Ojala te enamores (Borrador)

III

Estoy sentado en la banqueta color marrón claro de la casa de mis padres, desayunando o intentándolo, porque Hollie roba cada tostada que termino de untar de queso para ella y se lo permito porque más allá de que es temprano y detesto que me molesten con ella no me pasa. Suspiro, para morder un trozo de la tostada que pude salvar.

- ¿Vas a verme en mi primer partido de hockey?- me consulta Hollie apoyando su cabeza en mi brazo.

- ¿Quieres que vaya?

- Si, si no ni te lo preguntaría- dice con cierta obviedad mientras que pone sus ojos en blanco.

- Eres tan adorable.

- Como ti a esta hora- dice mientras que sonrío porque uso el mismo tono de voz irónico que yo...

- Buen día- dice mi papa con su habitual traje de oficina, besa la frente de Hollie y la mía.

Creo que le he dicho mil veces que estoy grande para recibir ese gesto de su parte pero como siempre no me escucha. Veo como se sienta cómodamente a mi lado para tomar un diario y abrirlo en la parte económica. Es su rutina, mientras desayuna lee las últimas novedades para probablemente conversarlas con su equipo.

- ¿Cómo esta Ruth?- me dice para tomar un sorbo de su café.

- Calculo que bien...- comento tomando un sorbo de jugo.

- ¿Calculo?- voltea dejando el diario para mirarme, frunce su ceño.

- Es que es insoportable papi- dice Hollie haciendo su pelo hacia atrás- es lógico que Van nunca sepa cuando está bien.

- Mi padre sonríe aunque intenta por varios segundos no hacerlo- Voy hacer de cuenta que no he escuchado eso- mira más allá de mí, observando a Hollie la cual cierra su boca formando una línea con sus labios-¿Paso algo que tu madre y yo deberíamos saber?

Lo observo por varios segundos sin saber que decir, aunque en realidad no es que no lo sepa es que no se si sería correcto decirlo.

- Van no se quiere casar, eso pasa- volteo inmediatamente para mirarla ella sonríe amablemente-

- No es tan así...- digo viendo que mi padre alza sus cejas.

- ¿Y cómo es entonces?

- Estamos teniendo un momento difícil, discutimos bastante y por ahí, ella espera palabras o acciones mías que no va a obtener nunca porque creo que no estoy enamorado de ella.

Dije todo lo suficientemente rápido para que mi padre se sorprenda, y deje el diario sobre la mesada para sentarse de costado y mirarme fijo.

- ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?

Asiento lentamente.

- Sí, es decir, no es que con Ruth no me pase nada. Nosotros tenemos mucha química, muchísima, pero me parece que no va alcanzar con eso solamente.

- ¿Y lo descubriste hace -mira el reloj plateado de su muñeca derecha- dos minutos?

- Frunzo mi ceño- No, lo vengo pensando hace unos cuantos días al haber empezado a convivir lo note. Ella es bastante difícil...

- Bueno, piénsalo bien no es fácil suspender un casamiento y si dices que ahora es difícil, no quiero imaginar lo que será si se lo dices- toma el saco que está en el respaldo de su banqueta para ponérselo, se acerca y besa mi frente- Mas allá de eso ten en claro que a mama y a mí, nos interesa que seas feliz.

Veo como saluda a Hollie, indicándole que se comience a cambiar para poder ir al colegio. Ella asiente para voltear y robarme lo que queda de mi tostada, para morderla.