XX

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Aquí estoy en mi coche esperando que uno de mis mejores amigos, Nicholas, salga de su edificio para dirigirnos a una fiesta. Sí, esto de estar soltero me está afectando. Hace tiempo que no salgo tanto, aunque en realidad voy a este sitio lleno de desconocidos por el simple hecho de que Lena estará allí. Además, ella me ha invitado. Es lo más sorprendente que me ha pasado, creo que aún no he logrado superar el hecho de que lo hizo. Jamás me espere que el día del partido, luego de conocer a mis padres, de la pregunta de Hollie quedando en el aire entre los dos, ella me invitaría a este lugar. 

Es una fiesta en la casa de uno sus compañeros de trabajo, me ha dicho que podía ir acompañado y no se, sí lo ha hecho por que cree que iré con alguna mujer más, o por que espera que vaya con un amigo. Quizás, cuando me vea ingresar con él le quedé claro que no estoy interesado en nadie más que no sea ella. Así me tiene, atrapado, como sí fuera un marinero y ella una sirena con algún especie de magnetismo poderoso. 

En ese instante se abre la puerta del acompañante. Me sobresalto en el asiento, maldición debo recordar tener el auto cerrado siempre...

- No era para que te asustes así- me dice Nicholas con demasiada diversión.

- ¡Maldita seas!- le grito aún con mi corazón desbocado- ¿Que te cuesta golpear la maldita ventana antes de entrar?

- Tú sabes- cruza el cinturón de seguridad por su pecho- perfectamente que no valía la pena hacerlo. Estabas en algún especie de trance mental,  seguro perdido... en algunos ojos azules.

Maldición, Nathan ya estuvo contando todo sin mencionarme que lo haría. Sí fuera un periodista, se llenaría de dinero esparciendo cada detalle que se entera de mi vida personal.

- Sí, es cierto- admito refunfuñando.

El ríe para estirar su brazo y encender la radio. Arrancó el coche nuevamente para salir de allí.
La casa del compañero de Lena, llamado Ryan está situada en Tigre por lo que nos demoramos alrededor de hora y media en llegar. Escucho el estómago de Nicholas ponerse en manifiesto por lo que río a toda voz.

- Deja de burlarte- me dice mirándome- no se como haces tú para no tener hambre. ¿Has dicho que harán pizzas?

Me dice sonando como un niño entusiasmado por el hecho de ir a un sitio a comer pizzas.

- Eso me ha dicho Lena- le digo mientras que una sonrisa de imbécil se dibuja en mi rostro.

- Sabes, nunca te he visto así de entusiasmado por ver a una mujer- me dice y ahí va el discurso que he estado escuchando todo este tiempo- No es por que Ruth no te haya hecho feliz pero ya sabes, creo que está mujer te ha Lenalizado.

- Por dios - digo al escuchar el maldito apodo- cállate. ¿Has hablado con el maldito de Sam?

Nicholas ríe muy a gusto con mi comentario. Maldición, nunca habrá secretos entre el grupo. No se como aún no me he dado cuenta de esto.

- Por supuesto, no es casualidad que todos te definamos como el Lenizado del grupo- me dice para reír de nuevo.

Lo fulmino con mi mirada, el alza una ceja con sorpresa.

- No estoy Lenizado no se como explicarlo, aun no he descifrado lo que me sucede con ella- le digo con brutal sinceridad- Es guapa, muy, estos días he descubierto que es más que una cara y cuerpo bonito. Creo, que es eso más el misterio que se esconde detrás de sus ojos, lo que me tiene tan... implicado.

- ¿Implicado? Ni que fuera una ecuación a resolver- me dice sin entender, mientras que baja el volumen de la radio.

- Ya veras de lo que hablo- le digo convenido de mi teoría- déjame que te la presente primero.

Ojala te enamores (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora