenazante o eso creía al menos ella, salió de la cafetería.
- ¡Te estaré esperando Putibarbie!- le grite, a la vez que me levantaba, sentía una mirada detrás de mí y sabía que era el, pero no dije nada, él no tenía que meterse.
- ¡Eh! Nicki, por lo menos un gracias ¿no?- me dijo con una sonrisa de lado.
- Mm, no- le dije con simpleza y le saque el dedo corazón- vámonos Vicki- dije ignorándolo y a todas las personas en la cafetería que aún me observaban. Y si deje mi comida ahi, asi que decir que estaba molesta era poco.
Él se quedó allí parado riéndose a carcajadas. Las siguientes clases transcurrieron bien, excepto porque sentía una mirada traspasándome y era nada más y nada menos que el tal , Jayden.
A la hora de salida lleve a Vicki a su casa y luego me fui para mi apartamento. Decidí entrenar un poco para descargar mi ira.
Después de 2 horas seguidas pegándole al saco, me fui a bañar, me puse mi pijama y en ese momento me llego un mensaje de Vicki.
Mensajes
[ Nicki, ¿ mañana me puedes buscar?]
[Pues claro, a la misma hora]
[ Oka, pues te dejo que voy a dormir jeje]
[ Bye]
Puse el teléfono a cargar y baje a comerme algo, cuando termine, lave el plato y subí a mi habitación.
Creo que me puedo acostumbrar a esto, pensé. Me acosté y caí rendida en los brazos de Morfeo.
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Editado 17/feb/18
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La Diabla Del Octágono (EDITANDO)
Teen FictionNikole Galeisha Petrov Rivera alias "la Diabla" La mejor peleadora ilegal en el "underground de Rusia" Se muda a París intentando dejar ese mundo atrás, sin que nadie conozca de su otra persona pero.... Qué pasa si no puede dejar las peleas? Qué pa...