Simplemente no puedo creer que sea ella. Esto no puede ser una simple casualidad. Miro a Nathan para encontrarme con una sonrisa más un guiño bastante cómplice... Fue todo parte de su obra con una gran mano del destino lo que logró que ella este sentada aquí. Dios, es bellísima tal como la recordaba.
- ¿No piensas sentarte? - me dice Nathan consiguiendo que noté que estoy aún de pie como un idiota- Él es Evan, ella es Linda- nos presenta por lo que me acerco y la saludo- y ustedes ya se conocen.
- Hola Lena - me siento a su lado para saludarla con un beso en la mejilla.
Su perfume inunda mi espacio y me siento automáticamente renovado.
- Hola Evan- sonríe como aquella noche.
- ¿De donde se conocen?- consulta Linda observandonos con curiosidad.
- Él es el que fue a cenar con Nathan y unos amigos más por su despedida de soltero- dice Lena mirando a su amiga como sí le rogara que se callara la boca.
-¿Tú eres el que la ha hecho pasar un mal momento?- alza una de sus cejas mientras me devora con su mirada.
- No, no - digo creyendo que habla de Bruce- es decir- la miro a Lena la cual está sonrojada por la vergüenza que claramente está pasando-
- Ese es otro Linda- dice para poner sus ojos en blanco.
¿Ya dije que ella es adorable?
- Uhm, okey- me observa en silencio para agregar- ¿y te has casado?
- No - digo para mirar a Lena la cual me está mirando mientras que parpadea- Es que creo que Ruth no era la correcta.
- Oh, entonces pueden conocerse - dice Linda para señalar a Lena y luego a mí.
¿Está chica podría ser mi mejor amiga? Sí, creo que sí. Veo a Lena sonrojarse nuevamente y yo río con nerviosismo como un tarado. Tengo que controlarme...
- No es una mala idea- agrega Nathan- ambos están solteros. No tienen mucho que perder...
Por dios, veo que Lena se pone algo incómoda y me resulta extraño por que cuando estuvimos solos parecía mucho más segura de sí misma.
- Bueno... no los presionemos- dice Linda mientras que nosotros estamos dentro de un incómodo silencio- ya se va dar - sonríe levemente.
Pasamos un rato decidiendo que cenar, decido no tomar alcohol por que debo manejar luego y por otro lado sigo agotado, quiero dormir pero sin tener ningún tipo de resaca luego.
La mesera que nos atiende es demasiado simpática, es como sí hubiera hecho algún tipo de curso, sobre como sonreír con demasiada amplitud. Decidimos encargar dos pizzas para comer y para beber Nathan compartira una cerveza con Linda, mientras que Lena y yo hemos decidido tomar gaseosas.
- ¿Como te ha ido en la carrera? - me consulta la castaña de ojos claros.
- Bien, por suerte he ganado - sonrio con cierto orgullo-
- Uau, felicitaciones - me sonríe. Sí, lo hace sólo para mi y nunca me he sentido mejor.
- Gracias- le digo para consultarle- ¿La universidad, bien?
Se sorprende, lo sé por que alza sus cejas, creo que no puede creer posible que recuerde lo que me ha contado hace días.
- Bien, tengo mucho por hacer - noto su voz de euforia mezclada con cansancio- me han enviado trabajos bastante complejos y creativos. A veces, se me agotan las ideas- sonríe con sinceridad.
Estoy rendido a sus pies por esa sonrisa, esos ojos y la forma en que su cara trasmite cada palabra que sale de su boca.
- ¿Tienes fotos de tus diseños?- le consultó quiero ver que tan buena es.
- ¿Quieres verlos?- vuelve a asombrarse.
¿Le sorprende que me interese o que quiera verlos?
- Sí, siento curiosidad - le confieso con sinceridad
En ese instante, me doy cuenta que no estamos solos y que estamos siendo observados con atención por parte de su amiga y el mío. Me siento un animal en exhibición, frunzo el ceño logrando que ellos se metan en sus asuntos y comiencen a hablar entre ellos.
- Aquí tengo algunos- me dice dándome su celular comienzo a mover las imágenes y veo que ella toma fotos de las evoluciones de sus diseños.
Es realmente buena, creativa y perfeccionista. Me gusta. La miro mientras que ella habla con Linda de unas vacaciones que pasaron juntas. Tiene un precioso perfil, una nariz pequeña y pestañas largas que cada vez que parpadea acarician sus mejillas.
- ¿Te han gustado? - me dice en cuanto nota que no dejó de mirarla.
Me estoy comportando como un patetico idiota.
- Sí, de hecho eres muy buena - la halago sonriendole, ella parpadea asombrada.
- No exageres, pero gracias igual por el halago- sonríe apenas, como sí aunque le de vergüenza tomará mis palabras.
- Es la verdad y no exagero- digo sonriendo.
- Ey quiero ver los diseños- dice Nathan haciendo que ella se ponga un poco nerviosa.
- Toma, Linda creo que tiene otros en el suyo- le dice dándole el celular en una de sus manos.
- ¿Has trabajado ya diseñando?- le consultó ganando que sus ojos azulados vuelvan a mi.
- Emm, no es que - mueve sus manos mientras se expresa- no soy tan buena y nunca han estado interesados en mis bocetos- se encoge de hombros.
La idea se queda instalada en mi cerebro, ¿debería contratarla? Sí sería lo único que me quedaría para poder verla de nuevo.
En cuanto la niña de gran sonrisa, vuelve con nuestros pedidos comenzamos a cenar y a reír, por viejas anécdotas que cuenta Nathan para destacarse.
Es su mayor arma de seducción siempre suele ser el gracioso y el que no le interesa hacer el ridículo mientras que yo soy todo eso con un par de tragos de más. Estoy algo nervioso, creo que jamás me ha interesado tanto saber como me veo en los ojos de alguien más, como en los de ella. Me encuentro pensando en ese pequeño viaje en auto, en la manera en la que ella se veía y en como se ve ahora. Está mucho más maquillada, sus ojos están delineados y su boca lleva un labial color rosa claro supongo que será por iniciativa de Linda. Ella se ha maquillado casi igual.
- ¿Sólo corres en motocicleta?- me consulta Linda mientras come un pedazo de su pizza.
- Mmm sí aunque también trabajo con mi padre- le digo para comer un trozo de mi pizza.
Siento que está chica está intentando tomar toda la información que pueda de mi.
- ¿Tú? - le consultó viendo que Nathan sonríe, sabe que es mi venganza natural hacer la misma pregunta hacia el otro- ¿Sólo estudias?
- Sí, por ahora, suelo viajar a la costa en verano y hago algunas promociones - me dice para tomar un sorbo de su cerveza.
Veo que Nathan la mira de golpe sorprendido. ¡Ups! Claramente el no sabía de esto.
- ¿Todos los veranos?- le dice, ella voltea sonriendo con diversión para tomar su menton y darle un beso corto en los labios.
- Algunos, este pienso ir de nuevo y estoy intentando convencerla a ella- señala a Lena.
- Ya te he dicho que no- dice defendiendose- No sirvo para esas cosas. Además, no me veo.
Lo que dice coincide con lo que se ve, ella es más bien tranquila y equilibrada. Jamás la veria con prendas ajustadas o pequeñas mostrándose para conseguir que hombres o mujeres prueben los productos.
- No seas así, sabes que es lo que más dinero te dejaría - comenta intentando que cambie de opinión.
- Prefiero vender ropa o no se, ser camarera de algún restaurante- dice para tomar un trago de la Coca Cola.
- O puedes hacer trabajos de diseño para mi- digo en voz altai pensamiento
Dejó el vaso en la mesa al darme cuenta que ella y los demás me observan.
- Eso es una gran idea- dice Linda- ella puede hacerte diseños para tus motos y trajes.
La miro en un silencio incómodo, ella sigue con sus ojos fijos en los míos como sí intentará averiguar el por que de mis palabras, cuando la respuesta es demasiado obvia.
- Además, la empresa de su padre necesita una renovación de logo- agrega Nathan guiñandome un ojo.
- Dejen de presionarlo, quizás sólo se le escapó el comentario- me dice como sí notara que lo dije sin intención de hacerlo.
- No, en realidad es algo que se me ocurrió pero no pensé que terminaria diciéndolo así - le digo intentando que ella deje de pensar que no merece trabajar de lo que hace.
¿No se ha dado cuenta que le sobra talento?
- ¿En serio? - dice muy sorprendida de todo lo que acabó de decir. Simplemente asiento- Ay... Pero... ¿por qué? Es decir- mueve sus manos intentando explicarse.
Por que quiero que puedas triunfar de lo que amas hacer lo pienso y no lo digo.
- Tienes el señor talento- digo con mi voz algo elevada- para esto y tanto la empresa de mi padre, como yo, necesitamos un cambio. Eres la indicada.
- ¿No deberías consultar con tú padre?- frunzo mi ceño.
- Hagamos esto - digo pensando como continuar- tú haz bocetos para mi motocicleta y trajes. En cuanto los tengas me los envias o nos vemos en algún lugar y se los muestro a mis padres. Estoy convencido que le gustará - le digo intentando calmar su duda no necesaria.
- Oh, bueno pero...- mira a su amiga la que le sonríe alentandola- tienes que decirme los colores, y algo que tenga que tener sí o sí.
- Tú firma- le digo guiño uno de mis ojos.
Ella niega con su cabeza sonriendo.
- Lo digo en serio- me dice mirándome con sus preciosos ojos- tengo que tener algún dato para guiarme.
-Okey, puede ser azul o rojo son mis colores preferidos- ella asiente como sí estuviera almacenando en su cerebro lo que estoy diciendole- mi número es el siete, tendría que tener mi apellido que es Hutt debajo del número.
- Okey -dice con cierta curiosidad.
- El número de ella también es el siete- dice Linda haciendo que Lena se sienta incómoda.
Otra casualidad para agendar.
- ¿Por que es tú número?- me consulta mirándome mientras que sus ojos se oscurecen un poco como sí estuviera recordando algo.
- Es la cantidad de años que tiene mi hermana pequeña- le digo a Linda la cual se sorprende con mi comentario. No se que espera que dijera- hay un antes y un después en mi vida después de su nacimiento.
- Es como un nuevo comienzo...- dice Lena en voz baja, casi en un susurro de esos que nacen sin intención, esos en donde confesas sin querer.
- Lo fue- digo asintiendo para tomar un sorbo de mi gaseosa.
El resto de la noche pasa con ella está en silencio, como sí le hubiera sorprendido demasiado lo que dije, quizás, se ha sentido identificada. ¿Habrá empezado de nuevo hace siete años atrás?
Me gustaría saber en que piensa, poder saber por que de golpe ha decidido no hablar más. Sólo se ríe cuando todos lo hacemos y agrega palabras como para no sonar tan desconectada del todo.
- ¿Pedimos la cuenta? - consulta Nathan.
- Dale- busco mi billetera en mis jeans.
Tanto Lena como Linda comienzan a buscar dinero dentro de sus billeteras.
- Nosotros invitamos- dice Nathan mirando a Linda la cual niega con su cabeza- No seas así, dejanos invitarlas.
- No- dice Lena interviniendo- no es justo que lo hagan. Ad emás queremos pagar la mitad aunque sea.
-¿La mitad?- consultó sonriendo me parece encantador que defienda su ideal de igualdad.
- Sí, como mínimo. Eso de que los hombres paguen y se hagan cargo de todo no me parece bien- me dice alzando una de sus cejas- Soy independiente y trabajo puedo pagar la mitad de una cena.
- Sonrío sin poder evitarlo- No te sulfures- le digo haciendo que Linda ría por mi comentario- me parece bien que quieras pagar habla bien de ti.
Estoy cerca de su rostro lo suficiente para verla parpadear nerviosa mientras que sus ojos recorren mi rostro hago lo mismo con los mios. Nuestra cercanía hace que mi corazón salté en mi pecho mientras que mi alma se siente relajada por lo que siente y ve.
-Entonces pagaremos la mitad- dice Linda logrando que salga de mis pensamientos y me aleje despacio.
Lena sólo asiente sin quitar sus ojos de los míos. Nuestra conexión sigue intacta por unos segundos más hasta que aparece miss simpatía y debemos pagar la cuenta.
Nos ponemos de pie, tomo mi chaqueta de la silla para ponermela mientras que los demás se ponen sus abrigos. Empiezo a sentir una sensación extraña dentro de mi como de un vacío, justo en el pecho. La miro, ella está concentrada en ponerse su campera de cuero negra para poder cubrirse del frío. Dios, quiero volver a verla.
Estamos saliendo del restaurante cuando escucho a Linda decir que sí quiere la alcanzan hasta su departamento con Nathan por lo que siento que una vez más está chica está dándome el pie para hablar.
- Si quieres puedo llevarte- digo volteando para ver su sincera sorpresa.
- Bueno, está bien- dice con un matiz se vergüenza- sí no te molesta.
Es increíble para mi poder descubrir con facilidad sus facetas.
- Me estoy ofreciendo, no me molesta al contrario - no puedo dejarte ir de nuevo tan fácilmente cariño- Tengo mi auto a la vuelta- le digo cuando estamos en la vereda para que se salude con Linda.
Me acerco a Nathan para saludarlo, me susurra que mañana conversamos yo simplemente asiento para sonrier. El tendrá mucho más para contar que yo, es decir, no pretendo nada sonare como un idiota pero con llevarla hasta su departamento y verla ingresar sana y salva, me alcanza.
"Sana y salva" Sí, Hutt te alegra saber que lo está y que te recuerda. Quizás, no soy el único que no pudo sacarse ese viaje en auto de la cabeza.
- Nos vemos Evan- me dice Linda para acercarse y saludarme con un beso en la mejilla- cuidala- me susurra haciendo que me sorprenda por que es lo que acabó de pensar.
Le sonrío con amabilidad para ver que Nathan saluda a Lena y le dice algo que la hace reír. Frunzo mi ceño. ¿Que le habrá dicho?
Caminamos en silencio, por la vereda no hay nadie más que nosotros. Corre un pequeña brisa de invierno, que hace que ella cruce sus brazos debajo de su pecho. Logrando que identifique ese gesto tiene frío y como faltan unos metros comienza a quitarme la chaqueta.
- ¿Que haces?- me dice cuando pongo mi campera encima de sus hombros.
- Tienes frío- le digo la veo mirarme de pies a cabeza.
Oh, no puedo creer que estés escaneandome Collins.
- Pero... ¿Tú no?- parpadea sorprendida.
- Puedo soportarlo- le sonrio logrando convencerla.
La observó por varios segundos perdiendome en sus rasgos tan finos y perfectos. Su nariz es pequeña, perfilada, su boca también lo es pero tiene sus labios bien delineados y gruesos. Sonrio sin querer llamando su atención.
- ¿Ocurre algo?- me consulta al ver que mis ojos siguen fijos en ella.
- Estas muy linda- parpadea sorprendida por mis palabras- lo sos en realidad, pero te ves diferente con el pelo así - digo haciendo señas de su pelo suelto.
- Gracias- dice con timidez- tú también te ves bien- sonrio con amplitud por que me ese ganado un halago de su parte.
Cuando llegamos hasta el auto de mis padres la veo fruncir su ceño.
- Mis padres no me han dejado manejar mi auto- digo mientras que saco las llaves de mi bolsillo para desactivar la alarma y abrirle la puerta.
Doy la vuelta para subir del lado del conductor, entró justo cuando ella está cruzando por su pecho el cinturón de seguridad. Me observa para darme mi campera de cuero.
- Gracias por el abrigo extra- me sonríe divertida.
- No es nada Lena- le sonrío de vuelta.
- No me parece mal que tus padres no te dejen conducir tú coche- me dice mientras que enciendo el automóvil- Es un auto muy lujoso y llama mucho la atención, te podría pasar algo- me dice mirándome cruzó mis ojos con los suyos y veo que los de ella brillan de un azul oscuro que es asombroso.
- Eso es lo que ellos me han dicho- le digo recordando a mi madre de pie en la puerta diciendo que no me dejaría irme sí no dejaba las llaves de mi coche- De hecho me han obligado a dejar las llaves.
-Rie como una niña- Deben saber de lo que eres capaz.
Esa frase resuena en mi mente, logra que viaje por mis recuerdos pensando en la cantidad de travesuras que he hecho para poder competir en las carreras. Me he escapado unas dos o tres veces para poder presentarme.
- Claramente, de niño era bastante travieso- le cuento sonriendo.
- Bueno tú has cambiado de coche y yo de lugar. Vivo cinco cuadras más, de donde me dejaste la última vez- me dice con naturalidad para luego estirar su mano y encender la radio.
Exactamente igual, como lo hizo la vez anterior. Quiero saber por que cambio de lugar, que es lo que provocó que haya dejado el edificio anterior para irse a vivir a otro en tan sólo dos semanas. Es muy extraño o eso creo, pero se que no soy nadie para preguntarle. Ella tranquilamente puede decirme que no es de mi incumbencia y tendría razón.
La veo de reojo como tararea la canción que suena en la radio, la conozco es de Ed Sheeran sí mi mente no falla se llama "Thinking out loud". Su voz es suave y suena por encima de la música.
- Okey- digo para agregar- entonces son cinco cuadras ¿hacia que lado?
- Hacia la derecha- me dice por lo que asiento lentamente para quedarme en silencio.
Estoy llegando a su edificio mucho más rápido que la vez anterior. No se que me sucede, que me hace querer llegar con mayor velocidad al lugar sí por dentro se que no quiero dejar de verla. Me detengo al frente de la puerta sin apagar el auto como aquella vez. La veo que revisa su cartera pequeña saca su celular, las llaves y otro especie de teléfono, ese que saco aquella noche. Frunzo mi ceño para decirle
- Lena- ella levanta la vista para verme- deberías guardar mi número de celular - ella parpadea en silencio. Se que mi comentario la sorprende- así cuando hayas terminado los bocetos me dices y nos vemos o me los envias- digo intentando controlar la catarata de sentimientos que empiezan a surgir dentro de mi.
Por favor, di que sí no quiero dejar de ver esos lindos ojos.
- Oh, cierto- la veo tomar el celular dejando el otro sobre la falda de su vestido-
Estiro mi brazo en un acto de impulsividad valiente y se lo quitó. Ella se sorprende demasiado mientras que yo ingreso mi número y pongo de nombre "el insoportable" para dárselo.
- ¿Con que nombre te has agendado?- dice revisando la lista con diversión.
- Otro desafio, ya lo descubriras- le sonrio apoyando mi cabeza en el respaldo sin dejar de verla.
- Me gustan los desafíos- alzó mis cejas sorprendido- así que lo haré. Cuando los tenga te aviso...- me dice para mirar hacia la puerta de su edificio nuevo.
- Dale, nos hablamos o vemos entonces - le digo ella asiente lentamente.
Luego, como aquella vez se inclina hacia mi para dejar un beso en mi mejilla. Veo como sale del auto para mirar hacia los lados e ingresar casi corriendo al departamento. Recuerdo con claridad, que la vez anterior no hizo esto, por lo que la duda crece dentro de mi. ¿Que es lo que te da tanto miedo pequeña? Me quedó allí viendo como se pierde en el pasillo, para luego irme hacia la casa de mis padres con esta sensación extraña dentro de mi, que me dice que ella está en peligro.
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Ojala te enamores (Borrador)
Romance"Ojala te enamores" grito con dolor, furia y despecho mientras que él la dejaba sola en plena habitación. Esa frase quedo en su mente mientras que en su vida volvía a rencontrar a una mujer que era tan parecida a la chica que alguna vez vio. Él no...