Luego de una tarde compartida con mi hermana menor, la reunión y entrenamiento previo a la carrera llego claramente atrasado a la cena que se supone que es en el honor de mis últimos casi dos días de soltería. Aún tengo mi pelo mojado, porque no llegue a secárlo del todo, no es que me importe pero siempre recuerdo a mi madre repitiéndo lo importante que es no salir con el pelo mojado a la calle, porque puedo resfriarme y eso puede terminar con algo de fiebre o dolor de cabeza.
El resto-bar es moderno, su nombre es "Chiquilin" y se ubica en una esquina del centro de Buenos Aires. Sé que tengo que ingresar por el costado, porque es en la zona de la parrilla donde está mi grupo de amigos. No son muchos, están presentes Nathan, Nicholas, Adam y el idiota de Bruce el cual es un agregado reciente al grupo que no me genera ninguna empatía. Por lo que al verlo pongo mis ojos en blanco, luego de abrir la puerta y dirigirme a la mesa. Están sentados a los costados dejándome la punta de la mesa para mí. Las sillas son de madera oscura, como las mesas hay algunos portarretratos colgados con viejas fotos de las bebidas. Me siento en la mesa de golpe recibiendo aplausos y cargadas de mis amigos.
- Era hora que llegaras, campeón- me dice Adam, golpeando levemente mi hombro.
- ¿Ruth te tenia atado a la cama?-consulta Bruce, lo observo en silencio mientras que me quito la campera de cuero negra y la coloco en el respaldo de mi silla.
- Que gracioso Bruce-mascullo, para ver a Nathan el cual me observa en silencio- ¿Qué?
- Eso digo yo...- achina sus ojos- ¿sucedió algo con Ruth?
- Algo así.
- Si estas arrepentido- me dice Nicholas- estas a tiempo aún de decirlo.
- No, no sé si es eso. Estamos pasando un mal momento...
En ese momento la conversación es interrumpida por una voz femenina, que llama mi atención obligándome a mirarla.
- Hola, buenas noches- me sonríe levemente mientras que solo me quedo callado observándola. Mierda- ¿Ya puedo dejar los menús?
- Si, ya llego el alagado- me señala Bruce.
- Ah que bueno. Te estaban esperando hace un rato- la veo repartir los menús para luego agregar- vengo dentro de un rato y les tomo el pedido.
Asiento para en cuanto la veo irse cerrar mis ojos y abrirlos nuevamente, repito esto unas dos veces como si no creyera lo que veo. Siento que la conozco, que no es la primera vez que mis ojos se cruzan con los de ella. Carajo, es tan linda. Sus ojos son azules, rasgados y tiene una pequeña nariz, sus labios son rosados y gruesos. Y... mierda. ¿Por qué siento que es un deja vu? Frunzo mi ceño.
- Che- me codea Adam- parece que hubieras visto un fantasma.
- Alzo mis cejas- Eso creo...-murmuro, para ver a Nathan fruncir su ceño.
A los minutos vuelve a aparecer ella con su moño que recoge todo su pelo castaño oscuro despejando más su cara para mis ojos con un anotador, bastante pequeño y una lapicera. Se para a mi lado derecho produciendo que la observe sin poder evitarlo.
- ¿Les tomo el pedido?
- Si-contesta Bruce- para tomar una cerveza negra, la que tengas y para llevar ¿puede ser tu numero?
Veo como palidece en el lugar para luego cambiar de actitud y alzar una de sus cejas para anotar su pedido. Bruce expande su sonrisa mirándola, sin ningún tipo de tapujo
- Todo lo que te vas a llevar- comienzo a decir- es una patada en el culo, Bruce. No empieces- mascullo, mi tono de voz es bajo rozando la amenaza.

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Ojala te enamores (Borrador)
Romance"Ojala te enamores" grito con dolor, furia y despecho mientras que él la dejaba sola en plena habitación. Esa frase quedo en su mente mientras que en su vida volvía a rencontrar a una mujer que era tan parecida a la chica que alguna vez vio. Él no...