Falling For You (Ziall)

20: Forget that boy

Al llegar a la pastelería de Liam aquella mañana, Niall se quedó estático parado en la vereda antes de entrar.

Zayn estaba dentro y ya acomodaba algunas cosas. No lo había visto desde lo de Melody.

Repasó su plan mental rápidamente.

Primero: Ignorar a Zayn.

Segundo: Ignorar a Zayn.

Tercero: Ignorar a Zayn.

El número de pasos era infinito.

Tomó aire profundamente y abrió la puerta.

La familiar campanita lo recibió como todos los días. Ya sentía una especie de aprecio por ella. Era quien lo había acompañado cada día desde que había llegado allí, y le iba a costar mucho despedirse de ella.

Al oír el ruido, Zayn se volteó a mirarlo. Se veía... ¿Arrepentido?
Niall sacudió la cabeza y se limitó a pasarlo y dirigirse a la cocina.

-Buenos días- El moreno lo saludó amablemente. Demasiado amablemente. Pero Niall no respondió al saludo.

En cuanto se colocó la camisa y salió a atender la parte delantera de la pastelería, el moreno siguió intentando hacer contacto verbal con él.

-Creo que lloverá esta noche- Pausa para esperar una respuesta que nunca llegó- Aunque ojalá que los del clima se equivoquen. Quiero tener la última velada del año en paz. ¿Tú qué crees?-
El rubio se encogió de hombros y siguió revisando la caja registradora, sólo por mantener las manos ocupadas.

-Al fin y al cabo, hoy es 31 de diciembre, y no todos los días se cambia de año- Siguió hablando de eso ignorando su respuesta de "me vale". Niall maldecía que Liam no haya tenido que acudir hoy por su día libre. Si el castaño se encontraría allí, al menos podría encerrarse en la cocina y charlar con alguien. Así ignorar a Zayn hubiera sido mucho más fácil.

-Hoy tendremos otra cena en mi casa como la de Navidad- Al rubio casi se le caen algunos muffins que se había decidido a cambiar de lugar. Tragó saliva rogando porque el moreno no hubiera notado lo nervioso que se había puesto- Ya sabes, con familia y eso. Me parece que mi mamá hará otra vez el cordero al horno que...-.

-No me importa, Zayn. Realmente no me importa ni un poco lo que tengas para decirme- Le soltó lo más fríamente que pudo.

El moreno se tensó. No, la tensión se encontraba concentrada en el aire, sí, eso tenía que ser. Niall pensaba que la habría podido cortar con un cuchillo de ser necesario.

En cuanto Zayn se volteó hacia él, estuvo seguro de que se había perdido un capítulo de esta historia.
¿Era verdad que estaba viéndolo genuinamente arrepentido, desesperado por su perdón, necesitado de sus caricias y besos, tratando de convencerlo con sus ojos color miel? ¿O era sólo efecto de la fosforescente luz?

-¿Por qué...?-.

-Lo siento, cariño- Lo interrumpió con los ojos húmedos. Al rubio casi se le cae la mandíbula de la sorpresa.

-¿Por qué...?-. Esta vez se interrumpió él mismo, ya que no sabía cómo continuar esa pregunta.

-¡Oh, Dios, qué idiota fui! No, no un idiota. Un imbécil, un maldito demonio, el mismísimo Lucifer- No le causó risa para nada- Casi te pierdo por una jodida estupidez-.

Niall levantó una ceja al oír el insulto. Jodida. Comenzaría a utilizarla en su vocabulario.

-¿De qué diablos estás hablando?- Preguntó sin comprender del todo.

El moreno, quien se había tomado la cara con las dos manos y caminaba de un lado al otro mirando el suelo, se paró repentinamente y lo miró.

Acercándose con lentitud trató de tocarlo, pero Niall se alejó a tiempo. No podía dejar que se rozaran siquiera, o todo por lo que había pasado, los llantos, los planes de conquistarlo y ahora de ignorarlo, las roturas y costuras de su corazón, no habrían valido la pena, y caería otra vez a sus encantos.