Ojala te enamores (Borrador)

VII

Nos encontramos todos en la pista por sexta vez en esta semana que está por terminar para poder realizar las pruebas necesarias y también para echarle un vistazo a la competencia. El rival más fuerte que tengo es Eric Dobrev, es argentino de la provincia rico hasta el cielo, desde el momento en que dio el primer llanto y por lo tanto, súper egocéntrico. Es esa clase de hombre que compite por todo, no se desde que momento me eligió como su rival más fuerte pero desde que lo ha hecho le he ganado. Así que no espero menos de esta vez...

- Escúchame esta Dobrev - me dice Ricky mirándome a los ojos- probando su mierda de motocicleta cuando salga te toca a ti.

Asiento lentamente para tomar mi celular del escritorio y revisar mis notificaciones. Tengo un mensaje de mi madre con un video de Hollie, ella pregunta si ya está grabando para correr y volver con una hoja que tiene los días que faltan sin tachar y los otros marcados.

- Falta nada para que vuelvas Vannnn- dice emocionada saltando- te deseamos lo mejor para las pruebas y las carreras. Te queremos mucho- y tira besos a la cámara del teléfono.

Creo que no puedo recibir mejor mensaje que este. Sonrío para apretar el micrófono y enviar un audio. Estoy terminando el audio cuando veo a Dobrev pasar por el frente de mis ojos para detener sus pasos y voltear a mirarme.

- Hutt, creí que no habías calificado para esta competencia. ¿No es que solo ingresábamos los mejores?- le dice a su Relacionista público, que ya no se gasta en detener su clara provocación.

- ¿Los mejores?- digo alzando una de mis cejas- deberían dividir la carrera en dos grupos, por un lado los que nos esforzamos para estar- digo poniéndome de pie- y luego los que compran el pase...

No termino de pronunciar la frase que veo como se viene encima de mí y es empujado a tiempo por Paul.

- ¿Qué mierda?- dice Dobrev trastabillando pero consigue tomar el control de su cuerpo y no caer.

- Paul, tranquilo- digo poniendo una mano en su hombro.

- No vengas aquí a hacerte el dueño del lugar, niñito rico- le dice mascullando con cierta irritación

- ¿Acaso eres su pareja que lo defiendes así? -ríe levemente- Creí que a Hutt le iban las mujeres.

Frunzo mi ceño, apretando mi agarre en el hombro de Paul. Veo como Sam y el resto del equipo se acerca para pararse a nuestros costados.

- Sabes hay un dicho que dice algo como lo que dice Juan de Pedro habla más de Juan que de Pedro- le comento, ese dicho me lo ha comentado mi madre en más de una ocasión y nunca creí que iba a utilizarlo alguna vez.

- ¿Y eso que quiere decir?- comenta, pongo mis ojos en blanco pobre niño rico se ve que jamás se le ha ocurrido tomar un libro y leer.

- Deja, es demasiado para tu mísera neurona Dobrev. Ve, ve a seguir tirando tus dólares por algún sitio y no me molestes.

Su relacionista público se digna a fingir interés para tomarlo del brazo y llevárselo por donde deberían haberse ido.

- ¿Pero...tienes fiebre?- me dice Paul poniendo su mano en mi frente.
- No- saco mi cabeza de su toque-
- Mierda, esa niña del restaurante te ha pegado tan duro que ya ni siquiera quieres pegarle al imbécil del niñato rico- dice señalando a la nada.
- Cállate Paul, no es por Lena- todos me miran atentamente, si tiene nombre y es lindo. Lo sé- es que no quiero que nos eliminen por darle un poco de lo que se merece.
- Es lo mejor que puedes haber hecho, chico Lenisado- dice Sam sonriéndome de costado- Ahora ve a probar la pista.