Nos veíamos siempre en aquella cafetería cada sábado en la mañana. Tú pedías la misma malteada para mí, y yo me sonrojaba con ese simple gesto.
Vaya, que patética.
Platicábamos de todo un poco. Me contaste que estudiabas medicina forense y recuerdo haber hecho una mueca de desagrado. Reíste por mi actitud.
—¿Qué pasa, Pétalo? Es algo fascinante, tienes que visitar un laboratorio forense algún día conmigo —dijiste, aun con esa sonrisa pintada en tus labios.
Reí por tu invitación y negué. No era algo de lo que me interesara saber. Los muertos no eran lo mío.
Te conté que estudiaba diseño gráfico, y tu sonrisa se expandió.
—Tus ojos brillan al hablar. Eso me dice cuánto te gusta el arte. Centellean casi tanto como los míos al verte. Porque me gustas, Pétalo, tanto o más que a ti el arte.
Y todo mi mundo se vino abajo con esa última oración.
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Notas teñidas de sangre © [Notas #1]
General FictionPrimer libro de la bilogía «Notas». Aclaración: la segunda parte la pueden encontrar accediendo a mi perfil, estando como «Notas impregnadas de olvido © [Notas #2]». * «Él ya no está, y ella escribe con el corazón en la mano, mientras tiñe las notas...