Ambos estábamos sentados en el sofá mirando la tele apagada.
- ¿ Y bien ahora que hacemos?- le pregunte.
- ¿ Quieres?- me pregunto pasándome un porro y yo asentí. 30 minutos después estábamos con una fiesta personal prácticamente, ya que habíamos prendido el radio y estábamos bailando, en el aire solo se sentía el olor a humo y la tensión sexual.
De un momento a otro una cosa llevo a la otra y estábamos los dos en el sofá devorándonos la boca, sentía sus manos recorriendo mi cuerpo, al igual que yo con el. pero por un segundo fue como si mi cuerpo reaccionara.
- Mierda paremos- le dije levantándome de su regazo .- Esto esta mal- le dije con voz agitada y sin querer mire a su amigo que parecía estar muy despierto y feliz.
-Si creo que ya fue suficiente- me dijo igual de agitado y cerrando los ojos,yo me coloqué la camisa nuevamente, ya que había terminado en el piso.
- ¿Me llevas a mi casa?- le pregunte, el abrió los ojos y me miró.
- No, esta noche duermes aquí y no te preocupes por Vicki que yo mismo le avise- me dijo riendo.
- Pues ok, ¿dónde voy a dormir?- le pregunté.
- Nena, vas a dormir conmigo- me dijo sonriendo de lado.
- ¡¿ Enserio?!- le dije seria y el asintió- pues al menos préstame una camisa tuya- le dije de mal humor.
- Ven- me dijo y lo seguí al segundo piso de su apartamento.
Entramos a una gran habitación y el fue directo a lo que supongo era el closet y me tiro una camisa del.
- Regreso ya mismo, voy a recoger y a resolver algo- dijo mirando hacia su pantalon y yo subi una ceja- esa puerta es el baño- me dijo y me dejo sola en su habitación.
Me duche y me coloqué una ropa interior limpia que tenia en mi cartera y luego su camisa encima. Salí y me tire en su cama.
No se cuento tiempo paso, pero todo se volvió oscuro y caí en un profundo sueño. Sentí unas manos en mi cintura pero les reste importancia.
Abrí los ojos al sentir los rayos del sol en mi cara, cuando caí en tiempo de que esta no era mi casa, me levante en tres segundos de la cama, fui al baño y me lave los dientes con un cepillo que siempre traigo encima. Bueno uno nunca sabe, siempre ando preparada para todo, no me mal entiendan.
Salí de la habitación de Jayden y lo que vi, quisiera que se repitiera mas a diario.Estaba el, en la cocina con una toalla envuelta en la cintura color roja, me lo comí con la mirada y me mordí el labio. Dios este hombre me va a matar un día de estos, pensé.
- Buenos días- me dijo con una sonrisa.
- Buenos días- le dije.
- ¿ Dormiste bien?- me pregunto y yo asentí- ¿quieres desayunar?- pregunto.
- No, yo desayuno en mi casa- le dije y el asintió.
- Nos cambiamos y nos vamos- me dijo y yo asentí- ¿Te presto ropa?- me pregunto.
- Si, yo te la devuelvo- le dije y el me paso una camisa gris y un pantalón Adidas, fui al baño y me cambie. cuando salí, ya el estaba listo, con un pantalón gris de chándal y una camisa negra.
Nos fuimos y 40 minutos después ya estábamos en mi casa. Me iba a bajar del auto pero el me agarró del brazo y me giro hacia el.
- ¿Pasa algo?- le dije extrañada.
- No, solo quería decirte que espero que se repita- me dijo con una sonrisa de lado.
- No lo creo- le dije e hice para bajarme nuevamente pero el me volvió a sostener.
- ¿No te vas a despedir?- pregunto con una sonrisa.
- Adiós- le dije e intente salir del auto por tercera vez pero me detuvo nuevamente.
- No así no- me dijo- así- me agarro la cara y me plantó un beso- Bonito día nena- me dijo cuando nos separamos, me baje del auto sin decir nada y entre rápido al lobby del edificio, marque mi número de piso en el elevador y tan pronto llegue a mi apartamento, saque la llave pero la puerta se abrió de golpe.
- ¡Mierda!- grite por el susto y me doble a recoger las llaves en el suelo.
- Cuéntamelo todo- me dijo Vicki.
- Buenos días a ti también- le dije sarcástica.
- si, si saludos para otro momento, ahora cuentame- dijo desesperada.
- Al menos déjame entrar- le dije por que aún estábamos en la puerta.
- ¡Cuentaa!- grito y me dejo pasar.
Luego de estar 1 hora contándole todo a mi querida amiga Vicki , al fin comprendió que no me había acostado con Jayden.
- ¡Que fuerte!- dijo aún en shock.
- Mjum- le dije restandole importancia.
- ¿Entonces van a terminar algún día lo que comenzaron?- será pervertida, pensé.
- Mejor voy a subir a mi habitación, quiero ducharme bien- le dije riendo y me fui corriendo, dejándola con la palabra en la boca.
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La Diabla Del Octágono (EDITANDO)
Novela JuvenilNikole Galeisha Petrov Rivera alias "la Diabla" La mejor peleadora ilegal en el "underground de Rusia" Se muda a París intentando dejar ese mundo atrás, sin que nadie conozca de su otra persona pero.... Qué pasa si no puede dejar las peleas? Qué pa...