«Folio veintisiete»

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Por favor, leer la nota que está en el final. Es importante.

*

*

¿Recuerdas esa vez que me preparaste una sorpresa? Yo si lo recuerdo. Más de lo que me gustaría hacerlo.

No era mi cumpleaños, sin embargo pasaste un viernes en la noche por mí. Me dijiste que solo iríamos a tu casa a ver películas, a pasar un momento perfecto, según tus palabras. Yo no quería eso, pero no me preguntaste qué deseaba. Habías perdido ese pequeño detalle de escuchar mis deseos. De saber qué opinaba yo.

Condujiste a tu casa. El silencio era nuestro mayor acompañante. Tarareabas una canción que sonaba en la radio, mientras yo me perdía en la negrura de la noche que vislumbraba por la ventana. Extensos terrenos rodeados de arboles se extendían a ambos lados de la carretera. Siempre le había temido a ese tramo que se interponía entre nuestras casas, aún cruzara yo contigo. Porque por más que intentara mirar más allá de los arbustos, no veía nada.

Llegamos a tu casa. Todo se encontraba a oscuras. Ni siquiera me inmuté pues supuse que tu madre quizá ya se encontraba dormida. Me tomaste de la cintura y me instaste a caminar. Con un rápido movimiento abriste la cerradura de la puerta y, a tientas, buscaste el interruptor de la luz. Entonces me quedé pasmada.

A coro, un grupo de personas vociferó un «¡sorpresa!» que me tomó de improviso. Varios de mis compañeros de universidad se mostraban sonrientes frente a mí, pero pude reconocer que la mayor parte de individuos eran tus amigos.

Y no pude pasar por alto la presencia de aquellas barbies plásticas que anteriormente había visto coqueteándote.

Pero me dije que no me dejaría vencer esa vez. Que tú eras mío y únicamente mío. De nadie más.

Qué equivocada estaba.

*

*

Bueno, hola (ay, Ros, qué saludo tan serio :v).

No me gusta dejar estas notitas al final, sin embargo es importante para los capítulos siguientes. Como les he comentado a algunas, ya falta poco para el final de esta historia. Sí, tristemente es así. Faltan, exactamente, seis folios para culminar esta obra.

Pensando y analizando un poco caí en cuenta de que los cinco últimos folios (29-33) sería mucho mejor si los subiera juntos de un tirón. Así, tipo maratón. No obstante, pasé a preguntar qué preferían ustedes:

1. Que suba el siguiente (folio 28) en un par de días como de costumbre y luego los cinco restantes en forma de maratón.

2. Que siga subiendo en mi estado habitual (uno cada cierto día hasta el último capítulo).

Cabe aclarar que, si eligen la primera opción, necesitaré quizás una semana y media para subir el maratón. ¿Por qué? Bueno, porque tengo escrito hasta el folio 31, osea, solo me faltan dos. Sin embargo, esos últimos son los más importantes y, aunque tengo la idea de qué voy a plantear allí, necesito establecer cómo, sin dar más que los detalles necesarios. Además, también merecen una revisión y edición los que ya fueron escritos. Pero solo sería semana y media, como mucho. El veintiocho lo vendría subiendo este domingo, junto a la actualización de mi otra historia.

La diferencia no es más que tendrían el poder de leer todo el final junto, de una sentada. Porque, aunque no elijan maratón, me tomaría el mismo lapso para redactar y revisar los capítulos.

Y, para dejar de escribir porque veo que la nota me ha salido más larga de lo pensado (xD), necesito que opinen en los comentarios, por favor; o me veré obligada a hacerlo como mejor me parezca, en todo caso. Si para el domingo no me han dado sus opiniones, tomaré una decisión yo, que es lo que no quiero ya que sus comentarios valen para mí.

Ya saben, la mayoría de votos gana. Opción uno u opción dos.

Besos,

Valerie Rosette.


Notas teñidas de sangre © [Notas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora