Capítulo 14

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  Ya era sábado, no tenía la menor idea del momento que llegó Madisson y así como ella ama preguntar, decidí hacer lo mismo. Entré a mi cuarto de baño, me di una rápida ducha, me puse un short y una blusa de tiras, sequé mi cabello y luego lo sujeté completamente. Bajé las escaleras rápidamente y vi a una Madisson muy contenta preparando el desayuno. Sonreí. Eso significaba algo realmente bueno, caminé hacia ella.

— Buenos días — Besé su mejilla — ¿Cómo amaneciste?

— ¡Feliz, como nueva! — Me sonrió como el gato de Cheshire — ¿Y tú?

Me encogí de hombros 

— Por el momento envidio tu felicidad.

— ¡Ay, nena! — Apagó la flama de la estufa — Muero por que me preguntes.

Reí

— ¡Cuéntame todo!

— Fue r-o-m-a-n-t-i-c-o — Suspiró — Él es super caballeroso, me dio unas flores, me llevó a cenar, me invitó unas cuantas copas, me contó prácticamente su vida, le encantó como fui vestida y quiere que nos veamos otra vez. — Respiró hondo — Fue cuando le dije que nos acompañara al club y dijo que sí.

— ¡Eso es increíble! — La abracé con fuerza — ¿Ya sabes lo que te pondrás hoy?

— No — Me sonrió — Hay que ir de compras.

— Está bien, pero primero debo ir a recoger mi cheque a la empresa.

— Terminando de desayunar, tu sabes que me tardo comprando.

— ¡Lo sé! — Reí. 

Puse los platos en la mesa junto con los vasos, ella sirvió la comida y yo el jugo de Naranja. Desayunamos en paz, ella sonreía de vez en cuando, ahora me comprende cuando vi la primera vez a Michael. Al terminar de desayunar, nos arreglamos para salir; ahora me toca llevar mi Mercedes-Benz R129.

Decidimos ir vestidas prácticamente iguales. Usamos unos ripped jeans, botas negras, una blusa un poco ajustada color blanco, dejamos suelto nuestro cabello y usamos unos lentes de sol. Entramos al coche, pusimos la radio y luego conduje a toda velocidad con destino a la empresa.

***

Al llegar me estacioné, ambas bajamos del coche y luego caminamos sensualmente hacia la entrada de la empresa. Madisson estaba un poco maravillada, y más aún cuando entramos. Yo ya estaba harta de tener que vele la cara a todas estas personas y más harta de que siempre te analicen cuando entres porque es lo que hicieron cuando Madisson y yo dimos los primeros pasos dentro de la empresa. Y bueno, creo que yo también hubiese mirado a Madisson de esa forma. Ella es realmente hermosa. Incluso más que yo.

— ¿Es normal que te miren tanto? De pronto me siento embarazada. — Preguntó, sintiéndose incómoda, yo reí y asentí.

— Parece que es normal — Reí más — Si te das cuenta, todas aquí son rubias, menos yo.

— Mierda, es cierto. — Soltó una risa — Y se ven operadas, nosotras somos naturales, creo que por eso nos miran tanto.

— A lo mejor. — Llegamos al ascensor, apreté el botón y luego las puertas se abrieron — Espero encontrar a Michael.

— Aprovecharé para pedirle un autógrafo—  La fulminé con la mirada, ella comenzó a reír. Entramos al ascensor y apreté el botón diez.

Cuando llegamos, mi corazón latía muy fuerte, empecé a sentirme nerviosa y mareada, y cuando más nos acercábamos a la puerta, más sentía morirme. Presioné el timbre, intercambié miradas con Madisson ya que la idea de Elle y Michael me cruzó por la cabeza. Después de unos largos segundos, el interruptor de voz, donde podías comunicarte con Michael, transmitió su voz.

#1 Mi Cuerpo en tus LabiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora