Al despertarse esa mañana, Niall se sintió feliz después de mucho tiempo. Sus deseos se habían cumplido: amanecía con un radiante sol y el arcoiris brillaba en lo alto del cielo. Eso indicaba que no iba a volver a llover. Al menos, por un tiempo.
Desayunó y se dirigió rápidamente hacia la pastelería, no sin antes saludar a su padre y a Lea, que les extrañó verlo tan feliz después de lo mal que lo había pasado allí el día anterior.
Lo que ellos no sabían era que el día había comenzado de perros, pero había terminado perfecto. Bueno, casi perfecto, porque hubiera sido mucho más oportuno que su padre hubiera llegado a recogerlos diez minutos más tarde.
En cuanto llegó, la adorable campanita lo recibió, y Zayn miró hacia la puerta, sonriendo.
-¿Estás bien?- Preguntó cuando Niall se acercó al mostrador.
-Mejor que nunca- Respondió éste con una sonrisa.
-Es bueno escuchar eso. Me quedé preocupado toda la noche. Es que los truenos se oían realmente altos e imaginé que te darían miedo...- El rubio frunció el ceño.
-¿Por qué pensaste eso? Soy muy valiente, ¿Sabes?- Zayn rió.
-Ahora lo sé-.
En ese momento, Liam abrió la puerta de la pastelería, entrando con rapidez. El viento se coló y enfrió el lugar durante un minuto, pero enseguida la calefacción hizo su trabajo.
-Lamento, lamento, lamento de verdad que hallan pasado un día terrible ayer. Prometo no hacerlos venir la próxima tormenta que se anuncie- Fue lo primero que dijo.
-No te preocupes. No fue tan malo. El papá de Niall lo recogió y de paso me llevó hasta mi casa- Exclamó el moreno acercándose.
-¿Seguro que ambos están bien?- Miró con preocupación a uno y a otro, y ambos asintieron rápidamente.
-Nosotros estamos bien, el que no lo estará eres tú si no te pones a preparar en este momento tus muffins y pasteles para los clientes que están por llegar- Pronunció Niall señalando hacia las primeras personas que comenzaban a entrar a la pastelería.
Liam se sorprendió.
-Eso fue rápido. Me voy a mi lugar feliz en el mundo. Recuerden no molestarme demasiado- Dijo bromeando, y enseguida se metió en la cocina.
Con todo el trabajo que hubo para hacer, casi ni tuvieron tiempo de hablar acerca de lo del día anterior. De cualquier forma, Niall pensaba que tenía que intentarlo. No podía dejarlo sólo ahí, él no era de esos chicos.
-Oye, Zayn...- Ambos se encontraban apoyados contra el mostrador. Los pocos clientes que se encontraban en ese momento ya habían hecho sus pedidos.
-¿Mmm?- El moreno pronunció distraídamente, sin sacar la vista de su teléfono.
-Creo que deberíamos hablar de...- La campanita lo interrumpió.
Miró enojado hacia la puerta, y en cuanto los vio, casi le agarra un paro. Eran chicos de su clase. Chicos no demasiado amables de su clase. Que no sabían que él había comenzado a trabajar allí. Y que, probablemente, se burlarían.
-¿Qué decías, Ni?- Zayn levantó la vista y lo miró en el momento en que éste se metía corriendo en la cocina- ¡Niall!-. Lo siguió.
-¿Podrías atender tú a esos chicos? Creo que me acaba de agarrar... Un resfriado- Y comenzó a estornudar exageradamente.
-¿Cuál es el problema?- Abrió un poco la puerta y los miró. Se habían sentado en la sección de Niall, para su desesperación.
-Son de mi escuela. Tratan mal a todo el que se les cruza, porque piensan que son superiores a todos. Me destruirán- Rogó con la mirada. Zayn comprendió, pero no dio el brazo a torcer.
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Falling For You (Ziall)
FanfictionNiall se dirigió una fría tarde de Diciembre hacia la pastelería que había confundido su pastel de cumpleaños por uno de aniversario. Iba preparado para gritarle a alguien. Iba preparado para hacerle la guerra a cualquiera. Iba preparado para matar...