VIII

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Increíble pero real, ya ha pasado una semana más y mi vida ha sido una rutina exhaustivamente larga. Estos últimos días he tenido que dar entrevistas en algunos programas deportivos, por lo que estoy agotado mentalmente. No se cuantas veces he tenido que responder a la pregunta con respecto a mi estado amoroso pero se que han sido las suficientes, como para rogarle a Sam que la entrevista de ayer sea la última. Gracias a Dios así ha sido.
Hoy es la bendita carrera por lo que todo el equipo está más histérico de lo habitual. Son sólo unos cuerpos de hombres llenos de tensión nerviosa, esto me hace re preguntar ¿por que nunca se nos ha ocurrido traer a las mujeres de cada uno a estas carreras? Probablemente todo sería más simple y estarían tan cansados que no podrían ni sentirse estresados.
- Necesito que en una hora o menos me habiliten la pista- escucho que dice Sam por su celular.
Camina de un lado hacia el otro por el living, mientras que escucha lo que sea que le están contestando.
Pasó por su lado para saludarlo con la mano e ir a la cocina por que tengo hambre y antes de la carrera suelo ingerir algún tipo de alimento, algo aunque sea, un yogurt con cereales y alguna fruta. Sí, Paul me viera estaría orgulloso de mi.
Estoy preparándome mi yogurt con cereales cuando ingresa Sam casi corriendo para ponerme el celular en el oído.
- Putito de mierdaaa- escucho del otro lado y se que son mis amigos. Reconozco sus voces en cualquier lugar y momento.
- Se que a ustedes les encantaría que lo fuera y que me les tirara- digo para escucharlos reír e insultar.
- Okey- dice Nathan- se supone que la llamada es para que recuerdes que tienes amigos y que te deseamos muchos éxitos para hoy.
- Son tan sentimentales cuando no me tienen cerca - le digo escuchandolo reír.
- Es el efecto de no tener que soportarte.
- Lo sé.
- No vayas a olvidarte de la cena, ya sabes esa que tendremos en cuanto regreses - me dice sabiendo perfectamente que no quiero ir a esa cena.
- Maldición- mascullo- no comiences con eso de nuevo.
- De hecho lo haré, es un favor solamente además ella... te gustara.
¿Comó carajos se supone que sabe que la mujer que irá me gustará? Es mi amigo pero que lo asegure asi me hace sospechar.
- ¿Y eso como lo sabes?- digo curioso para tomar una cucharada de mi yogurt.
- Eres como mi hermano, se cuales son tus gustos en todo incluso en las mujeres.
Alzó mis cejas mientras pienso en su frase. ¿Por que no le creo? Algo dentro de mi, me dice que me oculta un detalle sobre esa mujer pero no está interesado en decirlo y yo, ahora mismo, no quiero insistir con el tema.
- Espero que sea así entonces -suspiro-
- Hazme caso por que así será- siento que sonríe. Maldito.
- Te pasó acá con el resto, que claramente son menos importantes, por eso hablarán ahora - dice Nathan mientras que se escucha como lo mandan a la mierda.
- Cállate, Nathan -dice Nicholas - Maldito, más vale que ganes como siempre y patees más de un culo.
Rio a toda voz. La falta de pedagogía de mis amigos para exigir es lo que hacen que justamente sean eso mis amigos.
- Juro que he captado el mensaje- digo para comer un poco de yogurt-Prometo patear más de un culo.
- Sobretodo el de Drobev, por favor- me dice casi rogandome- Ese niñito con aires de superioridad, merece que le den la cara contra el asfalto.
Es la primera vez que escucho a Nicholas con ese tono de voz tan impropio de él. Lo que me sorprende pero no deja de causarme mucha gracia a la vez.
- Okey como ha quedado claro ese asunto. Sólo te deseo muchos éxitos - me dice revelando sinceridad en sus palabras.
- Gracias gil- digo para dejar el tarro en la pileta de la cocina y abrir la canilla para lavarla en cuanto corte- En cuanto regrese nos juntamos y festejamos lo que sea que suceda.
- Okey.
- Adiós.
Los escucho despedirse a unísono y reírse como unos idiotas para luego colgar la llamada. Tomo una manzana de la canasta, que hay sobre la heladera para salir de la cocina e ir hacia Sam, el que está con otro de sus celulares hablando.
- No te cansas de parlotear eh -comentó al pasar para dejarle el celular sobre la mesa.
Veo que tapa el celular para hablarme.
- En media hora vamos para la pista así haces la última prueba- asiento lentamente para cruzar el pasillo e ir hacia la habitación.
Necesito una ducha pre carrera para quitar la creciente tensión de mi cuerpo. Tengo que estar renovado para cambiarme e ir hacia la pista.

Ojala te enamores (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora